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14-1-2014 ISLA DE SINT MAARTEN 1ª parte de unas cuantas

13-1-2014 Sint Maarten

Después de desayunar bajamos el dinghi y nos vamos a la marina que tenemos delante, llevamos sin pisar tierra 5 días y nuestro grumete al igual que nosotros, agradece el dar pasos sin que se le mueva el suelo.
Una pequeña caminata bordeando el aeropuerto y llegamos a Simpson Bay, pequeño núcleo turístico, donde la oferta de bares, restaurantes y todo comercio, están enfocados al turismo. A primera vista nos resulta todo extraño, la estructura de los edificios no guardan relación alguna, al lado de una sencilla casa de madera te encuentras con un moderno edificio o un container convertido en bar, da la impresión que allá donde quede suelo libre siempre cabe un negocio mas, no importa si es una hamburguesería o un banco.



el trafico es exageradamente, exagerado
Todos los rótulos están en ingles, andamos embobaos mirando cualquier dirección, menos en la que vamos, enseguida vemos que las aceras no son importantes, en todo el paseo no hemos pisado ni un metro de adoquines.

mercado del pescado
Entramos en un súper y los chinos también están establecidos aquí, ya no nos sorprende.
Nos cambian euros por dólares a 1.25, compramos un cartón de tabaco por 19 $, un litro de leche y una barra de pan, 2.5 $.
Después de una pequeña vuelta nos metemos en un bar libanés y nos tomamos un café con leche, el tamaño de la taza da para lavarse los pies, suponemos que costumbre americana, esta de tomar el café por litros, el precio 2,5$.
Nos vamos de vuelta al Golden, por la tarde daremos una vuelta con el dinghi por el lagoon, sabemos que Álvaro vino a esta zona y a pie esta muy complicado para recorrerla.
Después de comer salimos con el bote y comprobamos que el lugar esta muy encarado al mundo náutico, dentro del lagoon vemos diferentes marinas, y todos los bares tienen terrazas con vistas al agua y su correspondiente amarre para los botes auxiliares.





aqui con el verdadero tiburon dandy

parking del yacht club
No conocemos el nombre del bar donde Álvaro nos dijo que paraba, así que buscamos su dinghi,  después de recorrer las dos orillas y sus pantalanes llenos de botes, y cuando dábamos por hecho que no seria posible localizarlo, vemos el ultimo bar que nos quedaba por comprobar, !!sorpresa¡¡, su bote esta amarrado y el no puede estar muy lejos.
Lagoonies es el nombre del restaurante-bar, allí sentado en la barra vemos a Álvaro, después de un alegre y efusivo saludo nos presenta a Jose afincado en Alicante, que pasa sus vacaciones en la isla.


