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18-10-2013 POR FIN RODEADOS DE NAVEGANTES

18-10-2013 POR FIN RODEADOS DE NAVEGANTES

Poco a poco a la bahía van llegando veleros la mayoría procedentes de Canarias y franceses, entre ellos un catamarán, sus tripulantes una pareja de italianos muy simpáticos, Giamba y Valentina, nos ponemos a hablar y en diez minutos parece que nos conozcamos de toda la vida, nos invitan a cenar a su cata y como buenos italianos enseguida comprobamos como les encanta la cocina, nos deleitan con una pasta acompañada de una cigala que Giamba con una nasa ha pescado, unas tapitas de queso con tomate seco y berenjenas que quitan el hipo.



Nos enseñan su material fotográfico pues poseen una web donde van reportando su viaje, la calidad de sus videos e imágenes nos hace tilintalan, vaya equipos de fotografía que llevan los pibes.
Su idea es algo parecida a la nuestra, no tienen claro donde detendrán el catamarán, pero quieren hacer el Cabo de Hornos y lo tienen mas que decidido, una vez en el Pacifico buscar la isla y aposentar sus marineros traseros.
Conocemos a otro francés que acaban de llegar y nos pide si le llevamos a su velero en nuestro bote, acabamos invitados a un aperitivo, nos ponen chorizo ibérico, el trabajo que nos costo ser modositos no esta escrito, aun así acabamos con las galletas saladas y el embutido, son una pareja con dos hijos que les acompañan hasta aquí, después ellos continuaran hacia el Caribe y los hijos vuelven en avión a Francia, tampoco tienen fecha de retorno, muy simpáticos charlamos un buen rato comentando los pormenores de las travesías.
Poco a poco el ambiente de navegantes inunda nuestras ganas de nuevas energías para seguir adelante con nuestro proyecto.
Que  bonito llega a ser compartir experiencias con gentes de todas las edades y lugares con la misma meta, navegar, conocer mundo y vivir intensamente.
A diferencia de Senegal y Gambia aquí el idioma ha dejado de ser una barrera, cuando la motivación es hablar por el sencillo hecho de comunicarse que interesante y lindo resulta traspasar las barreras de los idiomas.
La amistad con Giamba y Vale va en aumento y hoy hemos quedado para cenar en el Golden, una velada muy marinera, hablando y hablando nos convencen para ir con ellos a la isla de Boavista, nuestra idea de San Vicente ya esta cambiada.
Con ellos compartimos la misma filosofía,  la forma de ver y tratar esta esplendida vida que hemos elegido,  pasamos horas hablando ellos en italiano y nosotros en español con una total comprensión.


Al día siguiente nos vamos con ellos en un colectivo a Buracona, paraje natural donde el océano a golpe de olas logra llenar una piscina socavada en la lava a base de años, el sitio a rebosar de turismo es de una espectacular y salvaje belleza.








Seguimos recibiendo estas pequeñas recompensas a nuestra perseverancia por conocer y ver lugares hermosos, salimos de allí sintiéndonos una vez más muy afortunados.
Por la tarde nuestro amigo Ramos nos dice que hace una fiesta de la cerveza en su bar musical, allá que nos vamos para redondear este día que de nombre le pusieron Domingo.
Nos recoge Giamba en su auxiliar y cuando llegamos al bar, aparte de estar vacío la música es una estridencia electrónica que no nos deja ni hablar, decidimos irnos al bar del pueblo, este convertido en baile a la antigua usanza, pues las mujeres sentadas alrededor de la pequeña pista de baile, están esperando que los hombres les pidan bailar, la música caboverdiana  con sus movidos ritmos enseguida hace que nuestras rígidas piernas se aflojen y nos pongamos a seguir el ritmo tímidamente, aquello es un verdadero espectáculo, la media de edad es de 50 años hasta me siento jovencito.

LA MUSICA NADA QUE VER CON LA EDAD, !IMPRESIONANTE¡


Esta gente se mueve que parece que están enchufados a 220V., me voy a la barra a pedir unas cervezas y cuando vuelvo mi amor esta pegándose un bailoteo con un pescador, otro espectáculo que no pasa desapercibido, al final los caboverdianos se encargan de que uno a uno acabemos todos bailando aquellos ritmos tan tropicales.



Se nos unen una pareja de franceses, Dominique y su marido (perdona, pero somos incapaces de deletrear tu nombre) que acaban de llegar de Canarias, pasamos tres horas muy entretenidas y además integrados con la gente del pueblo, una emoción difícil de explicar.
En la calle esta medio pueblo y aquello parece un día de feria, hay puestos de croquetas de pescado, de caramelos, de pinchos, de trozos de pollo a la brasa, al final acabamos comiéndonos unos pinchos y unos chorizos a euro la unidad, muy sabrosos y ricos.


Hemos comprobado que aquí los fines de semana el día que mas fiesta hay son los domingos, Santi ya nos había dicho que es el día que los solteros y solteras se encuentran para una posible relación, que el nunca se perdía las noches de los domingos y razón no le faltaba.
Pasamos una sencilla y divertida noche que continuaba llenando ese saquito que tan falto estaba últimamente de cariño, comenzamos a pensar que a este paso tendremos que preparar otro saco (donde guardamos la felicidad).
Nos levantamos con la idea de comprar y preparar el barco, mañana abandonamos la isla y ponemos rumbo a Boavista, vamos a Espargo y compramos, pan, unos dulces rellenos de mermelada buenísimos, frutas y verduras por si un caso, acabamos de recargar las bombonas de camping gas, recogemos la documentación del barco, por lo que nos cobran 7 euros, y nos ponemos a descansar, mañana una pequeña etapa de 40 millas y a ver que tal esta nueva isla.
La isla de Sal nos ha dejado un muy buen sabor y dado un vuelco importante a los ánimos de mi amor, algo que agradezco a los dioses de turno.

tambien logramos hacer amigos sin velero



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