Martes 11 de junio de 2013
7 am. Sin apenas haber dormido,
desayunamos y levamos ancla. Con rumbo 223º y apenas 10 nudos de NE sacamos
genova y con 1500 rpm de motor nos vamos alejando a casi 6 nudos.
A las dos horas el viento ya es suficiente para dejar de consumir gasoil. Por popa miramos la silueta de la isla, lentamente va quedando atrás, con ella sabemos que también quedaran los cortaditos de la mañana, el jamón, los embutidos, la seguridad social, los yogures, las pizzas, el periódico, Barcenas y cia., la independencia de Cataluña, los menús de dos platos con postre por 6 euros, Alonso y su Ferrari, y un sin fin de comodidades y seguridades que hasta ahora habíamos sabido y podido gozar.
A las dos horas el viento ya es suficiente para dejar de consumir gasoil. Por popa miramos la silueta de la isla, lentamente va quedando atrás, con ella sabemos que también quedaran los cortaditos de la mañana, el jamón, los embutidos, la seguridad social, los yogures, las pizzas, el periódico, Barcenas y cia., la independencia de Cataluña, los menús de dos platos con postre por 6 euros, Alonso y su Ferrari, y un sin fin de comodidades y seguridades que hasta ahora habíamos sabido y podido gozar.
Al mediodía, el viento ya estaba
en los 20 nudos, las olas comenzaban a ser grandes y el Golden pasaba con facilidad
los 6 nudos de velocidad.
Nos mirábamos sabiendo que aquellas condiciones en poco rato estarían como las que aquella noche nos asustaron. En ese momento me acorde de las palabras de Teclo y el muy muy C…….., tenia razón, era lo normal por aquellas aguas. Navegábamos bien agarrados y esperando la noche. El miedo ya no era el mismo, si bien no acabábamos de ir cómodos y mucho menos disfrutando, sabíamos que el Golden aguantaba bien aquel tremendo traqueteo.
Nos mirábamos sabiendo que aquellas condiciones en poco rato estarían como las que aquella noche nos asustaron. En ese momento me acorde de las palabras de Teclo y el muy muy C…….., tenia razón, era lo normal por aquellas aguas. Navegábamos bien agarrados y esperando la noche. El miedo ya no era el mismo, si bien no acabábamos de ir cómodos y mucho menos disfrutando, sabíamos que el Golden aguantaba bien aquel tremendo traqueteo.
Los ruidos tampoco eran el
estruendo que nos castigo durante horas, con el conocimiento que adquirimos,
todos los armarios y sus contenidos iban aprisionados de tal manera que nada se
movía. Las cuatro vibraciones molestas que se oían las fui trabando con trapos
y botellas de plástico. Al final el sonido mas oído era el silbar del viento y
el murmullo del agua contra el casco, amen del crujido de las maderas imposible
de anular y que en cierto modo tenia su encanto.
Las guardias sin horario que
acostumbramos a llevar, en esta ocasión eran simplemente un protocolo inútil,
pues ninguno de los dos lográbamos pegar ojo, a las dos horas de tener la noche
encima y cansados de recibir al alisio en el cogote, decidimos hacerlas en el salón,
siendo la guardia el que tenia la obligación de salir a cubierta y mirar el
horizonte.
Miércoles 12 de junio 2013
Al amanecer el Atlántico parece querer mostrarse
orgulloso de su tamaño, dejando al Golden pequeño y a nosotros insignificantes.
