1-2-2016 S. MARTEEN LA CAPOTA MECANICA
El proyecto de construir un antirociones
y un techo rígido para la bañera, “la
bautizamos como la capota”, aparece en nuestros planes, no es el momento
apropiado, pero las oportunidades siempre asoman cuando no estamos preparados.
Las posibilidades para realizar el trabajito, están difíciles de mejorar, disponemos de trabajo para gastar dólares y sobre todo un buen taller, el dueño del astillero el sr Antoan, nos permite trabajar en él, nuestro agradecimiento es y será enorme.
Si juntásemos las telas de los innumerables toldos rotos que han pasado por cubierta, dariamos sombra al océano atlántico, un verdadero desgaste económico y sobre todo un mal vivir en estos climas tropicales, donde no tener sombra y cobertura contra la lluvia puede convertir el paraíso en una parcela del infierno.
Las posibilidades para realizar el trabajito, están difíciles de mejorar, disponemos de trabajo para gastar dólares y sobre todo un buen taller, el dueño del astillero el sr Antoan, nos permite trabajar en él, nuestro agradecimiento es y será enorme.
Si juntásemos las telas de los innumerables toldos rotos que han pasado por cubierta, dariamos sombra al océano atlántico, un verdadero desgaste económico y sobre todo un mal vivir en estos climas tropicales, donde no tener sombra y cobertura contra la lluvia puede convertir el paraíso en una parcela del infierno.
UNA DE LAS CAPOTAS ANTERIORES,!!! PARA HABERSE MATAO!! |
Nuestra
experiencia con los materiales a emplear es más bien escasa, preocupación que
sumada al diseño, nos tiene inmersos en el camarote de ingeniería varias semanas.
Sería muy fácil construir un bodrio que rompiese la estética de nuestro Golden,
y esa no es la idea.
Después de creer que tenemos el conjunto del proyecto claro, en papel
hemos previsto, recogida de aguas pluviales, paneles solares, soporte para
antenas, altavoces, toldos laterales, ventana abatible, Leeds, todo lo tenemos
previsto.
Realizamos un
pequeño presupuesto, no es cuestión de comenzar y tener que abandonar por falta de fondos, el coste no parece exagerado y optamos por realizarlo.
El tipo de construcción será, sándwich con panel de abeja, esto puede sonar
a chino, pero no es más que una plancha de celdas de plástico recubiertas de un
papel especial para el agarre de la resina, sus características principales, el
bajo peso, la total inmunidad contra la humedad o entradas de agua y su
facilidad para trabajarlos. La resina a pesar de no ser la ideal para este
material, será polyester, su precio una
tercera parte que la epoxica, no deja opción alguna.
EL PRINCIPIO |
ESTA PARTE, IBA MUY RAPIDA DE CONSTRUIR |
LAS VENTANAS |
Comenzamos haciendo una
pequeña plantilla con tablero del perímetro de la base. Después de unos días de
poner paneles y fibras, el volumen de la
capotita crece más de lo imaginado, a la semana la envergadura se encarga de hacernos ver, donde nos hemos metido. El taller no es
nada pequeño, pero por si un caso, tomamos medidas de la puerta, no se diera el
caso que una vez acabado, tuviésemos que cortarlo por la mitad.
DETALLE DE LOS MARCOS |
EL TALLER SE HACIA PEQUEÑO |
Pasan los días, las semanas y hasta los
meses, el antirociones nos da vueltas, cada cambio de resina o masilla,
conlleva un aprendizaje, y junto con el muchos sinsabores, hay días que la
resina se seca en el bote de mezclado, otros pasan tres días y la resina es una
trampa para moscas, nunca seca. Otro gran problema fueron las deformaciones que
el tablero de panel de abeja sufría, cuando la resina de poliéster comenzaba a
fraguar, hubo momentos de verdadera desesperación, pero el ser humano tiene
capacidad de reacción y por lo visto nosotros somos seres humanos. Después de
varios fallos, al final descubrimos que los dichosos paneles tan fáciles de
trabajar, necesitaban un encofrado para mantener la forma. Todos estos contratiempos
unidos a los diferentes trabajos que surgen, no hacen más que alargar el
trámite. La estructura ya está acabada, quedan las masillas, pintura, e
instalaciones, pero su forma y volumen están definidos, toca probarlo en el
lugar para el que ha sido diseñado. Traemos el Golden hasta el muelle del
astillero, suspendida de una de las grúas
de Antoan, la subimos a bordo y mi miedo a que no fuese un castillo encima de
una piragua, me hizo quedarme corto de altura, mi cabeza tropieza en el techo y
no por poco. Si no queremos navegar con
el cuello a 45 grados, hemos de alargar la falda 8 cms, toda una cagada
industrial.
