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14-10-2013 MALENTENDIDOS Y AVERIAS

14-10-2013 MALENTENDIDOS Y AVERIAS

El agua, el pacto y Lamin
  • Lamin, nuestro improvisado taxista nos dice que si queremos agua para el barco el nos la trae a 25 céntimos de euro por cada 30 l. Le decimos que si, que con 600 litros nos apañamos, nuestro botecito a remos es mas que incomodo para tal misión. Comienza a traer bidones y cuando estamos en 550 litros nos presenta una nota a modo de factura, de 5 euros que habíamos acordado la cosa se va a 20, enseguida pensamos los dos lo mismo, esto debe ser resaca senegalesa. Después de discutir un ratito acordamos que 15 euros es lo máximo que le damos, le intentamos hacer comprender que no puede decir 5 y después sean 20, nosotros lo hubiésemos pagado igual, pero sabiéndolo desde un principio, así queda reflejado nuestro enojo con esas triquiñuelas de estos elementos que tanto hemos sufrido en los últimos meses, aquí nuestro taxista se enfada y deja de prestarnos tal servicio. Del cabreo comienzo a desmontar el fueraborda, al segundo tornillo que intento sacar de la culata se rompe la cabeza, me quedo pensando y me digo que mejor dejarlo y llegar a tierra a remo, estamos unos días haciendo de remeros olímpicos, y cuando el viento sube a 20 o mas nudos se hace muy cuesta arriba, tanto que nos quedamos con las ganas.
Mas adelante descubrimos que en el pueblo hay una fuente pública que abre de 9 de la mañana a 14 h. el precio es de 17 céntimos los 30 litros. Muchas de las viviendas aun no disponen de agua corriente y esta es transportada en bidones para su consumo.
Esto me hizo pensar que a veces disponemos de unas comodidades que con el paso del tiempo pierden su valor.

la caseta de color azul es la fuente publica

Desde luego trasladar los bidones hasta el puerto y su posterior transporte en el bote es todo un trabajo, pero no dejamos de pensar que un trato es un trato, nuestro mosqueo con Lamin nos hace sentirnos incómodos.

Las imprevistas averías

Mi amor me avisa que hemos de poner alguna lavadora, y allá que saco el generador y después de darle al demarre como 20 veces y quedar convertido mi brazo en un gachetobrazo, este se niega a arrancar. De mi pensamiento surgen exabruptos que mejor no los escribo, el motor del Golden, el fueraborda y ahora el generador, demasiadas averías motoreras, por mi incrédula mente aparece la idea de si no hubiese sido conveniente traernos un girigiri de Senegal, (amuleto que ahuyenta las malas energías).
Comienzo a desmontar el carburador y cuando saco la cubeta, la gasolina me cae en la mano, sigo desmontando y veo que la gasolina que se ha derramado no se acaba de evaporar, me quedo quieto un ratito mirando la piel donde me ha caído y algo no esta bien, aquello es demasiado viscoso, al final esa bombillita que se enciende encima de la cabeza, (la de las ideas) se ilumina y hace que el cerebro razone, ese  liquido es gasoil, después de vaciar el deposito y comprobar el bidón donde guardamos la gasolina, los c…....es me caen al suelo, la ultima vez en Banjul que compramos gasolina el tío se confundió y nos metió gasoil, ahí la bombillita se vuelve a encender y recuerdo que los últimos días al fueraborda le eche del mismo bidoncito.
Una vez limpios los depósitos y carburadores, y con la gasolina como debe ser, (1,42 euros el l.) el generador primero seguido del fueraborda arrancaron sin problemas, estábamos salvados de estar en la miseria y el aislamiento náutico, volvíamos a tener energía y propulsión mecánica para vencer al constante alisio y sus 20 nudos.
Esto seguía siendo resaca Africana.
Mas contentos que unas castañuelas con nuestro botecito a motor nos vamos a comprar el butano, 4.5 euros la bombona de 3.5 kgs, una pasada de barato, en Fuerteventura la misma nos costaba 17 euros, con menos de 20 euros tendremos gas hasta febrero.
Al llegar al bote, este se ha quedado aprisionado en el muelle contra un neumático de los que usan como defensas, cuando subo oigo un silbidito, miro el agua y unas sospechosas burbujitas salen del flotador de babor, dos pinchazos al precio de uno, estamos de vuelta con las desgracias, parece que llevemos un amuleto gafado, otro día mas sin bajar a tierra pues la cola para la reparación pone bien claro: secado 24 horas.
La reparación no tiene mas que la espera y una vez el periodo de secado ha concluido lo metemos al agua y premio, volvemos a ser normales.
Con el agua tan clara y la buena temperatura una tarde me da por echar la caña y sorpresa en menos de media hora caen dos barracuditas, nunca la habíamos probado y una de ellas la hicimos guisada y la otra a la plancha, vaya bocado exquisito que tiene este bicho tan feo y agresivo.


El casco del Golden parece esos coches que esperan en los talleres a ser pintados, ya del antifouling no le queda ni el aroma y vuelve a presentar bigotes, llevamos una semana y por lo que vemos antes de salir tendremos que volver a darle una rascadita, aunque esta vez lo que mas tiene son algas pues los caracolillos aun no han aparecido, eso si me he sumergido y vaya gozada poder ver el casco sin que me roce la nariz, además el agua esta a 25º otra gozada.
Hemos dejado de ir a comer al pueblo, hace unos días me ha cogido un bicho en las tripas y me tiene doblado, no sabemos si es de la comida, del cambio de aguas o tanta relajación, pero el caso es que los retortijones me dejan anulado, Africa ha averiado todo lo averiable, tras el paso por la farmacia me han dado unas pastillas y en tres días que llevo tomándolas esto parece que funciona, viva la medicina.


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