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25-10-2016 GRAN ROQUE, CAYO CARENERO


  25-10-2016    GRAN ROQUE, CAYO CARENERO


A GROSO MODO, LA TRAVESIA HASTA CAYOS DE AGUA

Y los dias pasan y con ellos el permiso de estadia en el parque, el trámite de salida se complica pues el generador que produce electricidad esta averiado, y en guardacostas nos comentan que estamos en transito, la entrada al país hay que hacerla en el continente y ………...  .
Después de algún que otro comentario, me hacen un documento explicando nuestra situación, unas cuantas vueltas después logro tener todos los documentos sellados, pero son las cuatro de la tarde y el sol ya está muy bajo y delante de nuestra proa, sin conocer el archipiélago es una imprudencia partir.
A la mañana siguiente cuando ya tenemos todo preparado para desfondear, voy a dar contacto y el motor no dice ni mu, miro el voltímetro y la batería esta en 11V. , conmuto las de servicio y veo que los voltímetros se vienen abajo, algo pasa y aun no sé qué es.
Voy a la proa y veo que la cadena esta recogida, los pies de gallo están tensos y noto el molinete caliente aquí comienzo a entender el problema, durante la noche cayo un buen chaparrón, la escotilla de proa quedo abierta y el agua alcanzo la botonera del molinete cruzándola y  provocando su involuntaria conexión.  
Suerte de poner el pie de gallo, pues de no ser así el lio podría haber sido tremendo, o se rompe el molinete o desfondeamos dormidos  con sus consecuencias asociadas.
Paso varios minutos de arreglos e intentando encontrar el duendecillo verde que estuvo trabajando por la noche, al final he de desmontar la botonera y desfondear uniendo los cables.
Estos últimos días hemos preguntado a todos los que conocen el parque sobre el itinerario y todos coinciden, hay que apuntar a la última isla del NO., Noronquises y pasar entre esta y el cayo de Crasqui.
Ponemos rumbo y a motor recorremos las tres millas, cuando la proximidad del paso ya da susto, lo comienzo a ver raro, pues la claridad del agua no me cuadra con la profundidad que habría de tener.
A media milla agarro los prismáticos y veo una pequeña ola que cruza todo el estrecho, ya no hay duda nos hemos equivocado de cayo y de estrecho.


APENAS SE VE, PERO ES UNA TRAMPA CON ARRECIFE INCLUIDO
Con la carta intento comprender la situación y mis neuronas no acaban de tener una conexión clara, decido dar media vuelta y rodear el cayo por fuera.
El próximo paso es entre los cayos de Sarqui y Espenqui, se puede hacer por fuera pero ya nos dijeron que el paso era espectacular y valía la pena cruzarlo.
Ponemos proa hacia el pequeño estrecho a 4 millas, el horizontes se tapa de tierra y a pesar que sabemos que son varios cayos, la impresión es que se trata de una sola isla.
El estrechito se hace el gracioso y no se deja ver, con los prismáticos logro ver un corte en la arena y ponemos rumbo hacia él, en esta ocasión el Garmin y el Open Cpn, están de acuerdo, el rumbo es bueno.

AUNQUE NO LO PAREZACA, AHI EN MEDIO HAY UN PASO

La navegación es un poco estresante, pues continuamos con todos los ojos en estado de alerta máxima.
Y aparece el estrechito, la profundidad en escasos metros pasa de 25 a 4,5 mts, el stress sube algunos grados en la escala de su medición y como señal de alarma, levantamos los pies para pesar menos.
Sin problema alguno estamos cruzándolo y Rafael el hombre que nos indicó este paso tenía razón, no es para perdérselo.
En este paso el Garmin acierta, el OpenCpn se queda 0,3 millas al sur.

ESTRECHO DE SARQUI, MUY DIFICIL EXPRESAR CON FOTOS, LA EMOCION DE LIBERTAD QUE EMANA EL LUGAR 




LA EUFORIA SUBE A BORDO Y LA GRAVEDAD BAJA ALGUN PUNTO EN SU FUERZA


Desde aquí el horizonte se limpia de cayos y la lectura de las cartas digitales se hace un poco más comprensible.
Nuestro destino es cayo Carenero a unas cinco millas, en teoría lo tenemos al NO., ponemos rumbo y no dejo de comparar lo que vemos en la carta con la realidad.
Cuando llevamos dos millas algo vuelve a estar mal, Carenero no es el cayo hacia dónde vamos, lo estamos dejando por estribor y después de varias comprobaciones estamos dirigiéndonos al cayo de Mosquitoqui, no hay que ser un genio para saber cual es la particularidad de este cayo, rectificamos rumbo y ahora si coincide todo.