parking del lagoonies
Pasamos un buen rato comentando los pormenores y pormayores de la travesía Atlántica, el Vell Mari no escapo a las roturas y llego también malherido, eso si las 2200 millas las navego en 13 días y medio, todo un logro para un 38 pies con un tripulante en solitario, nuestra felicitaciones para este bilbaíno, casi del mismo Bilbao.
La tarde la pasamos en Lagoonies, quedamos sorprendidos de la cantidad de españoles que viven y trabajan en la isla, mayormente en el ramo de la hostelería, tanto en megayates como en tierra.
Sin ir muy lejos en el mismo Lagoonies trabajan: Marcos, Dani, Maite y Chema actual propietario, todos ellos encantadores y con espiritus inquietos.
Tan entretenida fue la tarde que al final acabamos cenando. A las 22h nos recogemos y sin darnos cuenta hemos logrado hacer un paréntesis en esta lucha interminable de averías.
Siguiente misión, ver quien nos dará la puñalada mas leve, informados sobre los talleres náuticos, nos dirigimos a preguntar precios, las ganas de tener el Golden navegable, son inversamente proporcional al dinero disponible.
En el primer sitio que preguntamos el precio es bastante mas barato que en la carísima isla de Guadalupe, 440 $ contra 550€ para el stay, los perfiles del enrolllador usados, 100$ contra 100€.
A pesar de lo barato, por el momento solo podíamos suspirar y rogar a los dioses que nos facilitaran una entrada de dolares, (trabajo).
La última rotura del cadenote, hizo que la intención principal sea cambiar toda la jarcia, (cables de acero que soportan el mástil), haciendo un ligero cálculo la película del acero se nos iba de las manos, casi 5000$, incluido el dichoso cadenote, (pletina de acero sujetada al casco, donde se afirman los cables).
Jose nos informa de que la isla ya no pertenece a Holanda, convertida en comunidad autónoma en la cual hay que realizar los tramites de inmigración.
Al llegar a las oficinas de la policía, nos libramos de una multa por los pelos, nos dicen que durante las primeras 24 horas estamos obligados a hacer la entrada, nosotros tan felices como podemos, ya llevamos tres días en la isla, despues del susto, todo queda en un pago de 7 $ por cruzar el puente y 20$ por semana de estancia en el lagoon, hacen un descuento, si te quedas 6 semanas solo pagas 4.
Nosotros encantados con el descuento, pues lo nuestro será cuestión de mas tiempo.
A través de Internet contactamos con nuestros amigos del AngeliqueII y el Chapron, ellos están fondeados en la zona francesa, bahía de Marigot al norte de la isla.
El ligero bote no es el mas apropiado para recorrer las 2 millas y nuestro inestimable amigo Giamba se presta a venirnos a buscar.
Bonito y emotivo encuentro con Giamba y Vale, comentamos las desventuras de nuestra travesía, ellos que también tuvieron problemas, ya han conocido a industriales náuticos en la zona francesa, nos acompañan para preguntar y comparar precios.
La zona francesa es una provincia de Francia, ni hay que realizar tramites de inmigración, al igual que en guadalupe, solo se hace entrada de la embarcacion.
Todo el comercio se realiza en euros, resultado final = a que todo es ligeramente mas caro.
Pasamos la tarde en un curioso y pintoresco bar situado dentro de uno de los numerosos varaderos que existen en esta zona, construido con containers, cuando entras no sabes si estas en un taller, una cacharrería, una tienda de libros de ocasión, o una lavandería, aquí lo importante es dar servicios, el glamour queda lejos de aquí y nosotros aplaudimos, por cierto internet funciona de maravilla.

en foto hasta parece un bar mas
Conversando de los futuros planes, ellos en breve parten hacia las islas Virgenes, nuestra intención de ir a Republica Dominicana queda aparcada por lo menos 3 meses, es la previsión que tenemos para arreglar los desperfectos.
De vuelta al Golden y una triste sensación de despedida nos cubre a los cuatro, sabemos que el próximo encuentro esta lejano en el tiempo, quedamos para hacer una comida de despedida con el Chapron y en dos días nos volvemos a ver.
Somos invitados al cumpleaños de Julio, vasco que dejo España hace ya 20 años y es un enamorado del Caribe y sobre todo de las caribeñas.
La noche la pasamos bailando y tomando el inevitable ron, a las 2 de la mañana se quejan los vecinos y decidimos irnos con la fiesta a otro sitio, acabamos en un remolcador de principios de siglo, convertido en bar, nada mas llegar el dueño nos dice que se va y que apuntemos las bebidas, el vuelve pero no sabe cuando, increíble este "tejano"(autentico de Texas) y su “bar-co”, lastima de mi falta de idioma, este hombre seguro tiene mil y una interesantes historias para contar.