El muelle donde nos abarloamos no tiene calado para el Golden, queda a más de dos metros, pero la marea de 50cms y el viento nos acabaron subiendo por el fondo hasta quedar pegados, toda una suerte para trabajar, pero cuando dijimos de irnos resulto ser una trampa, no hubo forma de salir del embarranque portuario. Al final Françoise el pescador, nos tuvo que tirar del mástil, con la inclinación flotamos y a partir de ahí un juego de marineros.
El muelle donde nos abarloamos no tiene calado para el Golden, queda a más de dos metros, pero la marea de 50cms y el viento nos acabaron subiendo por el fondo hasta quedar pegados, toda una suerte para trabajar, pero cuando dijimos de irnos resulto ser una trampa, no hubo forma de salir del embarranque portuario. Al final Françoise el pescador, nos tuvo que tirar del mástil, con la inclinación flotamos y a partir de ahí un juego de marineros.
YA SOLO FALTAN LAS RUEDAS Y TENDREMOS EL CAMION |
VIGA DE UNION PARA LOS DOS TECHOS |
COMIENZO DEL HARDTOP |
Tras unos días de
cortar y añadir paneles, resinas y fibras, la altura queda convenientemente
arreglada.
Comenzamos a construir el mes de
febrero, estamos a mediados de abril y aunque el final está cerca, aún estamos
encapotados. Imaginamos que el día que
naveguemos protegidos del viento y las aguas, seremos recompensados por tan
arduos y picantes trabajos.
Siempre oí hablar
de las alergias y picores que producen las fibras y resinas, ahora ya puedo
contar, o mejor dicho podemos hacerlo, porque mi amor también fue víctima de
las molestas picaduras y efectos secundarios. Hubo noches que la cama
parecía la de un faquir, el picor arremetía
con todas sus ganas, logrando que a pesar de los calambres producidos por la
inmovilidad, no moviésemos ni los parpados. También es digno de mención, las
alergias dermatológicas, consecuencia de los vapores de las resinas. Pero ni
las alergias ni los picores evitaron que continuásemos adelante.
HORA DE MEDIDAS |
POR POPA BIEN |
POR PROA TAMBIEN |
SIEMPRE A LA SOMBRA |
LA SUJECCION |
Las semanas pasan y con ella los
meses, llegamos a mayo y aún seguimos con la capota. La expectación por nuestro
proyecto pasa de la euforia a la decepción, las horas acumuladas ya se acusan
en nuestros ánimos, queremos imperiosamente, verla acabada e instalada a bordo,
es primordial hacerlo. Detrás de su instalación quedan infinidad de pequeños
trabajos por hacer, que solo pensarlo estresan, ni siquiera me atrevo a
listarlos. Preferimos rozar ese organigrama y ser conscientes que solo queda
una opción, primero una cosa, después la otra, la siguiente y así hasta
conseguir el mínimo necesario para
navegar lo más confortable y seguramente, posible.
Han
pasado más de 4 meses, y continuamos con la capota, nadie sabe cómo, pero se ha convertido en una
merienda diaria, un café y una ración de antirociones. Aquí la paciencia, es un deber, un mandato
cuasi divino, una obligación imposible de evitar, no tener una bolsa de
calma y otra de paciencia en el bolsillo, te puede `provocar graves trastornos
mentales-cardiacos.
Hay días que
después de trabajar siete horas, te das cuenta que efectivas solo han sido dos,
las del bocadillo por la mañana y la comida al mediodía, el resto lo puedes
pasar buscando un recambio, apartando mosquitos, y
sobre todo buscando sombra y brisa.
DEPARTAMENTO DE IMPRIMACION |
Cuando pensábamos que
ya teníamos acabado el trabajo y únicamente quedaba pintar, resulta que
compramos una pintura, que no sabemos manejar. Los resultados finales son
nefastos, se nos caen lo goterones y la preparada superficie que habíamos
logrado dejar, es ahora una gran piel de naranja de 7 metros cuadrados con
varios tonos del mismo color.
Los ánimos abandonan nuestras aguas, tenemos dilemas y diretes y
decidimos cortar por lo sano, contrataremos a un profesional para dar finiquito
a esa obligación diaria de trabajar en la dichosa capotita.
VERDES TROPICALES |
Dicho y hecho, Pascal el pintor del
astillero lo hará, esperamos que en un par o tres de días todo estará a punto
para el gran final.
El
problema no es solo el tiempo que transcurre, cada día que pasamos en el
antirociones, es dinero que gastamos y dinero que dejamos de facturar, quedan 2
0 3 meses para que las tormentas lleguen
y prácticamente tenemos el tiempo justo para acabar el Golden.
!Y
como viene siendo habitual aparece otra oportunidad!, visitar las Islas Virgenes
Britanicas, tampoco es momento para hacer turismo, !!pero!! para algo llevamos esta
vida, ¿porque no¿. Nuestros amigos del Frenk nos invitan, y la decisión está
tomada, nos vamos.
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