Agarrotados de ir agarrados sin descanso, comenzamos a maldecir la navegación con los alisios. Lo que mas rabia nos daba era que la tapa del inodoro nos diera palmaditas en la espalda como queriendo consolarnos. Después de todo el día casi sin probar bocado y sin saber muy bien porque, las olas bajaron a la mitad y la navegación se torno placentera. Por primera vez y a pesar de estar muy cansados estábamos disfrutando de la vela. Siendo capaces de comernos los primeros sándwich, a las 6 pm. habíamos recorrido204 millas . La noche
vuelve a poner la oscuridad sobre nosotros, el viento sube a 25nudos con rachas
de 30, el Golden por momentos vuela a mas de ocho nudos, las guardias siguen siendo a dos, somos
incapaces de dormir. Durante toda la noche los mercantes aparecen por el
horizonte y nuestra preocupación deja de ser el mar. Por la vhf contactamos con
unos atuneros españoles y les preguntamos por el tiempo, nos dicen que todo
bien y que la visibilidad esta reducida a unas cuatro millas, esto me hace
pensar en los mercantes. Desde que los vemos aparecer por el horizonte hasta
que nos cruzamos, apenas pasan 15 minutos, eran como fantasmas que en volandas
cruzaban por babor y estribor.
Agarrotados de ir agarrados sin descanso, comenzamos a maldecir la navegación con los alisios. Lo que mas rabia nos daba era que la tapa del inodoro nos diera palmaditas en la espalda como queriendo consolarnos. Después de todo el día casi sin probar bocado y sin saber muy bien porque, las olas bajaron a la mitad y la navegación se torno placentera. Por primera vez y a pesar de estar muy cansados estábamos disfrutando de la vela. Siendo capaces de comernos los primeros sándwich, a las 6 pm. habíamos recorrido
Aquella noche quedo registrada
como “la noche de los mercantes vivientes”.
Jueves 13 de junio 2013
Amanece con la mar muy agradable
y solo 10 nudos de viento, el motor durante 3 horas nos ayuda a seguir con
buenos promedios. A media mañana el alisio dice que quiere ayudarnos y se pone
en 20 con rachas de 25 nudos, las olas comienzan a crecer pero esta vez se
dibujan sin cruces del NW, increíblemente preciosas las condiciones. Las
crestas se suceden, y por detrás siempre aparece una mas grande, parece que se
quieren adelantar las unas a las otras, y cuando nos adelantan las
aceleraciones por el surf son de barco de regatas, el Golden se vuelve ligero.
El grumete haciendo contrapeso |
Orgulloso de haber estabilizado el Golden |
Comenzamos a ser parte del océano
y nuestras piernas y brazos ya consiguen llevar el ritmo de las olas. A las 2
pm hacemos 100 millas
mas. Por la tarde, la cosa se complica, el viento rola al N y toda la acuarela
de olas se desdibuja, dándonos empujones por ambas aletas. Por la noche el
viento quiere que sepamos que las “acciones” que compramos tenían su riesgo y
se pone en 30 nudos con rachas de 35.
A mi no se me ocurre otra cosa que pensar en las
preferentes.
El genova se va haciendo cada vez
mas pequeño, y la velocidad apenas baja de 7 nudos. Las surfeadas parecen ser
en agua con gas, las olas nos mueven a su antojo y todo el ritmo que habíamos
conseguido llevar con el baile, se rompe en una locura de pasos cambiados con empujones
por babor y estribor. Aun así, en aquellas condiciones lo que mas fácil resulta
es navegar, todo lo demás es una lucha. Realizar las mas sencillas labores
domésticas se convierte en una enconada lucha por mantener el equilibrio, es
necesario utilizar las dos manos, los dos pies, las dos rodillas el final de la
espalda y aun no consigues la estabilización necesaria. Hacerte un simple café
con leche era un ejercicio de malabarismo con fuego incluido, en esos momentos
echamos en falta alguno de los brazos que poseen los pulpos.
Las guardias continúan siendo sin
dormir y en el salón, nos tumbamos pero no acabamos de perder la conciencia del
todo.
Viernes 14 de junio 2013
Amanece nublado y la presión atmosférica
ha bajado de 1024 a
1018mb. El océano esta muy crecido y el viento vuelve al NE y se mantiene en
los 30 nudos. El Golden parece tener prisa por salir de ahí y navega con medias
de mas de 6,5 nudos, en 18 horas hacemos 118 millas .