poca broma con el motorcito
A petición de Jose, forofo de Julio Iglesias, acabamos la fiesta cantando sus temas, las risas casi hunden el remolcador y ya reventados de fiesta y ron, nos devolvemos al descanso del Golden.
Amanecemos con las cabezas aprisionadas por los efectos secundarios del ron, la resaca que sufrimos no hay pintor que la pinte, pero sin tiempo para descansar nos preparamos para irnos a Marigot, nuestros amigos habían decidido que hoy era el día para comer y despedirnos de ellos.
Con nuestro minúsculo bote recorremos el lagoon, cuando llegamos a la bahía, Giamba nos recoge y acabamos en el Chapron, Gonzalo y Ana han preparado una paella, entre comentarios sobre las diferentes suertes de las travesías, acabamos de degustar el exquisito arroz.

el lagoon y sus turistas a caballo
Pasamos una agradable tarde hablando de los diferentes planes, la idea de vernos en Republica Dominicana esta encima de la mesa, no sabemos si cuadraran las fechas pero todos estamos de acuerdo, seria bonito volver a vernos.
Ellos parten en un par de días y solo nos queda agradecerles su ayuda y amistad.
Os deseamos los mejores vientos y toda la suerte del universo, la benevolencia de Eolo sea con vosotros.

12-1-2014 TRAVESIA GUADALUPE- ST MAARTEN 2ª PARTE

12-1-2014
La extrema isla de Monserrat

La silueta de la isla ya se entreve en la oscuridad, nos llama la atención la falta absoluta de alumbrado eléctrico. Estamos a menos de 7 millas y el viento se pone en plan campeón, con rachas muy sostenidas pasa de los 40 nudos, el estar en cubierta se hace  mas que indispensable, el piloto salta casi a cada ola, acabo teniendo que coger la rueda y es ahí cuando compruebo que el tema esta muy, pero que muy duro, abrimos la mayor a tope y aun así el Golden continua siendo muy ardiente, el gobierno es un continuo esfuerzo por mantener la proa en el rumbo, lo de hacer otro rizo queda para otra ocasión, nos queda una hora para entrar al sotavento y hay que aguantar si o si.
Cuando piensas que ya has llegado al limite de tus posibilidades, las condiciones quieren que lo sobrepases y aparece un chubasco, la isla deja de estar delante, la lluvia con el fuerte viento se convierte en verdaderas agujitas para los ojos, por momentos me veo como el capitán pescanova, solo que en vez de cubos de agua, me caen litros del cielo y litros de las continuas embarcadas por las olas, las crestas de las olas con sus blancas espumas resaltan sobre aquella pesada oscuridad, las condiciones parecen querer poner a prueba nuestros espíritus, nuestras almas y por supuesto nuestros físicos.
Las pocas veces que he cogido la rueda siempre ha sido por mala mar, esta ocasión ha sido hasta la fecha, la más radical de todas, el ir pasado de vela con aquel tamaño de olas y al través, hacia dificilísimo conseguir gobernar al noble Golden.
La hora y poco que estoy al timón me deja a pesar del traje de pescanova calado hasta las entrañas, una vez al resguardo de la isla, el viento y las olas dejan de ser un infierno, bajamos velas, arrancamos motor y nos aproximamos a la costa en busca del sitio previsto para el fondeo.
Seguimos sin ver luces y resulta muy extraño pues en el Opencpn nos marca una importante ciudad, Plymouth, que deberíamos tenerla justo delante, cuando estamos a menos de una milla aparece otro chubasco, la poca silueta que vemos de la isla desaparece, dejamos el Golden sin velocidad y esperamos que pase.
Cuando me voy a proa a preparar el ancla percibo un fuerte olor a cloaca que me deja sin pensamiento, estamos a menos de media milla de tierra y oigo el sonido de las olas romper, le pregunto a mi amor por la profundidad me dice que 12 mts, cuando me fijo  las espumas están a escasos mts, no lo veo nada claro y decidimos salir de allí, consulto otra vez el open y a una media milla marca otro fondeo.
El fuerte olor a cloaca continua y le comento a la marinera que seguramente esta parte de la isla será un enorme vertedero.
Llegamos al otro fondeo y esta vez si que tenemos suerte, a 6 mts de profundidad las olas se oyen, pero lejos, dejamos caer el ancla y por fin el placer de un cigarrito en seco.
La noche era verdaderamente tétrica, nosotros cansados, no nos daba ni para comentar la entretenida aproximación a esta tenebrosa isla.
En menos de una hora el Golden y su tripulación están como la isla, apagado total.
Al amanecer la curiosidad nos llama la atención, salimos a cubierta y la sorpresa es grande, como bien decia nuestro programa de navegación, hay toda una ciudad delante de nosotros, las nubes no dejan verla en su totalidad pues sus casas se pierden ladera arriba. Desayunamos y comentamos que tiene un aspecto extraño parece un pueblo fantasma, sentados en la bañera seguimos sin comprender aquel panorama que tenemos enfrente.

