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26-09-2013 BAILANDO CON TORMENTAS

Algunas noches importantes

Cada noche antes de irnos a dormir salíamos a cubierta y mirábamos al E, S y SE, si en cualquiera de estas direcciones había rayos, ya sabíamos que el baile estaba asegurado.

18-9-2013  
2:00 h. Segunda tormenta en el río Gambia
Esta nos pilla de sorpresa, el eólico silba que parece que se va a desmontar, salimos de la cama y cada uno ya sabe que hacer, yo me voy directo a atar las aspas, Nuria enciende navegación y me saca el traje de agua, arranco motor y miramos GPS, si la velocidad pasa mas de cinco segundos seguidos de 0,5 nudos es que nos vamos, el viento esta por encima de 35 nudos y las rachas llegan a mas de 45, no garreamos pero estoy dos horas de guardia.

19-09-2013
00:00 h  tercera tormenta en el río Gambia
Esta vemos que llegará, pues a las 20,30 se deja ver en el horizonte, sus rayos la delatan, esta muy lejos y la esperamos. Cuando mas descuidados estamos el eólico comienza a girar, salgo disparado y apenas llego al cabito que uso para atarlo, subido en la barandilla veo que una cosa esta volando a mi altura a casi dos metros y medio por encima de la superficie del agua, cuando me fijo bien es el bote, esta como si fuese una bandera, y eso que el motor que tenemos es de 8 CV. Una vez acabo de atar el eólico me voy a darle mas cabo para pasarlo a sotavento del barco, justo soltarlo veo como se da media vuelta y cae invertido al agua, por un lado salen los remos, por el otro las chanclas, y pasmado veo como la fuerte corriente lo hace desaparecer todo en pocos segundos, mi intención de llevar el bote a sotavento es algo imposible, después de varios intentos no logro moverlo, en cuanto la proa sale del agua el fuerte viento la aplasta y la corriente lo aleja. Decido dejarlo y esperar a que aquello amaine un poco, cuando miro el anemómetro esta en 35 nudos mantenidos, pero las primeras rachas yo creo que pasaron de largo los 50 nudos. La puntilla de todo esto es que la corriente de marea es de mas de 3 nudos, lo que hace que el barco nunca se aproe del todo al viento, con lo cual se queda de través. Las olas a partir de la media hora se ponen bravas y pegando de través se hace muy inseguro pues el casco enfrentado al viento y el mar tira mas de la cuenta del ancla, así que la guardia es indispensable, a las cuatro quedo dormido, el viento ya no pasa de 20 nudos.
A la mañana siguiente el Suzuki esta convertido en una cantimplora con bujías, mas de dos horas liado con el hasta que logro arrancarlo, toda una suerte.
A partir de aquel día el bote nunca mas durmió en el agua, cada tarde después de recoger los toldos lo subíamos a los pescantes y lo inmovilizábamos como para cruzar el atlántico.

26-09-2013
19:30 h  cuarta tormenta en el p… río Gambia
Antes de lo normal vemos los destellos al S y SE, ponemos el defcon en nivel 5, dícese atar el eólico, el traje de agua, navegación conectada, puertecilla de la llave del motor abierta y un cigarrillo antes de la venida de la lluvia. El viento llega como un trailer de 0 a 45 nudos, nos da media vuelta y el GPS marca 1,9 nudos de velocidad, esta vez no hace falta ninguna referencia, garreamos de lo lindo y además contra la motora que se dedica a los charters. Sin pensarlo arranco motor y con 2500 rpm logro enfrentar la proa al viento, aprovecho ese momento y suelto la segunda ancla, sigo al timón intentando que la proa no se aparte del viento. El velero de los alemanes ha desaparecido, veo sus luces de navegación y esta a casi una milla río arriba, nosotros hemos garreado casi media milla con 60 mts de cadena y no me fío ni con la segunda ancla, el lodo no me merece ninguna confianza, el viento ha rolado a N-NE  y la deriva es hacia unos barcos hundidos. Al rato el velero alemán aparece navegando con rumbo al muelle, allí se abarloa a dos grandes pesqueros que lo mantienen a sotavento, mantengo el motor y estoy casi una hora y media con navegación estática, cuando el viento se queda en los 30 nudos dejo trabajar las anclas y estamos agarrados. Esto comenzó a las 20h y son las 1,30 AM es una locura y el pensamiento de irnos comienza a primar sobre todo y ante todo.

6-10-2013
23:00 h quinta tormenta en el…… Gambia
Los rayos vuelven avisarnos que no va ser fácil nuestra estancia, esperamos y aquello parece el final de todas las noches. Se hace esperar y dejamos todo preparado, a las cuatro de la mañana nuestra alarma ( eólico) comienza a sonar. Después de atarlo miro el anemómetro y al viento le falta muy poquitos nudos para llegar a los 60, con toda la cadena echada comenzamos a garrear, esta vez no hay respiro ni para echar la segunda ancla y solo el motor hace que estemos mas o menos sobre la marca, esta dura mas de dos horas y cuando decido apagar el motor las luces del alba ya ilumina el horizonte.

Aquí relatamos las tormentitas mas completas, las normales de lluvia, rayos, y 20 o 25 nudos de viento no merecen la pena ni contarlas. Hasta llegar al Gambia creíamos haber pasado todas las categorías de potencia de estas imprevisibles tormentas, comprobamos que siempre puede haber una un poco mas fuerte.
Cuando llegamos a Dakar en el CVD , nos dijeron que hasta tornados se formaban, para mi, alguna de estas que nos metió hasta en la foto del pasaporte, se trato de eso, pequeños tornados, solo la oscuridad de la noche y la mala visibilidad evitaron que lo comprobara.
Por cierto la única tormenta fuerte que vimos por el día, fue la vez que varamos en el Saloum.
Sentimos no poder mostraros fotos de estas entretenidas noches.