La realidad no esta reflejada en esta imagen |
Y en esta tampoco |
Mirando el genova me doy cuenta
que la driza no esta, en su lugar queda un trozito desmelenado. Voy al mástil y
tirando de ella me salen los 35 mts, suerte que la vela esta enrollada con una
muy alta tensión y es imposible que baje, el único problema será que no
podremos desplegarla entera. Al mediodía el viento cae hasta los 10 nudos y con
el las olas, aparece el sol y nos quedamos mas tranquilos, pues estamos donde
la baja de Mauritania nos atemorizaba antes de partir. Ponemos motor a 1500 rpm
sin bajar genova y hacemos medias de 5 nudos, por la noche el viento dice que
nada de motor que el nos hará ahorrar y se pone en 30 nudos. El Golden surfea a
mas de 8 nudos y nosotros como dice Bruce Lee, ya convertidos en agua, dejamos
de sufrir los continuos y bruscos balanceos.
Por fin soy capaz de dormir y
caer tan profundamente como en tierra firme. Mi amor aun no ha logrado caerse
de la conciencia y su cara así lo hace notar.
Sábado 15 de junio 2013
El NE ha caído hasta los 20
nudos, pero el mar sigue de 30 y nuestra posición ya es muy marinera. Somos
capaces de movernos al son de los continuos vaivenes sin hacer esfuerzos
inútiles. A media mañana el viento cae hasta los 15 nudos y sin poder sacar
todo el genova el promedio cae a los 4 nudos de velocidad, ponemos motor hasta
hacer los cinco. Las olas bajan mucho y
Nuria por fin cae reventada, es capaz de dormir casi 5 horas seguidas, todo un
alivio para ella y también para mi. Cuando despierta me voy a duchar y en plena
ducha comienzo a oírla gritar, salgo corriendo y me dice que nos persigue un barco
que esta tirando bengalas. Sin acabar de secarme salgo a cubierta y
efectivamente una especie de remolcador con un tripulante en proa nos hace
repetidas señales, para ella son piratas que nos vienen a abordar. Con los prismáticos
veo que es un barco de trabajo y con la vhf contacto con ellos. Un árabe con un
castellano un poco difícil de entender, me dice que nos hemos de desviar a
rumbo 270º, después de varios intentos logro comprender que detrás de ellos
viene un buque instalando un gran cable submarino y que nosotros estorbamos. Nos
ponemos al través y el remolcador se asegura siguiéndonos y nos dicen que nos
avisaran cuando podamos retomar el 186º que llevábamos. Después de casi una
hora, nos dan las gracias deseándonos una buena navegación, todo queda en una
anécdota de falsa piratería.
Al caer el sol el NE vuelve a la carga con sus 20 nudos, apagamos
motor y navegamos a 6 nudos. Las noches se convierten en automáticas y nuestras
guardias en el salón se hacen muy cómodas, solo salimos cada 15 minutos a mirar
el horizonte para que algún mercante no nos de un susto. El piloto automático
se porta como un campeón y desde aquí también le mandamos un fuerte abrazo, el
motorcito al que yo le tenia poca fe es un fiera, aparte de consumir como una
radio de oreja, no se ha quejado ni una sola vez.
Domingo 16 de junio 2013
A las 6 de la mañana hacemos 100 millas , tenemos mas
de la mitad y nuestros miedos a la navegación ya han desaparecido
completamente. Con el avance de la mañana el NE parece querer despedirse, las
olas están grandes y el motor se hace indispensable para no ser batidos en
aquel mar. A media tarde el viento hace un esfuerzo y se vuelve a instalar en
los 20 nudos, nos acompaña toda la noche y el mar va bajando al mismo tiempo
que el viento. Ya dormimos como nenes pequeños, mecidos y comidos
Lunes 17 de junio 2013
A las 7 de la mañana nos quedan 230 millas , el mar
parece otro y solo unas ondulaciones de mar de fondo de un metro nos hacen
surfear, ayudando al motor a conseguir sin ir pasados de vueltas el promedio de
5 nudos. El gps nos dice que Dakar estará a la vista a las diez de la mañana del martes. La
navegación se torna aburrida y ya hacemos una vida normal a bordo, después de 6
días metidos en una lavadora centrifugando a 2000 vueltas, ahora parece que
vamos por carretera, las guardias ya son a uno, el que descansa no sabe ni en que mundo vive.