ESE PICO MAS ALTO ES EL VOLCAN, LA NUBE DE ENCIMA NO ES SOLO VAPOR DE AGUA




Miro con los prismáticos y las estupendas casas a vista normal están sin puertas ni cristales, en un momento se retira la nube y la imagen no se me olvidara de por vida, estamos debajo de un volcán (Soufriere) que aun esta respirando, además de las perennes nubes que cada isla luce sobre sus cimas mas altas, esta posee la del volcán, mas de la mitad de la ciudad esta sepultada por la ultima erupción y entre sus calles se ve una enorme grieta que zigzaguea montaña arriba, es ahí cuando comprendo el fuerte olor, ni cloaca ni vertedero, es azufre, madre mía que imagen y que momentito, sin pensarlo ni media vez, le digo a mi amor que arranque el motor, me voy a proa y antes que el gasoil entre a los cilindros he recogido todo el fondeo.
Salimos de allí como si viniese Sparrow  con su Perla Negra a robarnos el Golden, creo que ese desfondeo incluso con molinete eléctrico no hubiese sido tan rápido.
( La ultima erupción de este volcán fue en 1995, obligo a desalojar toda la cara sur de la isla, hoy en día mantiene su actividad, el fondeo en esa zona esta prohibido, incluso hemos oído que multan, el riesgo de quedar tapado bajo una nube de ceniza es altísimo).


Ponemos rumbo a nuestra próxima isla Sant Kitts, 34 millas de travesía, hasta salir del resguardo de la volcanica Monserrat, el motor se hace indispensable, el viento del E comienza a hacer su aparición tímidamente con rachas de 15 nudos. Sacamos mayor con su inseparable rizo y la trinqueta, el motor queda en su estado de reposo y nuestra velocidad es de 5 nudos.
A 6 millas de Monserrat ya queda establecido en 20 nudos y la navegación es cómoda, el islote de Redonda lo tenemos al través y cuando lo rebasamos los 20 nudos quedan atrás, el nuevo régimen es de 25, la isla de Nevis se deja ver de vez en cuando bajo su nube, las olas comienzan a ponerse traviesas y mas de una sube a cubierta, nosotros miramos el piloto y acariciamos su consola de mando para darle ánimos.




A falta de 6 millas para el sotavento de la isla el viento sube a los 30 nudos, un gran banco de coral nos guarda la popa y las olas quedan muy reducidas, la profundidad ha pasado de 700 a 12 mtrs. El fondo es visible la sensación de que vamos a tocar las piedras es grande pero no pasa de una sensación.
Con el resguardo de la isla ya ganado, el rumbo de través-largo que traíamos se convierte en través ceñida y acababa en 50º, el mar planísimo y los 30 nudos hacen que alcancemos muy fácil los 7 nudos de velocidad.
Bajo a comprobar el rumbo y nuestra posición al Opencpn, pues el fondeo esta a 6 millas, concentrado en el mapa oigo una fuerte explosión seguida de un fuerte golpeteo,  salgo a cubierta y el cadenote de estribor que soporta dos obenques se ha roto, los obenques están golpeando todo lo que se encuentran en su camino y no me da tiempo ni a cabrearme, los ato como puedo y la urgencia de bajar mayor es extrema, el mástil vibra que da miedo verlo, con tal de quitarle tensión a la vela, arrancamos motor y lo subimos de vueltas, ponemos la proa al viento y dejo caer la mayor, ahora si que un “me cago en su p…. madre “ , me sale varias veces seguidas de lo mas hondo de mi ser, sin quedarme mas tranquilo con el exabrupto, quedo quieto pensando, y la frase impulsiva del momento  es ¡!! amor vendemos el p….. barco y que le den por c……¡¡¡¡¡.
A motor recorremos las 5 millas hasta el fondeo, dejo mis ideas lo mas lejos que puedo de mis pensamientos y me dedico a ver donde pondremos el ancla.




