11-07-2013 TRAVESIA DE DJIFIER-FOUNDDIOGNE

Ocho de la mañana, el sol luce y la visibilidad es total, después de pasar por el gimnasio, (si me quejaba de sacar un fondeo ahora tenia dos), con mucha paciencia y mas esfuerzo, después de una media hora el Golden quedaba libre de ataduras, suerte que el viento era muy flojito.

Con el PC arriba en cubierta y el Opencpn abierto, seguíamos el curso del río, las balizas se van sucediendo y apenas tenemos complicaciones. El río es un camino con las riberas llenas de manglares, la fuerte corriente de la marea nos hace ir a mas de cinco nudos con solo 1200 rpm.
Durante el trayecto vemos unos poblados, que una vez inspeccionados con los prismáticos, parecen ser campamentos destinados al turismo.

El cruce con una gran piragua a vela nos dejo perplejos, nosotros preocupados por la driza del genova y aquella embarcación parecía sacada de una película de romanos, increíble el manejo de aquella enorme vela si es que se la podía llamar así.

El único sitio conflictivo es el paso entre dos islas, donde el balizamiento elige el de estribor, allí el río se estrecha y la corriente aun es mas intensa. Una vez pasado este estrecho el río se vuelve abrir, el GPS nos marca la llegada a las 2pm.

El viento del NW que no había de ser protagonista, no quiere perderse el evento y a falta de 8 millas comienza a subir de intensidad. Cuando avistamos el depósito del agua de Foundiogne ya esta en 20 nudos, el fondeo se presenta entretenido. Siguiendo la ruta en el Opencpn, marca un fondeo, y hacia allí ponemos rumbo. Al salirnos del canal aminoramos la marcha y la profundidad pasa de 10 a 6 mts, distinguimos un velero y una alegría recorre la cubierta, con los prismáticos me fijo bien y no tiene pinta de tener vida a bordo.

A unos 600 mts de la orilla y a 5 mts de profundidad el Golden queda fondeado. Desde esta distancia ya distinguimos que su fachada marítima esta un poco deteriorada.

 

Por lo pronto el fuerte viento hace que olvidemos bajar a tierra, decidimos comer y a ver si afloja un poco. A la tarde, el viento afloja y el río mas tranquilo nos permite bajar. Conforme nos vamos aproximando vemos lo que parece un bar, una vez con los pies en seco, efectivamente lo es y allá que vamos.

Baobab Terra se llama y en su terraza hay varios jóvenes con ordenadores y el ambiente es agradable. Nos atiende un chico que habla ingles,  y sorpresa!!! la cerveza esta fría.

Hacemos el riguroso brindis y le preguntamos por las tiendas, Internet, y otros servicios, nos dice que en le village hay de todo, en principio parece que aquel lugar promete.

Se acerca el atardecer y antes que los zancudos aparezcan nos vamos a cubierto, nuestro Golden convertido en bunker contra los chupasangre es un buen refugio, mañana operación reconocimiento ciudad.