Miércoles 8-1-2014
Salida Isla de Guadalipue Point
A Pitre 016º 13’ 6858” N 061º 32’0276” W
Destino Isla de Saint Maartens Lagoon
018º 03’1795” N 063º
07’1297” W
Distancia 190 millas
Rumbo NW
Duración estimada
5 días en 4 etapas
Duración real 5 días y un rato
Siete de la mañana, como siempre toca levantar hierro, con
la movidita del stay tuvimos que dejar toda la cadena para tener margen y ahora
toca recogerla. Después del siempre reconfortante ejercicio matinal, nos
dirigimos a la gasolinera a pesar de ser las siete y media de la mañana ya esta
ocupada por dos catamaranes.
La espera se hace larga, en un gran letrero encima de la
caseta pone el horario, de 8 a
17h, nosotros comprobamos el reloj de a bordo y marca las 8:30, no entendemos
esa falta de puntualidad. Al cabo de media hora vemos movimientos en el frente,
un enemigo camina por el pantalán, falsa alarma, pasa de largo y se pierde
entre los catamaranes, ¡sorpresa¡ es el empleado, ha dado media vuelta y esta
abriendo la caseta.
Aquella escena estaba rodada a una velocidad que no acabábamos
de entender.
Después de una larguísima hora y media, estamos listos, hablando con el feliz empleado, nos hace
sentir una inconsciente culpabilidad, ¿como podemos pretender llegar al Caribe
con algún tipo de prisas?, su trato exquisito consiguió que olvidásemos el ya
roto time in de la 1ª etapa.
El precio del gasoil es de 150 l . 207 euros, la gasolina
5 l . 7
euros, el agua 800l. no la cobran, todo un detalle que agradecemos.
El plan, no hacer navegaciones nocturnas, iremos fondeando en etapas de 45-50 millas .
Cuando salimos de la ria el alisio esta suave, subiendo la
mayor tengo dudas de si quitar el rizo, antes de tomar la decisión el viento me
da un bofetón de 25 nudos en la frente y hace que se disipen toda clase de dudas,
ponemos trinqueta y rumbo a Les Saintes, pequeño archipiélago a 25 millas al SW de
Guadalupe.
El rumbo al viento es través largo, las olas están grandes y
mas de una entra como si fueran los bomberos, sin llamar ni pedir permiso nos
ponen chorreando. En apenas 4 horas estamos viendo el fondeo, la proximidad de
la isla hace que el viento y las olas se crezcan un poco, nuestro piloto automático
dice que con esas condiciones el no pilota. Las presiones en la rueda son
importantes, dejando las quejas del piloto más que justificadas. Sin remedio he
de coger la rueda y desde luego razón no le falta, la cosa esta dura de
manejar. Tras media horita de saborear lo duro de ser marinero, entramos al
canal entre las islas de Tierra de Haut y el Cabrit, la baliza de peligro situada
casi en el mismo centro indica peligro al NE.
De todas formas las dudas de si dejarla a estribor o babor desaparecen
cuando vemos unas rocas asomar ligeramente en la superficie, una vez estamos al
través de la baliza, comprobamos que su babor era más que una locura. Entramos
en la bahía y todo fondeo próximo a tierra esta más que vendido, la opción a más
de 10 mts de profundidad y a casi una milla de la costa, después de algunas
vueltas decidimos cambiar de sitio.
El lugar es verdaderamente bonito, no puedes dejar de
sentirte pirata en estas radas entre islotes con sus transparentes aguas, la próxima
mini bahía esta a menos de dos millas.
Cuando llegamos vemos que al no haber
pueblo esta mas desocupada, solo un par de hotelitos ocupan su orilla, a 9 mts
dejamos que el ancla caiga y en media hora estamos comiéndonos una ensalada que
hace honor al sitio, rodeados de un espectacular paisaje los dos pensamos lo
mismo, esto seria para quedarse unos días, pero nuestras provisiones están como
nuestras cabezas, vacías, ni hacemos un intento para bajar a tierra.
Pasamos la noche y a las 7 AM estamos de vuelta con los
hierros, la salida de los islotes es para la memoria un gusto de guardarla, no
puedes dejar de hacerte una película imaginando
galeones y piratas.
Por proa 55
millas hasta Deshaies, una pequeña bahía al NW de
Guadalupe.