San Kitts   El fondeo de las lamentaciones

En una hora estamos fondeados en bahía Basseterre, según el derrotero la mejor playa de todo San Kitts, la arena dorada que supuesta mente debía de estar delante nuestro, son enormes piedras grises que a modo de protección de la costa han colocado. Suponemos que algún huracancito dio buena cuenta de la playa y sus doradas arenas.
Sin darle mucha importancia a lo bello o feo del lugar comienzo a darle vueltas al tema de los obenques, las 55 millas que faltan a nuestro destino, serán un través duro, no veo nada claro dejarlo todo en manos del motor, el ruido del averiado cojinete del eje cada vez es mas sonoro, esto me dice que poner toda la confianza en el, sea un verdadero riesgo.
Después de varios intentos fallidos de aguantar los obenques, al final con una cadena, grilletes  y usando los imbornales, logro dejar los obenques tensados.
El día siguiente convenimos de pasarlo sin hacer nada de nada, la idea tranquilizarnos y reflexionar una vez mas, sobre tanta rotura, los pensamientos de vender el Golden seguían estando vivos.
A nuestra alegría, le habían cambiado la R de lugar, convirtiéndose en una alergia a los aceros inoxidables, los ánimos continuaban en la sentina, seguíamos hablando sobre lo sucedido y parecía que nuestro sueño acababa de aterrizar, pero sin ruedas,  nos habíamos quedado sin alas, un duro momento para el que no estábamos nada preparados.
Con el paso de las horas, las ideas se van cruzando y van perdiendo punta, nuestros comentarios son más romos y agradables de mantener, convirtiendo la locura del impulso en una verdadera conversación.
Al final la conclusión es que confundimos :  el tocino con la velocidad.
Tras barajar todas las posibilidades, la que seguía teniendo todos nuestros favores, era mantener el Golden, las alternativas eran muy variadas, pero nuestra capacidad de sufrimiento unido a las ganas de vivir intensamente, hacían declinar la balanza a esta maravillosa manera de navegar la vida.
Con la idea clara sobre nuestro mas inmediato futuro, acabamos de pasar el día y nos preparamos para mañana hacer la ultima etapa, la hora de partir serán las 5 de la madrugada, queremos evitar por todos los medios, el llegar de noche a Saint Maartens.
En la total oscuridad levamos ancla y emprendemos la travesía, a resguardo de la isla tenemos 2 horas, las necesarias para cuando comiencen los fuertes vientos y mar estar con luz diurna, con 20 nudos y al largo solo con la trinqueta hacemos 5 nudos, dejamos la mayor en su sitio a esperar como despierta el día.
Cuando llega el amanecer y según lo previsto estamos asomando la proa fuera de la isla, el viento esta en 25-30 nudos y el rumbo es ceñida a 50º, las olas entran por la pura proa y aquellas condiciones no me invitan a sacar la mayor, el miedo a que el equilibrio del mastil se rompa es muy grande.
La trinqueta no es suficiente para vencer el mar y arrancamos motor, lo ponemos a 2200 rpm y la velocidad es de 6 nudos, nos parece suficiente para llegar a la apertura del puente que da acceso al lagoon interior, con lo cual quedamos mas que conformes.
La entrada al lagoon de la isla es a través de dos puentes, uno en la parte francesa y otro en la holandesa, dentro del lagoon hay un tercer puente, que comunica las dos partes.
Todos los puentes están regidos por un horario de apertura para salida y entrada.
Cuando nos alejamos de San Kitts el viento baja a  los 20 nudos y el rumbo ya es través, dudamos si sacar la mayor y al final dejamos todo como esta, mas vale no jugar a ver si el invento de la cadena agarrada a la borda aguanta.
El GPS nos dice que a las 14:30h llegamos al puente, todo marcha mejor de lo previsto y nos limitamos a ver las islas que quedan a babor, primero San Eustaqui, y mas al norte la de Saba, tan puntual como el AVE el Golden llega a la bahía de Simson, en la zona holandesa, el puente no se abre hasta las 15 h, por media hora nos negamos a fondear y estamos dando vueltas hasta que el semáforo se pone en verde.

