17-7-2013
Hora: 1.30
Lugar: el fondeo del Golden
Un fuerte olor a pescado nos
despierta, medio sonámbulo oigo unas voces que parecían salir de nuestra misma
cubierta, cuando salgo veo un cayuco inmenso con cinco hombres a bordo
prácticamente abarloado, después de intercambiar unas palabras y sin entender
lo mas mínimo, alumbro con la linterna y veo que sus redes están enganchadas a
nuestra hélice. Con el auxiliar intento alumbrarles y echarle una mano, después
de varios forcejeos comienzan a romper la red. Le intento explicar al patrón
del cayuco que no se preocupe que mañana me tirare al agua y sacare lo que haya
quedado, el repite hasta cinco veces, “mañana”, algo que no me sonó nada bien,
sin mas se marchan y después del susto continuamos con nuestros sueños.
Por la mañana como todos los días,
nos dirigimos a realizar nuestra míseras compras, en la calle del pecado estaba
el pescador y para nuestra sorpresa acompañado de un interprete, un hombre de
unos 65 años que hablaba ingles, cuando acaba de explicarnos, (la historia es increíble),
nos piden una ayuda para reparar la red, nuestras caras debieron expresar algo
que logro traspasar la barrera de los idioma, después de explicarle que el
Golden tenia su lucecita de fondeo, estaba a la distancia a tierra debida y que
ya llevábamos casi dos semanas ahí, que no entendíamos como a alguien tan
experimentado podía sucederle algo así, (aun así decidimos darle una pequeña
ayuda, con tal de no perder la cortesia y crear mal ambiente), 1000 fca (1,5€).
Al patrón pareció molestarle la limosna haciendo ademanes y negándose
aceptarla, muy pacientemente le di una palmadita en el hombro y le dije que eso
era toda la ayuda que podíamos darle.
En nuestras reflexiones no cabía
duda alguna, la red la engancharon a propósito.
19-7-2013
Hora: 22.30
Lugar: fondeo del Golden
Habiéndome ido a tierra a comprar
gambas a los pescadores, cuando estoy de regreso al Golden veo una linterna en
cubierta, una vez a bordo Nuria mantiene una conversación con el único tripulante
de otro cayuco, después de varios minutos de charlar, entendemos que esta
pidiéndonos dinero para no sabemos que, le decimos que mañana nos vemos en el
Baobab Terra y que allí hablamos mas tranquilos. El susto que Nuria se llevo
fue de portada del Interviú, después de casi echarlo tuve que tranquilizarla un
buen rato, me cague en todos los dioses del olimpo. Al día siguiente no llego a
aparecer.
A los dos días estamos tirados en
cubierta después de comer y oímos una voz, incrédulos miramos y un joven nadando
esta a escasos metros del Golden, con la fuerte corriente que lleva el río,
apenas logra mantener la posición y le largo un cabo con una defensa, cuando
habla lo reconozco, es el joven de la otra noche, enseguida bajo al auxiliar y
le digo que lo llevo a tierra, por mi cabeza paso el cortar el cabo y dejarlo
ir río arriba. Una vez en el Baobab, le pido al gerente del Resort e hijo del
dueño que habla un poco español, que por favor me traduzca los deseos de aquel
joven; se aproximaba el final de curso y pedía dinero para la fiesta, “la madre
que lo parió las horas y maneras de pedir aguinaldo”.
Desde luego así contado parece
poca cosa, pero os puedo asegurar que a Nuria aquello le creo un trauma
importante. Una mañana veo salir un mango debajo del colchón y cuando lo cojo
resulta ser el cuchillo más grande que tenemos de cocina, han pasado casi dos
meses de aquello y el cuchillo sigue debajo del colchón.
Prefiero no entrar en discusiones
y ya le he comentado en varias ocasiones que por dios no tenga una pesadilla y
yo sea el culpable.
25-7-2013
Hora: 10.30
Lugar: Gendarmerie de Foundiogne
Teníamos dudas sobre si en
nuestro próximo destino podríamos sellar los pasaportes, y después de
comentarlo con Famara, (el gerente del Baobab), nos aconsejo ir a la gendarmería.
Cuando llegamos somos atendidos por un gendarme muy cordial, después de
explicarle el tema nos indica el despacho del comisario, este hombre que tenia
de todo menos cordialidad apenas nos entiende y menos hace por oírnos, toda su intención
es pedirnos la documentación del Golden, con muy malos modos nos dice que
volvamos a bordo y le presentemos dicha documentación.
Después de recoger los papeles y
de camino a la gendarmerie, (el sheriff ya venia en su todoterreno a nuestro
encuentro), con la documentación en la mano y sin bajarse del auto, hace gestos
negativos con al cabeza, después de un intervalo de tiempo increíble, (en el
documento apenas pone nuestro nombre y el del barco), nos comunica que ese
pasavante solo es para estar en Dakar, yo que ya andaba un poco calentito, le
digo con muy mala gana que al final de la hoja pone bien claro, “pour tout le
territorie du Senegal” , lo dejo pensando y me voy a por tabaco, cuando vuelvo
Nuria me dice que se ha ido, indicando que todo estaba bien. El muy
usurero-corrupto quería una comisión, todo esto estaba alterando el equilibrio
emocional de mi amor, y comenzaba a acabar con mi calma.