Los delfines parecen querer darnos la bienvenida a Africa.
Los delfines parecen querer darnos la bienvenida a Africa.
Martes 18 de junio 2013
Con el sol sin asomar, en las
nubes ya se reflejan las luces de Dakar. El viento es nulo y el mar de fondo
nada relevante.
A unas 30 millas de la bahía y
con el sol ya bien alto, comienzan a aparecer cayucos, parecen salir del fondo.
En pocas horas estamos completamente rodeados de esas enormes piraguas con
motor, algunas de mas de 15 mts y con un francobordo de apenas 1.5mts lo que las
hace muy difícil de ver. El mar parece una ciudad flotante, todos saludan y
gritan a nuestro paso.
Con los prismáticos ya vemos la
costa y el faro de Dakar. Nos alejamos del cabo y sus islas, poniendo rumbo al
oeste de la isla de La Madelaine. Aunque
cansados sentimos una satisfacción especial, en nuestras mentes la idea de
aventura comienza a escribirse con mayúsculas.
Después de pasar al sur de la
isla de Gore comenzamos a entrar en la bahía del mismo nombre, y caigo en la
cuenta de que no tenemos las coordenadas del club de vela de Dakar. Con la idea
de que es al sur de la bahía navegamos con rumbo a Rusfique. En el Opencpn y el Maxsea nos dice que es un fondeadero. Cuando
llevamos unas 5 millas
con ese rumbo, recuerdo que un chico en Gran Tarajal nos dio un derrotero de
Senegal. Después de volverme loco abriendo carpetas en los dos pc de a bordo,
logro encontrarlo y aleluya allí estan las coordenadas. La broma nos cuesta
casi 10 millas
pero ahora si que estamos bien rumbeados, con los prismáticos veo mástiles y en
apenas una hora y media estamos fondeados en la bahía de Hann, justo delante
del CVD. A unos 500 mts de la orilla la sonda nos dice que hay 4 mts de fondo,
ya que el agua es de todo menos cristalina.
Nuestra idea es ducharnos, comer
y dormir un rato, bajar a tierra en esos momentos no era importante.
¡!Hemos llegadooooooo!!
A las seis de la tarde, dormidos
y duchados, la impaciencia y la expectación consiguen vencer el cansancio y nos vamos a tierra. Desde el auxiliar vemos
como casi todos los veleros que están allí fondeados, son verdaderas islas de
guano, las aves acuáticas han okupado literalmente sus mástiles y jarcia
dejando todo de ahí hacia abajo hecho un asquito. El aspecto es de cementerio náutico.
La poesía de la foto solo esta en eso "la foto" |
El edificio esta dentro de un
recinto arbolado y bien cuidado, todo tiene un aire de los años 80. Al entrar la
impresión es de que de un momento a otro te vas a cruzar con Humphrey Bogart.
Un simpático francés nos saluda y
se presenta como Gege, nos invita a las
cervezas de rigor y por suerte habla ingles. Después de una pequeña charla, nos
explica el funcionamiento del club, por 45 euros semanales ofrecen, duchas,
wifi, barca-taxi, vigilancia, y sobre todo una orientación para toda la
documentación de entrada al pais, sentados en la barra brindamos por nosotros
contentos de haber tomado la decisión de venir.
Al ser el primer dia y con la alegría
a cuestas de haber llegado decidimos arriesgarnos a ser devorados por los
mosquitos y quedarnos a cenar en el mismo club, un entrecot a la pimienta, una
cazuela de pescados con gambas y cuatro cervecitas, todo muy rico, nos dejaron
listos para pasar la noche, el precio 17 €. Muy aceptable.
Mañana nos espera el centro de Dakar.
Mañana nos espera el centro de Dakar.
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