DETRAS DE ESA RAMPA, ENTRAN LAS EMBARCACIONES


Entramos al lagoon, y quedamos un poco pequeños, la mayoría de embarcaciones pasan de los 30 metros de eslora, parece un concurso para mostrar el barco mas grande y con mas brillo, dicen que el señor los cría y ellos se juntan, aquí es un vivo ejemplo. 
Con tanto acero inoxidable y brillos por todas partes, al Golden parece que lo hemos sacado de una chatarrería, ¡!madre mía¡¡ hasta vergüenza nos da el aspecto que ofrecemos, la idea de que nos echen por gitanos esta en el aire.  


SIN COMENTARIOS
La esperanza de ver a nuestros amigos del Angelique II, el Chapron y el Vell Mari la tenemos, pero allí no están, las dimensiones del lagoon son demasiado grandes como para verlos a la primera.
Hacemos un intento de fondear, nada mas entrar y casi nos cuesta una varada, la profundidad pasa de 6 a 2 mts y nos obliga a salir ciando (marcha atrás), vemos que allí no ahí nadie fondeado y será por algo, decidimos pasar el otro puente, el que da paso a la zona francesa y llegamos tan justos de tiempo que pasamos el semáforo en rojo, el oficial desde arriba nos abronca y con un gesto de perdón le pedimos disculpas, estas son aceptadas de muy buen modo y ahí queda todo.
El segundo intento de fondeo también queda en vano, a 4 mts el fondo que es perfectamente visible de algas y lodo, no deja que nuestra ancla agarre y después de garrear casi media milla, nos quedamos sin opción, hay que recoger de nuevo.
El siguiente intento me lo pienso mejor y antes de soltar la cadena me aseguro que sea arena, a 6 mts de fondo tenemos suerte y por fin estamos fondeados.
El lugar no logra satisfacer nuestras exigencias, lejos de las postales caribeñas, enfrente tenemos un varadero y el pequeño aeropuerto.


La bajada a tierra queda para mañana, recogemos la cubierta y pasamos la tarde viendo como del minúsculo aeropuerto, no cesan de aterrizar y despegar toda clase de aviones, desde el 747 de KLM, que da miedo verlo salir entre las montes, hasta las minúsculas avionetas que hacen los recorridos entre islas, pasando por una increíble y numerosa flota de jets privados.


 


10-1-2014 TRAVESIA DESDE GUADALUPE A SAINT MAARTENS

Miércoles 8-1-2014

Salida       Isla de Guadalipue     Point A Pitre     016º 13’ 6858” N  061º 32’0276” W
Destino    Isla de Saint Maartens    Lagoon          018º 03’1795” N   063º 07’1297” W
Distancia                    190 millas
Rumbo                        NW
Duración  estimada    5 días en 4 etapas 
Duración real             5 días y un rato