25-09-2013 UN FINAL NO DESEADO


25-9-2013
BANJUL, un final no deseado

Llevábamos algo mas de una semana y ya sabíamos identificar a los pesados guías, los denominamos los “ whats your name”, cuando oíamos esta frase (¿como te llamas? ) nos cambiaba la cara y mas de una vez la antipatía brotaba de nuestros poros.
Pero claro estos los hay de varias categorías, pesados, superpesados, mega pesados y extrahipermegapesados. Estos últimos además son mas simpáticos que los delfines de los parques acuáticos, los muy bandidos se saben ganarte y así fue que un día buscando un sitio para comprar un pen para conectarnos a Internet apareció Lamin. Vaya tela con el oficio de este “whats your name” creo que fue al que mas antipáticamente le conteste y enseguida el dijo, ¡tranquilooooooo¡ yo no quiero dinero, la madre que lo parió, en fin también tenemos que decir que gracias a el tuvimos el pen.
En todo Banjul no hubo manera de encontrar el pen, y el nos dijo que en Serrekunda lo encontraríamos que si le pagábamos el transporte nos llevaba, allá que nos fuimos con Lamin.

comenzamos a seguir a Lamin
Por Serrekunda ya habíamos pasado varias veces, pero el decía Serrekunda Market, cuando llegamos abandonamos la calle principal y nos comienza a meter por unos callejones muy estrechos, por momentos parecía que nos iba a atracar en aquellos pasadizos.


en estas avenidas aun habia luz del sol y !mi amor con la cruz a cuestas¡
De repente aparecemos en el mercadillo mas grande que jamás hayamos visto, si en Albert Market te podías perder, allí no te encontraba ni Lobaton. Nos indico que a partir de aquel momento todo lo que llevásemos en los bolsillos tuviésemos extremo cuidado. El mercadillo estaba muy bien organizado y distribuido por comercios, frutas, pescado, chanclas, artesanías, textil, confección, todo lo imaginable lo podías comprar allí. Cuando llegamos a la sección de electrónica, todo sujeto que había tenia un teléfono movil desmontado en una mano y otro funcionando en la otra, como ya esperábamos el Lamin entro en la tienda, en lengua mandinga concreto su comisión con el dependiente y luego nos dejo el regateo. Cuando nos dijo el precio, directamente nos levantamos y le dijimos que solo llegábamos a una tercera parte, el dependiente dijo imposible y salimos de allí. No habíamos dado dos pasos y nos vuelve a llamar, nos dice que tiene uno de ocasión que vale lo que le ofrecemos, después de comprobar que funciona nos lo quedamos, toda esta operación requirió un tiempo de casi hora y media, mas el trayecto de minibuses.



unos arenques
como veis el pescado esta fresco
Caminar por la ciudad de Banjul, requería unas dosis extras de vitaminas, entereza física y mental. Los súper estaban a casi tres kms, y las pocas aceras con sombras estaban siempre ocupadas por hombres que parecían esperar lo inesperable. Esto nos obligaba a ir bajo aquel intenso sol, el cerebro se nos quedaba como una palomita de maíz, seco arrugado y de ese tamaño, tanto es así que un día sabiendo que en el otro súper las latas de piña las vendían a 15 céntimos las acabamos comprando a 30, después de tener las latas pagadas y estar en la calle nos miramos y el comentario fue: si no engañamos nosotros a nosotros mismos, como no nos van a engañar ellos, madre mía que empanadura mental cogiamos por aquella ciudad.




Una mañana vemos que de los manglares aparece un velero, por la pinta que tiene es un trasmundista y la emoción nos desborda, llevamos casi cuatro meses sin ver a ningún navegante.