ESTE SI ES CAYO CARENERO

LA VENTAJA DE HABER ESTADO, ES QUE ALVER LAS FOTOS  RECORRO EL TIEMPO Y EL ESPACIO PARA TRASLADARME  AL MOMENTO DE LA VIDA, QUE ESTO OCURRIO.


La entrada de Carenero es bien fácil, una bahía de blanca arena marca con sus variaciones de color la poca profundidad.
Fondeamos en medio de la nada a 4 mts., la uniformidad del color de la superficie no da otra opción y queremos bajar al cayo y hacer snorkel, no podemos estar toda la mañana de exploración, con el Golden y sus 2,3 mts. de calado se hacen demasiado lento.
Con  el dinghy vamos hacia tierra, se ve un arrecife y queremos capturar algún bicho, en el trayecto vemos unas sombras pasar por debajo, son enormes mantas rayas, intentamos seguirlas para sacar alguna foto pero la operación es complicada.
En la orilla nos ponemos con el snorkel, el fondo no es nada lindo pues la arena en suspensión no deja que el agua este lo suficientemente transparente.
El cayo es una lengua de arena, y enfrente hay un paso que da al exterior, decidimos ir para sumergirnos afuera del arrecife.
Las olas avisan que no será tarea fácil, pero las ganas de capturar una langosta pueden con la dificultad.
Con algún problemita que otro logro pasar los primeros corales, cuando llego a la rompiente, el fondo se transforma en varios cañones que se pierden en una gran profundidad,  la luz allí ha perdido potencia y el azul intenso pone mis sentidos en alerta.
Hasta ahora el tamaño de los peces que hemos ido viendo eran aceptables, aquí parece que han comido cola cao y no hay alevines, todos son adultos y de un considerable tamaño, parece un catalogo de los primos de una conocida marca de zumos.
Mis alertas continúan encendidas, estoy alucinado con aquel fondo, todo es vida, los peces no se asustan y se dejan prácticamente tocar.
Delante mío un enorme pargo me mira fijamente, apenas hay medio metro, por mi mente pasa la idea de intentar pincharlo con la flecha del fusil submarino, (sin fusil) dudo entre hacerlo o no, y al final con muy poca intención le doy, el bicho sale disparado hacia el fondo, se da la vuelta y viene como un bólido hacia mí, se queda a menos de un palmo mirándome, y yo alucinando no se si pedir perdon o salir corriendo, al final se da media vuelta y se va tranquilamente,  cuando mis pulsaciones dejan de hacer olas continuo con la misión.
Pero no me siento seguro, algo me dice que ahí no debo estar, si quiero evitar la ola he de irme más adentro y no me fio, no estoy acostumbrado al tamaño que veo, tanto la profundidad como los peces son enormes y decido dejar la excursión langostera para sitios en los que el atrevimiento no sea tan mayusculo.
Una verdadera pena no tener la cámara en condiciones, pues ha sido el lugar más espectacular de los que hasta ahora me he sumergido.
Con la experiencia del pargo a cuestas, nos vamos para el Golden, tanto ejercicio y emociones abrieron el apetito.
Por la noche desde cubierta busco el faro de Cayo De Agua, con el compás apunto el rumbo  un 238ª, mañana será de gran utilidad para poner rumbo hacia él.
El silencio absoluto hace compañía a la oscuridad suprema, en cubierta miramos el cielo y a pesar de saber que somos insignificantes, no podemos dejar de sentirnos grandes.

COMO DICE LA CANCION: LLENA DE LUZ Y DE SAL, ME TIENE LOCO, POR ELLA MUEROOOO!!!!!
SI HAY ALGUN LUGAR PARA APRENDER AMAR A LA NATURALEZA, ESTE CREO QUE SERIA UNO DE ELLOS.

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