Día 2-8-2013
Hora: 12.30
Lugar: Baobab Terra
Disfrutando de nuestras bebidas
en la terraza del Resort, vemos venir a un pequeño hombre con atuendos musulmanes,
se nos acerca y saluda muy atentamente,
Se presenta como un honorable del
pueblo, en un francés muy lento y entendible comenzamos a mantener una
entretenida conversación, el nos explica las costumbres de su pueblo y contesta
a nuestras curiosas preguntas, así durante varios días.
Una tarde nos invita a cenar a su
casa, nosotros con todo el respeto que sabíamos expresar le dijimos que a
partir del atardecer no bajábamos a tierra por temor a los mosquitos. El, lejos
de ofenderse nos ofreció traernos la cena para que la comiésemos a bordo. A las
siete de la tarde, tal y como habíamos acordado, me entrega una gran bolsa, la abrimos y dentro hay bananas, manzanas,
pan, y una bandeja con comida típica senegalesa, (unas bolas de arroz con
pescado y huevo duro), acompañado de lechuga, aquello nos sorprendió y nos preguntábamos
si seria normal aquella hospitalidad.
En los días siguientes se volvió
a repetir, continuábamos sorprendidos y sin saber como agradecerle sus atenciones.
Una tarde aquel hombre nos pidió
ver el Golden, nosotros encantados lo llevamos a bordo y le mostramos nuestra
“maison”. Con mucha curiosidad observaba lo pequeño y lo grande de nuestro Golden,
su conclusión fue que vivíamos la
Belle vita. Lejos de quitarle la razón, intentamos hacerle
ver que nosotros no éramos ni millonarios ni vivíamos de renta, después de
explicarle los esfuerzos y sacrificios que aquel barco representaba para
nosotros y hacerle comprender que todas nuestra pertenencias estaban allí
adentro, la sensación que el se llevo era precisamente lo contrario, para sus
adentros nosotros no podíamos ser de una posición económica humilde.
En realidad desde su prisma, esta
claro que no éramos unos pobres desgraciados, visto lo visto sobre como logran
subsistir sus gentes nosotros éramos unos elegidos de Ala.
Al cabo de unos días le vemos
venir acompañado de un joven, una vez nos lo presenta resulta que es un
interprete, hablando un perfecto ingles comienza a traducir lo que el anciano
le dice, en pocas palabras querían abrir una web para promocionar el pueblo y
necesitaba nada mas y nada menos que 500€, los cuales pretendía que nosotros
los millonetis del momento, donásemos y así formar parte del proyecto. Sin
saber muy bien que contestar le dijimos que nos dejara unos días para pensarlo,
dándole a entender que ese dinero representaba para nosotros todo un capital.
Una vez mas esos músculos de la
cara que se estiran y encogen, dando forma a nuestras expresiones, se pusieron
de acuerdo para esconder la grandísima decepción que en aquel instante sentíamos.
Aquel anciano con su calmado
hablar y su mirada comprensiva, había logrado ser una motivación para bajar a
tierra. En el habíamos descubierto por fin alguien que nos hablaba sin un
segundo interés, y de repente, aquellas moscas que llevábamos en la oreja desde
que comenzó a traernos la cena, comenzaron a volar alrededor nuestro avisándonos
que en todo aquello algo olía mal.
A los dos días le dijimos que
nosotros no podíamos ayudar de esa forma, que lo sentíamos enormemente y que
nuestros ahorros los teníamos desfondados, sin alterarse y con su lento hablar
dijo un “no problema”, le dimos varias opciones, entre ella que nos diese un
numero de cuenta corriente y que nosotros intentaríamos hacerle llegar parte de
ese dinero moviéndonos por Internet con algunas asociaciones pro africanas,
aquel numero de cuenta nunca llego a nuestro poder y el anciano dejo de venir
cada tarde a charlar con nosotros.
Si a mi amor Senegal se le estaba
atragantando, aquel detalle acabo por quebrar el frágil encanto que sentía por
el país. Para mi aquello fue una grandísima decepción, en aquel pueblo donde
todo el que te saludaba o invitaba, tenia la segunda intención de venderte
algo, creí haber encontrado alguien, con quien simplemente poder conversar.
Seguíamos siendo demasiado
inocentes para estar en la posición de trasmundistas.
Estas situaciones solo hacían que
el mayor encanto de estas tierras, que son sus pobladores, se perdiera entre
ofertas de estatuas de madera, viajes en calesa, y tramas para sacarnos los
euros.
Esto condiciono toda nuestra
estancia en Foundiogne, creando una desilusión de la que en este pueblo, ya no lograríamos
salir.
También hacemos constar que con
la mayoría de comerciantes y gente del pueblo el trato fue más que cordial y
con gran respeto.
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