 Fondean a escasos metros nuestro y no les hacemos esperar, agarramos el bote y allá que vamos. Son una pareja con dos nenas, una de 9 años y otra de cuatro, él alemán y ella escocesa, llevan una semana mas que nosotros y quieren irse río arriba, nos dicen que nos vayamos con ellos, pero nuestra intención es abandonar Africa. Si no hubiésemos tenido el lío de las redes creo que hubiésemos ido, pero yo estaba ya cansado de mantener el estado de alarma con las tormentas cada noche y Nuria estaba muy muy harta de aquellas gentes y aquel extremo clima. Ya habíamos comenzado a limpiar el casco y la idea era irremplazable, irnos a Cabo Verde. En sus caras notamos una cierta decepción pero comprendieron nuestra posición, ellos estaban recién llegados al continente, nosotros llevábamos 4 meses y estábamos agotados. Mentalmente nos quedaba muy poca fortaleza, mi cordialidad ya había desaparecido y andaba por la ciudad como un pistolero, cabreado y de mal humor, aquello no era nada sano y por parte de Nuria su desilusión llegaba hasta el extremo de no querer ni seguir navegando, había que cortar aquel malestar y las aspirinas no eran la medicina mas adecuada.
El gasoil, esa mision casi imposible
Al día siguiente ellos tomaron rumbo río arriba y desaparecieron en el horizonte. Nosotros continuamos con los trabajos a bordo y con el tema de llenar de gasoil el barco.
En principio el gasoil lo debíamos de comprar en la estación de servicio y con bidones llevarlo al barco, esto nos lo decía Ibrahim, que el se prestaba a hacer el transporte. Pero nos fijamos que en el muelle donde desembarcábamos con el bote, había un poste de gasoil, pedimos información y nos dijeron que pertenecía a una empresa, sus oficinas estaban dentro del recinto portuario, allí que nos fuimos.
En principio nos decía que debían de ser 1000 l., pues la bomba la tenían estropeada y el combustible lo traía en un camión cisterna, pero que el precio aun no lo sabía y habíamos de volver.
Al siguiente día nos dice que es imposible poner solo 600 l. que el camión no viene si no es por los 1000, si no es esa cantidad habremos de usar los bidones y el precio será a 1,5 euros, nuestra contestación fue que a ese precio no comprábamos.
Al cabo de unos días nos llama y nos dice que la lancha que se dedica a los charters quiere poner 400 l. y con nuestros 600 logramos sumar los dichosos 1000 l.
Después de mas reuniones que para el tratado de paz en Palestina, logramos acordar el precio, en principio nos querían cobrar a casi 1.40. En aquella reunión les dije que lo olvidaran que nos íbamos al puerto de Dakar, que allí no los dejaban sin tasas y que 600 litros era mucho dinero para pagarlo a ese precio. Aquello se ve que les dolió y en la siguiente reunión lo bajaron a 1,20 euros, suerte por que lo de Dakar nunca dejo de ser mas que un bulo. Quedamos de acuerdo y cuando llego el día, después de estar casi dos horas dando vueltas esperando el hueco para amarrar, por fin el tanque del gasoil estaba lleno.
Ahí es cuando de verdad nos sorprendimos, el chico después de hacer unos cálculos en un papel, nos dice que nos lo deja mas barato, al final a 1,10 euros. Desde luego que a estas gentes no hay por donde pillarla, en fin, aquella aventura petrolera increíblemente salio bien.

1º intento de poner gasoil, despues de dos horas no fue posible

a la espera para llenar el deposito de gasoil en el muelle comercial

por fin tenemos el gasoil
Limpiar el casco de caracoles y otras faunas no fue una tarea fácil, la malísima visibilidad del agua unido a las corrientes hacían muy complicada la misión. Al final pasamos un cabo que atravesaba la manga del Golden y agarrado a el podía mantenerme en el sitio, aun así me costo casi 9 horas quitarle aquella rugosa piel, empecé que apenas daba dos rascadas y tenia que salir a respirar y casi acabo fumando debajo el agua.
Solo nos quedaba subir al palo, poner la driza del genova que se rompió al segundo día de dejar Fuerteventura y arreglar la veleta, que una graciosa ave acuática la había girado y nos tenia mareados de las vueltas que daba.




Con mas ansia que otra cosa pusimos fecha a la salida de Gambia, nos quedaban cuatro días y una compra mas o menos importante de alimentos y bebidas. En la puerta del súper con los packs de agua y las bolsas de alimentos esperamos un taxi, el precio para toda la ciudad es de 1 euro. Después de casi 20 minutos de espera aparece uno y nos dice que 1,5 euros, nosotros que andamos mas que quemados con la ostia de pagar siempre mas, le decimos que es un aprovechado y el tipo con todo su rostro dice que los paquetes pesan y tiene que cobrar un plus. Lo que nos molestaba no era los 50 céntimos de más, sino el hecho de tener que pagar mas, por que ellos crean que somos tontos.
El ultimo día con los pasaportes sellados y las ultimas compras hechas, se nos olvido la mantequilla encima del mostrador del súper, agarramos el bote para ir a buscarla y en medio del trayecto comienza a echar un sospechoso humo blanco. Aquello pintaba muy feo, como mínimo la junta de culata, nos quedaba ese ultimo viaje y esperábamos que cuando volviésemos la corriente hubiera aflojado su velocidad, a remo seria muy complicado llegar al barco.
Cuando estamos de vuelta en el muelle y tras otra pelea con otro taxista, decía que entrar al puerto nos costaba dos euros mas, yo me desentendí por que andaba mas que calentito y no quería tener ningún problema, mi amor quedo con él y después de unos minutos acordaron que 50 céntimos estaba bien.
Parecía que la corriente ya no tenia tanta fuerza, arrancamos el maltrecho motor y antes de hacer una decena de metros se cala, con los remos nos hacemos los valientes, el Golden se iba alejando y nuestro rumbo era para Cabo Verde, cada vez las remadas eran menos potentes y suerte de nuestros amigos de la armada que nos vieron y vinieron a remolcarnos, una vez mas a ultima hora el fuera borda nos dejaba tirados.
Este fue el ultimo desembarco en Africa, mañana a una hora que no es la mas propicia y con una previsión metereologica en la que el alisio lo tendremos a dos días, partiremos hacia la isla de Sal, primaba mas el irnos que el como.


