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25-10-2013 ISLA DE BOAVISTA 1ª PARTE

29-10-2013

Salida       Isla de Sal            Bahía de Palmeiras     16º 45’ 803” N     22º 58’ 803” W
Destino    Isla de Boavista    Porto de Sal Rei          16º 09’ 855” N     22º 55’ 113” W
Distancia  35 millas
Rumbo      173º
Duracion  estimada              7 horas
Duración   real                     6 horas 30 minutos

Ocho de la mañana cielos muy nublados, la sensación es de invierno aunque la temperatura es de 26º, antes que el alisio comience a enseñar los dientes nos liamos a levantar las dos anclas que tenemos en el fondo, el trauma del garreo nos tiene tocados y ante la duda pues dos anclas mejo que una.
Después de una media horita estamos libres, siempre me gusto hacer una buena sesión de pesas recién levantado y a falta de gimnasio por los alrededores pues ahí, que con dos anclas, ostia.



Salimos a motor para probar que aquel fallo de los altibajos en las rpm. fuese efectivamente los filtros, cuando la temperatura de trabajo es optima subimos las vueltas hasta las 2800, prácticamente el tope por la hélice con tan poco paso que llevamos instalada, al cabo de media hora y como un reloj el motor sigue empujando sin titubeos,
El viento del NE instalado en los 15-20 nudos nos invita a que saquemos los capotes y le demos unos pases, con el genova comenzamos a torearlo y vemos que la velocidad pasa cómodamente de los 6 nudos, decidimos dejar la mayor en el tendio, a la sombra de la isla las olas vienen absolutamente por popa y muy ordenadas, la navegación es cómoda y disfrutamos de ella.


Una vez que dejamos el sotavento de la isla, del E comienzan a aparecer unas olas ya creciditas que chocan con las que traíamos. El Golden se convierte en una batidora, nuestros estómagos algo vacíos para tal evento lo notan y la comodidad es nula, el viento deja los 15 nudos y apenas baja de los 20, aun así nuestra velocidad no se incrementa, solo el surf en las bajadas hace que acariciemos los 8 nudos.



En medio del canal las olas parecen ordenarse un poco y quedan por la aleta de babor, las guiñadas en las series grandes comienzan a ser importantes,  la isla de Boavista ya se ve entre la bruma y los peces voladores no cesan de aparecer con sus largos vuelos.
Cuando llegamos a alcanzar la protección de la isla el mar queda de película, unas series de olas ordenadas y muy espaciadas hacen que nuestra velocidad no baje de los 7 nudos,
solo nos quedan 4 millas para llegar al fondeo, demasiado corto para tanto disfrute. Rodeamos el islote de Sal-Rei por el sur y vemos olas a estribor que se pueden hasta surfear con tabla, un bajo de 2,5 mts, que si te descuidas y te metes en el, puedes acabar con algún problema que otro. La baja profundidad de la bahía hace que nos quedemos muy lejos de tierra, el ancla cae hasta los 4 metros y el fondeo esta lleno de veleros y catamaranes, entre ellos el Angelique II, de nuestros amigos Giamba y Valentina, prácticamente estamos todos los que habíamos en Palmeiras, esto ya nos huele a rueda de navegantes y nos hace sentir marineros, que lindo poder sentirse de una barriada.


El viento esta en 20 con rachas de 25 nudos, al ser terral el mar queda muy plano, el Golden muestra un ligero balanceo que sin ser brusco se nos antoja incomodo.
Después de comer bajamos el bote y nos vamos a tierra, el muelle de pescadores esta casi a una milla, con la olita que el terral levanta se hace muy complicado llegar secos a la orilla, el trayecto es más que incomodo de realizar con nuestro botecito.


Recorremos las calles del pueblo y vemos como este va quedando reducido a un pequeño barrio donde residen los pescadores, el resto presenta la típica metamorfosis de cualquier lugar donde el turismo irrumpe, creando grandes construcciones y nuevos barrios, unos acabados y otros debido imaginamos que a la crisis, por terminar. En cierto modo nos resulta familiar tanta construcción por acabar.






En esta isla rebosan los turistas hasta por las alcantarillas, aun estamos en el mes de noviembre, no me quiero imaginar un agosto o unas navidades.
Las ofertas para los adinerados europeos que llegan a cientos, es mas que diversa, desde los mas diversos artefactos a motor para recorrer la isla, hasta todas las variedades de  deportes acuáticos, si no están todos, debe ser por que la recogida de mejillones no esta contemplado como tal, paseos en catamaranes, en barcos con fondos transparentes, salidas de pesca, excursiones en todoterreno, lo que se te ocurra y mas, eso si has de tener billetes aquí no se regala nada.
Nosotros pasamos de largo y nos dedicamos a lo nuestro, preguntar precios para comprar comida, si la isla de Sal nos parecía cara, aquí estamos justo encima en la escalada de precios, todo un 10%  mas caro, por un paquete de malboro nos pedían 4 euros, al final en un superchino (supermercado regentado por un oriental) una marca local a 1,7 euros la cajetilla, comprando un cartón, las cervezas por menos de 1,5 euros no las encuentras, la leche a 1,10 euros, y la fruta prácticamente igual, encontramos un mercado que no preguntamos precios pero el colorido y la limpieza daba gusto de verlo.



Sentados en un bar de lo más sencillo, junto al muelle de pescadores brindamos por nuestra suerte, un botellín de 220 mml nos cuesta 1,5 euros,  allí nos encontramos con nuestros amigos italianos, después de un ratito de charla nos fuimos al Golden a descansar, el día ya casi apagado nos invitaba a tumbarnos y dejarnos mecer por las olas.


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