Cuando salimos el viento y las olas siguen como lo dejamos,
el viento con sus 25 nuditos y las olas grandes y de través. Todo el canal se
hace duro de navegar y las olas no dejan de apartarnos de nuestro rumbo.
Llegamos al sotavento de Guadalupe y todo el viento y el mar
que nos castigaba, se quedan en la nada, bajamos la trinqueta y dejamos mayor,
arrancamos motor y parece que va a ser la tónica hasta llegar a nuestro próximo
fondeo.
Apenas recorremos un par de millas y el viento comienza a
entrar, muy racheado pues pasa de los 10
a los 30 nudos, apagamos motor ponemos trinqueta y con aquel mar tan
plano hacemos mas de 7 nudos de velocidad.
Vemos en proa como saltan los atunes y echamos la única
rapala que nos queda, un pulpito, al que le tenemos menos fe que a los reyes
magos.
Nuestra pésima fe en el pulpito, hace bueno aquello de, “lo último que pierdas sea la esperanza”.
La goma que ponemos de chivato esta mas que tensa y nos
avisa que algo ha picado, cuando recogemos viene un atuncito, ¡dejamos de ser
perros flacos¡ ¡ la fortuna seguía abordándonos¡, el bicho no merecía ni una
foto, aun así no dejaba de ser todo un signo sobre nuestra suerte.
La navegación esta siendo más que relajada, el mar plano y
el fuerte viento hace que apenas tengamos movimientos, hacia ya muchas millas
que no navegábamos sin cuestas y lo estamos disfrutando a pesar de los pesares.
A las 15:30 estamos llegando a la bahía de Deshaies, parece que den euros por echar el ancla, ¡!madre
mía¡¡ como esta el fondeo, apenas queda hueco, solo a 10 mts de profundidad y
bastante alejado de la orilla.
Después de alguna vuelta que otra, nos hacemos los valientes
y rodeados de veleros echamos el ancla,
después de soltar los 60 mts, no hay manera que clave, garreando nos vamos
contra un velero suizo, antes que nuestra popa le arranque sus candeleros salgo
como Spiderman con una defensa en la mano y la pongo entre los dos cascos. Al
suizo de unos 70 años le quedaban mas de cinco pasos para llegar con su
defensa, le doy un potente pero delicadito grito a mi amor, ¡! todo avante y a
babor¡¡, después de que nuestro bote se pasee por toda la popa del velero
contrario y le limpie los paneles solares, el Golden comienza a separarse, los
ojos del patrón suizo cambian de forma y se vuelven a meter en sus cuencas, yo
le enseño tímidamente mis dientes ( sonrisita) y le pregunto si todo es OK. Me
devuelve el pulgar hacia arriba y todos vivos, buffff, bufffff.
Esta ha sido la primera vez que intentamos fondear en medio
de una telaraña de veleros y creo que también la ultima.
Después de esto, nuestra confianza en nosotros mismos, esta
como el ancla, por el fondo y garreando hacia fuera de la bahía.
Con el animo y el optimismo de que se iba a clavar deje ir
los 60 mts y ahora tocaba recogerlos para volverlos a echar, ¡!la madre de
Poseidón ¡!. Después de recoger de tres en tres los eslabones de toda la
cadena,(cuando la profundidad pasa de los 7 mts me es imposible subirlo a mano
y con la palanca es así). Opto por poner la de cabo, si no agarra por lo menos
la paliza será mas leve, después de casi dos horas y un numero que no recuerdo
de intentos, el ancla seguía negándose a clavar.
Con los brazos más hinchados que Popeye, después de comerse
las espinacas, garreando nos alejábamos, nuestros pensamientos junto con el
Golden dejaban aquella pequeña y acogedora bahía, la noche ya estaba próxima y
la situación no daba para estar arando el fondo.
Decidimos que nos vamos de allí, nuestra próxima escala
estaba a 27 millas ,
la isla de Monserrat, de las cuales 20 serian nocturnas.
Ponemos las mismas velas que trajimos y salimos de la bahía,
el viento con sus 25 nudos sigue esperándonos, el través es duro con olas que
siguen queriendo atravesarnos y apartándonos del rumbo, el agua llega con mucha
facilidad a cubierta.
Con la llegada de la noche el viento se pone mas contento y
se va a los 30 y pico nudos, hacemos puntas de 8 nudos y el GPS nos dice que
llegaremos a las 22 h.
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