Llegamos con la intención de recorrer el río y visitar sus increíbles islas llenas de fauna, pero los sucesos con los pescadores, aquella noche cuando apenas habíamos entrado al río Gambia, colmaron el vaso de las desventuras, hicieron que mi amor quedara fuera de cobertura, algo que yo entendí perfectamente, así fue como toda nuestra ilusión por ver y descubrir nuevos lugares quedo atrapada en aquellas redes.
La inseguridad creada a bordo fue mas fuerte que nuestro espíritu aventurero, logrando deformar cualquier visión que pudiésemos tener de aquel pacifico país.
De hecho en las tres semanas que estuvimos nunca tuvimos problema alguno con la seguridad, ni siquiera el bote que nunca lo dejamos asegurado en el muelle.
Nuestra estancia en Gambia se torno en un simple trámite de espera, para preparar el barco y que las condiciones meteorológicas cambiaran para irnos Cabo Verde.

ultima noche en Banjul




18-09-2013 BANJUL sorpresa,sorpresa

18-09-2013
Banjul  !toda una sorpresa¡

Ibrahim ya esta esperando en el muelle, este hombre dice trabajar en el puerto, es el pesado que ayer nos hizo bajar a tierra y nos acompaño para hacer la entrada al país.
Hoy toca aduanas y oficina del puerto, con él de guía nos dirigimos a aduanas, una vez en los despachos vemos que cada mesa dispone de ordenador, para que lo usan, no lo sabemos, pues toda la documentación la rellenamos nosotros y a mano. Al ser por duplicado y ante la falta de hojas de calcar lo tenemos que hacer dos veces. La pelea con los bolígrafos sigue vigente y el agente que nos atiende dice no entender como no llevamos un bolígrafo… con algún que otro refunfuño nos presta el suyo.
Después de acabar con la documentación nos pasan con el oficial al mando y este dice que quiere subir al barco para hacer la inspección. Nosotros, sin problemas le decimos que adelante, nos sube en su vehiculo y nos dirigimos al muelle de los pescadores donde el Golden esta fondeado. Cuando el oficial ve el bote neumático y lo lejos que esta el barco de tierra, sin cortarse lo mas mínimo nos dice que no va a subir a bordo, y ¿que tenemos para regalarle? Mi amor que llevaba otra botella de vino se la da y el tipo parece ofenderse, la coge da dos vueltas sobre si mismo y nos la devuelve, nos pregunta si no tenemos otra cosa y le decimos que no. Se queda pensando y nos lleva de vuelta a la oficina, allí pone la firma en la documentación y nos da la bienvenida al país, nosotros salimos de allí pensando que vaya rostro que se gastan los agentes de aduanas gambianos.
Ibrahim nos conduce a las oficinas del puerto, allí todos parecen almirantes, con trajes de marineros. Nos hacen varias preguntas, ¿de donde venimos? a ¿donde vamos?, ¿cuantos días estaremos? y nos dan instrucciones para recorrer el río y sus islas, eso si todos muy correctos y simpáticos, previo pago de 12 euros y rellenar unos formularios por fin estamos legales en Gambia.
Le decimos a nuestro guía que queremos tomar unas cervezas bien frías, nos sorprendemos de su sorpresa, no sabe donde hay un bar, ¡es increíble! Después de preguntar en varios sitios le van indicando y acabamos en una casa particular sentados en un sofá, nos miramos los dos y claro aquello es para partirse el pelo. Después de esperar varios minutos aparece una chica y cuando le decimos lo que deseamos nos dice que cerveza no, salimos y resulta que Ibrahim se había confundido. Vuelta a la calle y dos puertas mas abajo es el bar, entramos y no sabemos muy bien si nos hemos vuelto a equivocar, la única pista son las cajas de cervezas en el patio. Sentados debajo de un tejadillo nos sirven dos cervezas, el lugar bien pintoresco jamás lo hubiésemos localizado por nosotros mismos. Con los días comprobamos que en todo Banjul solo hay dos sitios para tomar cerveza, su población es prácticamente de mayoría musulmana y en la calle esta muy difícil el consumo de alcohol.

a la derecha Ibrahim
Nos despedimos de nuestro guía y le damos una propina, aunque ya veníamos avisados de estos sujetos que se te arriman y quieren hacerte de guía hasta para orinar, la verdad es que entre la gran calor que hace y las vueltas que tienes que dar nos facilito mucho la tarea.
Ellos van haciendo de intermediarios en todas las compras que hagas, primero pactan en su dialecto para que no te enteres de nada y luego te dejan que empieces con el regateo.  Te llevan a los comercios que les interesa, donde ya tienen prefijada su comisión, todo esto es a escondidas y si el hecho de pagar un poco mas nos resultaba molesto, el que te tomen por “blanco-tonto” nos hacia tener algún que otro cabreo interior.
Un ejemplo: para aduanas nos hacían falta fotocopias de los pasaportes sellados y de la documentación del barco, este Ibrahim nos llevo a la conchinchina y además a paso de legionario, esto hace que vayas con la frente como una fuente, chorreando agua, y el cerebro solo ocupado en la respiración y de ir por las sombras, cuando por fin llegas al sitio a tu inteligencia aun le quedan mas de diez minutos para llegar.
Resultado: nos cobraron casi 6 euros por las fotocopias. Por el camino yo veía como dejábamos atrás sitios donde hacían fotocopias, después cuando te relajas y refrescas, caes en la cuenta y te cagas dentro de tu frente por ser tan “abobao”.
Una vez solos, decidimos recorrer un poco las calles, la impresión que nos dio es un poco rara, no sabes si la ciudad esta siendo o ha sido bombardeada, si la están construyendo o destruyendo, todas sus calles son verdaderos pastizales de barro y agua, los edificios, quitando los bancos y los dedicados a la telefonía movil que son de nueva construcción y están muy conservados, el resto parecen abandonados o estar construidos con restos conseguidos en chatarrerías.








Pensamos como se lo montan en las agencias de viajes para decir que Banjul es increíblemente bonito, de hecho el turismo a esta ciudad no llega, nunca vimos más blancos que nosotros mismos.
Si en Senegal, nos asombraba la cantidad de comercios que podía haber, aquí era una locura. Todos los comercios con cara y ojos, están regidos por libaneses, el resto son ventas ambulantes o pequeños colmados, la impresión es que a Banjul viene mas de media África a comprar.