Siete de la mañana, como siempre toca levantar hierro, con la movidita del stay tuvimos que dejar toda la cadena para tener margen y ahora toca recogerla. Después del siempre reconfortante ejercicio matinal, nos dirigimos a la gasolinera a pesar de ser las siete y media de la mañana ya esta ocupada por dos catamaranes.
La espera se hace larga, en un gran letrero encima de la caseta pone el horario, de 8 a 17h, nosotros comprobamos el reloj de a bordo y marca las 8:30, no entendemos esa falta de puntualidad. Al cabo de media hora vemos movimientos en el frente, un enemigo camina por el pantalán, falsa alarma, pasa de largo y se pierde entre los catamaranes, ¡sorpresa¡ es el empleado, ha dado media vuelta y esta abriendo la caseta.
Aquella escena estaba rodada a una velocidad que no acabábamos de entender.  
Después de una larguísima hora y media, estamos listos,  hablando con el feliz empleado, nos hace sentir una inconsciente culpabilidad, ¿como podemos pretender llegar al Caribe con algún tipo de prisas?, su trato exquisito consiguió que olvidásemos el ya roto time in de la 1ª etapa.
El precio del gasoil es de 150 l. 207 euros, la gasolina 5 l. 7 euros, el agua 800l. no la cobran, todo un detalle que agradecemos.
El plan, no hacer navegaciones nocturnas,  iremos fondeando en etapas de 45-50 millas.
Cuando salimos de la ria el alisio esta suave, subiendo la mayor tengo dudas de si quitar el rizo, antes de tomar la decisión el viento me da un bofetón de 25 nudos en la frente y hace que se disipen toda clase de dudas, ponemos trinqueta y rumbo a Les Saintes, pequeño archipiélago a 25 millas al SW de Guadalupe.
El rumbo al viento es través largo, las olas están grandes y mas de una entra como si fueran los bomberos, sin llamar ni pedir permiso nos ponen chorreando. En apenas 4 horas estamos viendo el fondeo, la proximidad de la isla hace que el viento y las olas se crezcan un poco, nuestro piloto automático dice que con esas condiciones el no pilota. Las presiones en la rueda son importantes, dejando las quejas del piloto más que justificadas. Sin remedio he de coger la rueda y desde luego razón no le falta, la cosa esta dura de manejar. Tras media horita de saborear lo duro de ser marinero, entramos al canal entre las islas de Tierra de Haut y el Cabrit, la baliza de peligro situada casi en el mismo centro indica peligro al NE.
De todas formas las dudas de si dejarla a estribor o babor desaparecen cuando vemos unas rocas asomar ligeramente en la superficie, una vez estamos al través de la baliza, comprobamos que su babor era más que una locura. Entramos en la bahía y todo fondeo próximo a tierra esta más que vendido, la opción a más de 10 mts de profundidad y a casi una milla de la costa, después de algunas vueltas decidimos cambiar de sitio.


El lugar es verdaderamente bonito, no puedes dejar de sentirte pirata en estas radas entre islotes con sus transparentes aguas, la próxima mini bahía esta a menos de dos millas. 



Cuando llegamos vemos que al no haber pueblo esta mas desocupada, solo un par de hotelitos ocupan su orilla, a 9 mts dejamos que el ancla caiga y en media hora estamos comiéndonos una ensalada que hace honor al sitio, rodeados de un espectacular paisaje los dos pensamos lo mismo, esto seria para quedarse unos días, pero nuestras provisiones están como nuestras cabezas, vacías, ni hacemos un intento para bajar a tierra.





Pasamos la noche y a las 7 AM estamos de vuelta con los hierros, la salida de los islotes es para la memoria un gusto de guardarla, no puedes dejar de hacerte una película imaginando  galeones y piratas.
Por proa 55 millas hasta Deshaies, una pequeña bahía al NW de Guadalupe.
Cuando salimos el viento y las olas siguen como lo dejamos, el viento con sus 25 nuditos y las olas grandes y de través. Todo el canal se hace duro de navegar y las olas no dejan de apartarnos de nuestro rumbo. 


Llegamos al sotavento de Guadalupe y todo el viento y el mar que nos castigaba, se quedan en la nada, bajamos la trinqueta y dejamos mayor, arrancamos motor y parece que va a ser la tónica hasta llegar a nuestro próximo fondeo.