Caminar se hace muy duro, acabamos los dos empapados en sudor y con un cansancio similar al de haber corrido una maratón.
Comprobamos que las verduras y hortalizas están igual o peor que en Senegal, eso si hay dos supermercados y un gran mercado, el Royal Albert Market, un laberinto de puestos en el que te puedes llegar a perder y desorientar muy fácil, lo que no encuentres aquí, no lo habrá en todo Banjul.



a la izquierda Lamin


En el muelle donde dejamos el auxiliar conocemos a Aliu, un marine de las fuerzas navales de Gambia, dice ser el piloto de una de las patrulleras que tenemos al lado. Nos pregunta si nos hace falta agua para el barco y se presta a traerla, nos pide el bote y las garrafas y en menos de media hora vuelve con 130 litros, nos dice que las vaciemos que va a por mas y dicho y hecho, aquello nos deja patidifusos. Al día siguiente viene en el bote que ellos usaban para los cambios de guardia y dice si puede ver el barco y charlar un rato con nosotros. Nos explica muchas cosas de Gambia y después de un buen rato se va. Nosotros nos miramos y los dos pensamos lo mismos, otro samaritano que ya veremos por donde saldrá.






Así pasaban los días y Aliu nos traía mas agua, pescado que le regalaban los pescadores y cada tarde nos tomábamos un café y charlábamos. Una de aquellas tardes le digo que me resulta muy extraño su hospitalidad y que ya estamos muy mosqueados, que siempre nos ha salido rana el príncipe, se nos queda mirando y nos contesta que él lo hace por que su país tenga buena imagen y que se siente mejor consigo mismo ayudando a los demás. Nosotros seguimos desconfiando, son demasiados meses en aquellas tierras para no hacerlo, aun así le regalamos un traje de agua, una botella de vino que también rechazo de primeras y al final se acabo llevando y tabaco, todo ello sin ningún pesar, el chico desde luego se lo gano a pulso.
Tener aquellas tres patrulleras fondeadas a escasos mts de nosotros, daba una seguridad que nos hacia falta, si hasta la fecha nunca habíamos padecido percance alguno, desde la noche de las redes, a bordo siempre hubo un halo de inseguridad.
Aliu se encargo de restar importancia al suceso y poco a poco devolvernos la tranquilidad.
El fue quien nos informo que a pocos kms estaba la “SECOND CITY” ciudad enteramente construida para los turistas y que allí había grandes supermercados donde habían todo tipo de productos. También nos oriento sobre los precios, confirmo lo que ya sabíamos, si tu piel es blanca los tomates o lo que sea, lo vas a pagar mas caro, también del coste de los taxis, minibuses, y sobre todo de los famosos guías.
Nuestra necesidad de comprar alimentos seguía en pie y allá que nos fuimos a la “ second city”, también llamada Senegambia. Con un minibus y dos taxis que nos costaron 2,5 euros, llegamos a la famosa ciudad, una vez en los súper comprobamos que la variedad de alimentos es nula y sus precios mas caros que en Banjul.


Suerte que íbamos informados de los precios, hubo algún taxista que nos quiso cobrar hasta cinco veces mas, es un descaro de gente, llegamos a pensar que el cuento de pinocho esta equivocado, pinocho no era italiano sino musulmán. Vaya manera de convertir la mentira en cultura, no acabamos de entender como se puede pedir hasta cinco veces mas por una cosa y luego bajarse los pantalones y venderlo por menos de un tercio, eso para nosotros es engañar, ni regateo ni leches.  
Eso si aquello parecía Salou, lleno de hoteles, restaurantes, tiendas de souvenirs, en la calle principal hasta pizzerías. En una de ellas acabamos comiendo y la verdad que estuvo muy bien, de bebida por fin unas cervezas, todo un lujo, el precio 2 pizzas, 4 cervezas y un café 14 euros, los precios también eran los de Salou.
Aquí comprobamos como el turismo es traído desde el aeropuerto y no tiene nada que ver con la capital, todo esta hecho por y para los blancos, empaquetados turisticamente hablando.

14-9-2013 LA TRAVESIA MAS COMPLICADA Y EXTRAÑA HASTA EL MOMENTO

14-09-2013
Travesía desde el río Casamance (Senegal)  a Banjul  (Gambia)

Salida                     :   Zinguichor         12º 35’ 334”    N     16º 16’ 460” W
Destino                   :   Banjul                13º 26’ 403”    N     16º 34’ 824”
Distancia                :   130 millas
Rumbo                    :  En los rios todos, en el océano del 000º al 0010º
Duracion estimada  :  1 día  y 8 horas
Duracion real          :  3 días y 8 horas

Y llego el día de abandonar Senegal, la mañana como casi todas desde hace mas de dos meses se presenta muy nublada. Esperamos que la marea quede en reposo para levar ancla y cuando la cadena comienza a salir del agua junto con ella viene una selva de algas. En apenas tres semanas se ha convertido en una verdadera liana, con la experiencia de Foundiogne, antes de guardarla en el pozo dedico un buen ratito a limpiarla, a saber que aroma nos dejaría una vez seca. El roce en la piel de aquellas algas me produjo algún picor que otro.



Ponemos proa al canal y nos preguntamos donde nos cruzaremos con el ferry, pues hoy sabemos que llega de Dakar y también sabemos que el es de hierro muy grande y no se apartara.
Un ligero viento del E con 10 nudos nos ayuda a conseguir un extra de velocidad, algo de lo que el forrado casco del Golden carece, si la cadena del ancla esta así, ¿como estará el casco?
La visibilidad es buena y a la hora y media vemos venir el ferry, por suerte nos cruzamos en un sitio amplio y sin problema alguno.




A las 15 h comienzan las lluvias, nos queda algo más de dos horas para que la corriente se convierta en algo muy costoso de remontar y nuestra idea es avanzar lo máximo posible hacia el delta.



A las 17 h la velocidad comienza a decaer y apenas logramos hacer 3 nudos, nos quedan unas 15 millas hasta la boya de aguas profundas, la lluvia sigue con su discurso y cuando la corriente comience a crecer río arriba nos resultara imposible. Buscamos un sitio para fondear y pasar la noche, pasado el poblado de Point Sant George nos apartamos del canal y a 4 mts de fondo anclamos. La lluvia sigue escribiendo su libro y cuando la oscuridad reina, los rayos comienzan con su espectáculo de luces, nos vamos a dormir y una de las orejas siempre queda en guardia, si el eólico comienza a silbar ya sabemos lo que tocara, logramos pasar la noche sin sobresaltos.
A las 8,30 levamos ancla nos dirigimos de nuevo al canal y por el SW un gran cumulonimbo nos da los buenos días, nuestro rumbo es directo hacia el y en apenas una hora lo tenemos ventilándonos la proa con rachas de 25 nudos, es justo lo que necesitábamos para correr un poco menos. Nuestro temor es que en el revirado canal y con la poca respuesta del Golden nos complique la salida, esta vez los queridos dioses nos dan un respiro y justo a una milla del canal, el viento queda en 10 nudos.
Logramos salir de aquel delta y ponemos rumbo N, el SW después de la perturbación sigue con sus 10 nuditos, sin quitar el motor conseguimos la extraordinaria media de 4 nudos.
El océano esta tranquilo y un leve mar de fondo nos acompaña, al mediodía vemos cetáceos que por el tamaño de sus aletas y lomos no pueden ser delfines, efectivamente los chorros de vapor nos aseguran que son ballenas, están muy distantes y las fotos ni las intentamos, pero rompen el lento pasar de las millas, al atardecer la puesta del sol nos regala una paleta de colores digna de ser pintada.