Apenas recorremos un par de millas y el viento comienza a entrar, muy racheado pues pasa de los 10  a los 30 nudos, apagamos motor ponemos trinqueta y con aquel mar tan plano hacemos mas de 7 nudos de velocidad.


Vemos en proa como saltan los atunes y echamos la única rapala que nos queda, un pulpito, al que le tenemos menos fe que a los reyes magos.
Nuestra pésima fe en el pulpito, hace bueno aquello de,  “lo último que pierdas sea la esperanza”.
La goma que ponemos de chivato esta mas que tensa y nos avisa que algo ha picado, cuando recogemos viene un atuncito, ¡dejamos de ser perros flacos¡ ¡ la fortuna seguía abordándonos¡, el bicho no merecía ni una foto, aun así no dejaba de ser todo un signo sobre nuestra suerte.
La navegación esta siendo más que relajada, el mar plano y el fuerte viento hace que apenas tengamos movimientos, hacia ya muchas millas que no navegábamos sin cuestas y lo estamos disfrutando a pesar de los pesares.




A las 15:30 estamos llegando a la bahía de Deshaies,  parece que den euros por echar el ancla, ¡!madre mía¡¡ como esta el fondeo, apenas queda hueco, solo a 10 mts de profundidad y bastante alejado de la orilla.
Después de alguna vuelta que otra, nos hacemos los valientes y rodeados de veleros  echamos el ancla, después de soltar los 60 mts, no hay manera que clave, garreando nos vamos contra un velero suizo, antes que nuestra popa le arranque sus candeleros salgo como Spiderman con una defensa en la mano y la pongo entre los dos cascos. Al suizo de unos 70 años le quedaban mas de cinco pasos para llegar con su defensa, le doy un potente pero delicadito grito a mi amor, ¡! todo avante y a babor¡¡, después de que nuestro bote se pasee por toda la popa del velero contrario y le limpie los paneles solares, el Golden comienza a separarse, los ojos del patrón suizo cambian de forma y se vuelven a meter en sus cuencas, yo le enseño tímidamente mis dientes ( sonrisita) y le pregunto si todo es OK. Me devuelve el pulgar hacia arriba y todos vivos, buffff, bufffff.
Esta ha sido la primera vez que intentamos fondear en medio de una telaraña de veleros y creo que también la ultima.
Después de esto, nuestra confianza en nosotros mismos, esta como el ancla, por el fondo y garreando hacia fuera de la bahía.
Con el animo y el optimismo de que se iba a clavar deje ir los 60 mts y ahora tocaba recogerlos para volverlos a echar, ¡!la madre de Poseidón ¡!. Después de recoger de tres en tres los eslabones de toda la cadena,(cuando la profundidad pasa de los 7 mts me es imposible subirlo a mano y con la palanca es así). Opto por poner la de cabo, si no agarra por lo menos la paliza será mas leve, después de casi dos horas y un numero que no recuerdo de intentos, el ancla seguía negándose a clavar.
Con los brazos más hinchados que Popeye, después de comerse las espinacas, garreando nos alejábamos, nuestros pensamientos junto con el Golden dejaban aquella pequeña y acogedora bahía, la noche ya estaba próxima y la situación no daba para estar arando el fondo.
Decidimos que nos vamos de allí, nuestra próxima escala estaba a 27 millas, la isla de Monserrat, de las cuales 20 serian nocturnas.
Ponemos las mismas velas que trajimos y salimos de la bahía, el viento con sus 25 nudos sigue esperándonos, el través es duro con olas que siguen queriendo atravesarnos y apartándonos del rumbo, el agua llega con mucha facilidad a cubierta.

Con la llegada de la noche el viento se pone mas contento y se va a los 30 y pico nudos, hacemos puntas de 8 nudos y el GPS nos dice que llegaremos a las 22 h.