La noche transcurre sin problemas, apenas vemos OFNIS ni cayucos, a las doce  hacemos el cambio de guardia y me voy a dormir un rato, solo hay unos grandes pesqueros al NO, y fuera de nuestro rumbo.
A las tres y media mi amor me llama que esta todo lleno de lucecitas, cuando asomo la cabeza la primera idea que me viene es fondear, esta todo lleno de pilotitos, de todos los colores e intermitencias, es como la feria de Abril pero flotante, cuando la vista se adecua a la oscuridad veo que nuestra escasa velocidad da suficiente tiempo para sortear aquella gincana de piraguas.
Cada milla que recorremos los cambios de rumbos se hacen mas continuos, a las 4 de la mañana nos hacen luces con una linterna desde un cayuco y no queremos saber nada de ellos. Las señales no cesan y me hacen estar en guardia, con el reflejo de las luces de proa, en el agua veo unas boyitas que atraviesan nuestro rumbo, cuando las neuronas acaban de comunicarse me avisan que es una red, rápidamente corto motor quito el piloto y giro a estribor, el genova se acuartela y quedamos abarloados a la red, la corriente se encarga de que en pocos minutos estemos pescados. Recogemos el genova y comienzo a pensar como salir de allí, el motor queda descartado y por momentos aquella interminable red parecía desprenderse, hicimos varios intentos con el genova pero sin éxito alguno, la red es de deriva y junto a ella nos movemos a 0,5 nudos, los cayucos que están por el camino se van apartando, dejamos las luces de cubierta encendidas y ante la imposibilidad de hacer nada decidimos dormir.
A las 7 de la mañana unas voces nos despiertan, son los pescadores, miro lo que hacen y veo que se dirigen con el fuera borda arrancado a pasar por encima de la propia red, mi pensamiento enseguida es que la van a romper y me dirán que hemos sido nosotros, comienzo a gritarles y justo cuando el fuera borda va alcanzar la línea de flotación de la red, el patrón lo levanta y pasan al otro lado, el tío sin inmutarse da dos vueltas al Golden, mira como esta el enredo y en apenas ¾ de hora nos libera del enredo, me quedo maravillado con el arte de estos hombres.
La red sale llena de pescado y cuando podemos arrancar uno de los tripulantes me pide la defensa que yo ponía para los posibles abordajes, tan simpáticos me cayeron que les regalamos una.
Continuamos nuestra ruta y aquellas tres enredadas horas habían roto una vez mas nuestros cálculos de llegar al Gambia con la marea llenante.
Efectivamente cuando llegamos a la primera boya que señala el canal de entrada la corriente ya no es favorable, son las once de la mañana y hasta las cinco de la tarde no cambiara, toca echar el ancla, con el fondeo de cabo a 10 mts de profundidad quedamos a la espera.
El sol es de tostar cacahuetes o lo que le pongan, y con aquellas aguas tan transparentes pienso en aprovechar y rascar el casco, me pongo un neopreno para evitar heridas y cuando me tiro al agua apenas puedo sujetarme al cabo que previamente habíamos echado, la corriente me hace estar en el agua como superman va por el aire, imposible de llegar al casco, con la calma y mucho calor decidimos de pasar esas horitas.
A las cinco más puntual que el AVE llega la marea, levamos ancla y ponemos rumbo a Banjul, nos quedan 22 millas y apenas dos horas de sol, mala combinación para los escasos 4,5 nudos que hacemos, aun así decidimos aprovechar la luz del día y recorrer lo máximo que podamos.
Por estribor nos alcanza un mercante y ante la falta de balizas nos fijamos en su rumbo para saber hacia donde apuntar la proa, se acerca el atardecer y el mercante con rumbo E nos ayuda a saber la orientación del canal. En apenas media hora y como siempre por la proa vemos aparecer en el horizonte unos algodoncitos de color negro que se comienzan a estirar y cambiar de forma muy rápidamente. Antes de hacer ningún calculo el mercante es engullido en la mas absoluta oscuridad, el viento pasa de los 10 nudos de SW a 25 nudos del E,  por proa, ¡claro¡ La oscuridad mas negra y oscura nos cubre, como el rumbo hasta el mercante lo teníamos y la distancia era de unas 3 millas, decido seguir navegando y no fondear ante aquel tormenton. El viento con rachas de 35 nudos y de la mano de la omnipresente lluvia hace que sea un poco complicado ver algo, habíamos recorrido dos millas y cuando me fijo a unos diez grados a estribor veo unas luces intermitente de color verde y rojo, pienso que son las balizas del canal y pongo proa hacia ellas. Aquellas luces enseguida son seguidas con muchos destellos blancos, mis neuronas vuelven a reunirse y me comunican que es un cayuco y que seguramente las luces blancas es la linternita que me avisan de redes, antes de que las neuronas se comuniquen he virado y nuestro rumbo ha pasado de E al W. Ahora si que si fondeamos, otra vez con diez metros de fondo y sin apenas ver nada, cuando el cabo se tensa ponemos marca y afortunadamente el ancla agarra sin problemas. Unas dos horitas de espera a que aquello se tranquilice un poco, la visibilidad vuelve aparecer y estamos fondeados a escasa media milla del mercante que también tuvo que fondear.
Cenamos y la idea de navegar de noche ni se nos pasa por la cabeza, nos vamos a dormir y por lo menos el horario de mareas sabemos que lo tenemos a favor pues a las seis de la mañana será llenante.
A las doce de la noche unas voces nos despiertan, salgo a cubierta y un cayuco anda dando vueltas alrededor nuestro y alumbrando con linternas, logro entenderle y me dicen que nos hemos de mover dos kms, le explico que nuestro fondeo es manual, que estamos muy cansados y que con aquellas olas no puedo recogerlo, me dicen algo que no entiendo y creo que ellos a mi menos, después de un rato se van y vuelta a dormir.
A las dos de la mañana unos extraños ruidos nos sacan del sueño, en proa veo un cayuco, enciendo la luz de cubierta y un “ME CAGO EN LA P….. OSTIA” sale de mis adentros, una red sube por el fondeo y nos esta rodeando, ellos agarrados a nuestra borda intentan quitarla, cuando llego a la proa un terrible enredo de cadena, amarra, ancla y red hacen que no entienda muy bien lo que esta ocurriendo. Cuando logro aclararme veo que la red arrastrada por la fuerte corriente ha subido por el fondeo hasta el balcón de proa y se ha enredado con el segundo ancla y su cadena. Ellos intenta deshacer aquello y me piden un cuchillo, se me enciende la bombillita de las ideas y les digo que podemos soltarla, si suelto la amarra del fondeo y la pasamos por el medio de la red. En mi pensamiento esta que si la cortan luego querrán que la paguemos, sin llegar a darme tiempo a nada ya están cortando la red, recogiendo los dos extremos logran quitarla de nuestro alrededor y extrañamente se marchan sin pedir nada. Me quedo en cubierta sin saber que pensar y después de unos minutos viendo como se alejan volvemos a la cama. Llevamos dos noches casi sin pegar ojo y parece que toca otra mas, son las 3 de la mañana y a las siete como muy tarde hemos de estar en pie.
Cuando logramos coger el sueño otros ruidos extraños nos despiertan, yo pienso que es el cambio de marea y son los roces del borneo, Nuria sale a cubierta y me dice que hay otra red enganchada en proa, de vuelta con la lucha. Después de ver la situación, estamos como hace casi dos horas, otra red de deriva se ha venido fondeo arriba hasta llegar al botalón, la fuerte corriente hace que sea imposible tirar de ella, cuando enciendo las luces de cubierta veo que una garrafa blanca marca el extremo de la red, esta a escasos 50 metros por estribor, una de la boyitas de flotación de la red esta enredada en la amarra del fondeo y es la que impide que la red siga desplazándose , busco un arco de sierra y corto la boyita, la red enseguida comienza a correr y coge tal velocidad que boyita que llega a la amarra acaba desintegrándose, apenas unos minutos y la red desaparece, tranquilo por que no he tenido que romperla y además estamos libres, volvemos a la cama.
Es la tercera red que hemos enganchado en apenas 24 horas, estamos mas que cansados y son casi las cuatro de la mañana. Cuando apagamos todas las luces y nos vamos a la cama otras voces nos gritan, vuelvo a salir y otro cayuco, esta vez les digo que o se van o llamo a la policía, para mis adentros pensaba anda que no esta lejos el 091,
Vuelvo a encender las luces de cubierta y voy a proa, el cayuco esta amarrado a nuestro fondeo y me dicen en francés, que les he cortado la red, me hago el tonto y les digo que somos españoles y no les entiendo, ellos me hacen señas con un trozo de red y un cuchillo, les digo que no y comenzamos a discutir, mientras el patrón del cayuco habla conmigo veo como los tripulantes están sacando nuestro fondeo, por mi cabeza pasa que se quieren llevar el ancla. Le digo a Nuria que llame por la VHF al puerto de Banjul y les explique lo que nos esta sucediendo, salgo a cubierta y  les digo que estamos muy cansado y que si tienen algún problema mañana lo solucionamos, por la VHF no hay contestación alguna. Mi amor es un flan encima de una lavadora coja centrifugando, después de casi media hora me enseñan nuestro fondeo con otra red enganchada, cuando comprendo lo que estaban haciendo me quedo mas tranquilo, los muy bandidos habían estado enganchando un trozo de red a propósito, les vuelvo a decir que mañana lo solucionamos y después de desenganchar la red y soltar nuestro fondeo se van y fondean a una milla escasa.
Cuando entro mi amor es un trocito de persona temblando con el cuchillo jamonero que aun guarda bajo la cama en una mano y un martillo en la otra, cuando le digo que ya ha pasado todo, explota en llantos, la abrazo y espero a que se tranquilice, aquello no es para menos, que explicación le podía dar ante tal avalancha de sucesos, en aquel momento ya no me quedaban mas dioses para cagarme, y solo pude mantener la calma e intentar dar paz en aquella guerra de miserias, redes y pescadores.
Para mi aquello nunca represento mas amenaza que una sucia treta para sacarnos los euros, pero entiendo perfectamente el terrible estado en el que lograron dejar los nervios de mi amor. Ella pensaba que eran piratas y por su imaginación pasaron todo tipo de cosas, creía que nos atacarían, que subirían al Golden, y que todo había terminado. Estaba realmente asustada y solo quería salir de allí.
A las 8,30  levamos ancla, habíamos perdido casi dos hora de marea, y nada mas emprender la navegación el dichoso cayuco ya estaba a escasos metros. El patrón me pedía dinero, combustible, yo le señalaba el rumbo a Banjul y le decía que nos siguiera, que allí lo íbamos a arreglar todo, mi intención era ir directamente a la policía y denunciarlos por hijos de la gran P…, durante una milla anduvo dando vueltas y reprochándonos a gritos que le habíamos roto la red.
Pendiente del rumbo y de ver una baliza que nos confirmara nuestra navegación por el canal apenas les hacíamos caso, en una de las veces que se acercaron mi amor exploto y les dijo que se alejaran, creo que se asustaron cuando la chicarrona del norte saco su genio, poco a poco fueron alejándose resignados que en aquella ocasión lo único que habían conseguido fue jodernos la madrugada y asustar a Nuria.
Nos quedaban 11 millas y apenas lográbamos hacer 4 nudos de velocidad, haciendo cálculos la marea vaciante nos volvía a pillar, y así fue apenas a dos millas del previsto fondeo, la velocidad que hacíamos era de 1,5 nudos a 2200 rpm, imposible de intentarlo, por curiosidad di media vuelta y el Golden sin motor hacia casi 4 nudos, aquello era un verdadero río. Tocaba volver a fondear eran las 13 h y ya quedaba muy poco de nosotros,  salimos del canal y el ancla volvía a detenernos, con la calculadora en la mano la corriente no cambiaria hasta las 17 h. El sol ajeno a todo lo que llevamos encima se puso pesadito y nos tuvo a 35 graditos hasta las 16 h que la corriente dejo de ser tan extrema. Levamos anclas y en una hora estábamos fondeados delante del puerto comercial de Banjul. Por fin habíamos llegado, las 130 millas nos costaron mas de 80 horas, 4 fondeos y 4 enredadas.
Nuestra intención era de todo menos bajar a tierra a arreglar los papeles, tumbados en cubierta reflexionando sobre aquella extraña y sobre todo enredada travesía oímos unas voces que nos llaman desde tierra, agarro los prismáticos y es un tipo haciéndonos señales, le decimos que no necesitamos nada y que mañana será otro día, son las seis de la tarde y nada nos hará movernos de allí.
A la media hora aquellas voces vuelven a llamarnos, cuando miramos esta vez el tipo esta acompañado por dos sujetos con uniforme, al final logramos entender y se trata de inmigración y nos están diciendo que hemos de bajar a tierra. Resignados bajamos el bote y a remo nos dirigimos al muelle, una vez allí nos dicen que hemos de hacer la entrada si o si. Una caminata de casi dos kms hasta la oficina de inmigración, después de rellenar los papeles y sellar los pasaportes nos informan que hay que pagar 50 euros, claro nosotros ni euros ni nada encima, les digo si no es posible arreglarlo mañana que llevamos desde el sábado navegando y nos dicen que no. Total otro km hasta el banco mas cercano. De vuelta en la oficina de inmigración y previo pago, nos dicen si no tenemos una botella de vino para darles, aquello era de chiste, le decimos que mañana le traeremos una, después de casi una hora estamos listos, aduanas y oficinas del puerto por suerte ya han cerrado y quedan para mañana.
Volvemos a bordo y el día ya no dio para mas, la única energía disponible era para ducharnos y caer cadáveres en la cama, no teníamos ganas ni de celebrar la llegada ni de hacer reflexión alguna.







15-09-2013 FOTOS EN ZINGUICHOR

Aqui os dejamos unas fotos mas de nuestra estancia en Senegal


Cuando podiamos nos inchabamos de gambas

Esto fue un extra no volvimos a encontrar pulpo

Y otra vez gambas, ahora con fideos

Tuve que invertarme una sopa senegalesa con los escasos productos


Mi amor amenizandome las noches africanas





















Este hombre tendría mas de 70 años y cada dia a remo salia a echar la red