30-1-2016 S. MARTEN.
ILUSION, FILOSOFIA Y
HURACANES
Y llego el
nuevo año, con un mes recién cumplido nos cae la ficha, el tiempo se aprieta. En
las últimas conversaciones mantenidas entre la encargada de intendencia, limpieza orden abordo, marinera , amor y el mecánico, encargado de mantenimiento, técnico
de navegación, electricista, fontanero, carpintero, chico de los recados y
marinero, se ha llegado al acuerdo
siguiente: a partir de hoy, todos los
días hasta la llegada del verano, serán laborables.
Nota informativa:
La dirección se reserva el derecho de hacer de los cambios un plan.
Desde la
vuelta de nuestro viaje a España, todo ha sido un no parar, entre trabajar en el
astillero, hacer arreglos en nuestra nave, y descansar, el tiempo se ha
volatilizado, por el momento dejamos de caribear y el descanso quedara en
mínimos. Gracias a nuestra amiga Mara, mi
amor se ha introducido en el mundo de las artesanías, por ahora solo alimenta
el espíritu y las ganas de aprender, pero no siempre el principal motivo ha de
ser ganar dólares.
Esto no quiere decir que no nos hagan falta,
pues nuestra necesidad de transmundear es tan grande, como la suma de dinero
que necesitamos para realizarlo en velero. Hemos comprobado que puede hacerse sin dinero
o con muy poco, de hecho conocemos parejas de navegantes que hablar de nuestros
mínimos es una verdadera ofensa, pero cada uno necesita el que necesita y
nosotros somos de los que lo necesitan a cestos.
La actual sesión ciclónica acaba de
concluir, quedan siete meses para que las tormentas lleguen, pero en nuestra
situación ese tiempo no basta, pues hay que repartirlo entre las reformas del
Golden y trabajar. Porque nuestro miedo a los huracanes no caducan y sabemos que
encontraran nuestra dirección, somos muy conscientes del daño que son capaces
de causar, nuestra idea es navegar hacia el sur, cerca del paralelo 10º, donde las estadísticas aseguran la bajísima
probabilidad para la formación de estos violentos remolinos atmosféricos. Estos feroces come-barcos
te obligan a huir de la zona, pero por el lado más salvaje de la vida, también nos queremos ir, sabemos muy bien, lo
bien que sienta un cambio de aguas. Este
miedo a los ciclones esta secundado por otro temor, menos peligroso para nuestra
integridad física y la flotabilidad del Golden, pero muy decepcionante para
seguir con nuestro sueño, se trata de quedar convertidos en simples moradores
de una embarcación que día tras días cae por la cuesta del abandono, perder el
espíritu de la aventura y convertirnos en unos asegurados trabajadores, que
esperan el fin de semana y la jubilación.
Demasiada poca vida, vemos en
esa ya conocida situación. En la sala de reuniones del Golden, tratamos a
menudo el tema, tomamos conciencia de los compromisos laborales, lo que nos
reporta y lo que no, como ya hemos dicho
anteriormente, mientras que el genio o alguien parecido, no aparezca con una
maleta llena de dólares estamos obligados a trabajar. Desde
muy joven descubrí que la libertad, se encontraba muy distante de las enseñanzas
y educación que estaba recibiendo, y no me refiero a la libertad sin cárcel, y
mucho menos al libertinaje, hablo de vivir con ganas, de tener la motivación diaria
para convertir el tiempo en algo mas que ciclos de trabajo y descanso, de
sentirse vivo y conforme con las situaciones y circunstancias, tanto sin son
positivas como si no, de no tener culpables a los que reprochar nuestra mala
suerte, de ser amos y responsables de nuestra propia vida. En muchas palabras,
ser felices la mayor parte de nuestra estancia, en esta cortísima vida.
Personalmente tarde muchísimo tiempo en
reaccionar, en darle un empujón al destino previsto, o mejor dicho, impuesto de
la época y construir uno a mi medida. Esta alegría de vivir podrá tener sus
consecuencias, pero como dice el refrán, “no comer por haber comido……” , aun así,
sabiendo que la vejez llegara y posiblemente los recursos serán muy limitados,
no hay vuelta atrás.
Quizás
seamos unos inconscientes, a lo mejor pagaremos caro nuestro desprecio al
sistema, pero y nunca mejor dicho, “que nos quiten lo bailao”. Porque el título
de buscavidas, casi lo tenemos aprobado, el de transmundistas nos quedan pocas
asignaturas y para el de aventuromanos solo queda ganar los suficientes
dólares, para emprender otro master. Para estos estudios tan interesantes, la vejez no es buena compañera, y los diplomas
de estas carreras nos da igual no colgarlos en la sala de estar y preferimos otras medallitas.
Mucho se ha escrito sobre la valentía, y creo recordar,” ser valiente no
es ignorar el miedo, sino saber manejarlo”. Por nuestra parte, todas las
decisiones que hemos tomado, han sido estudiadas hasta el capítulo donde
comienzan las precauciones, a partir de ahí, iniciamos un profundo estudio
sobre improvisación y fortaleza emocional.
En
mayo habrán pasado cuatro años de nuestra partida, en este tiempo nos ha
ocurrido de todo, desde magnificas experiencias a situaciones muy duras, pero
sobre todo han sido cuatro años de vida intensísima, todo un tiempo de
conocernos y convencernos sobre lo que somos y ansiamos ser. De nada o de
muy poco, nos hubiese valido estar aun preparando el Golden y trabajando en
Barcelona. Como todos sabemos, la experiencia es un grado, y pocos grados nos
parece uno, para la importancia que adquiere en el ámbito marinero. En náutica
cuando todo está bien, es como en cualquier otra situación terrenal, pero
cuando las circunstancias se visten de delincuentes, la mejor arma es la
experiencia, y por ahora no hay supermercado donde comprarla. Antes de
partir en el 2012, podríamos haberle cambiado hasta el último tornillo al
Golden y haber ahorrado muchísimos euros para partir con la tranquilidad
necesaria, pero desde este grado que da la experiencia, hemos comprobado y
continuamos comprobando, que en la mayoría de adversidades, quien más cuida de
nosotros, no son ni los dólares ni tener el barco mejor preparado del mundo mundial,
sino la cantidad de veces que se vive cualquier situación, también denominada“Experiencia".
Y
después de toda esta filosofía Goldeniana, continuamos con los aceros , fibras
y demás enseres náuticos.
La posibilidad de salir de la
isla este verano unido al nuevo aspecto que el Golden va tomando, ha conseguido
renovar nuestra ilusión por navegar y recorrer mundos nuevos, y les llamamos
mundos porque así son en realidad. Nos hemos dado cuenta que a nosotros lo de
ir en plan crucero transatlántico, no nos va, aparte de ver nuevos lugares, nos
encanta hablar y tratar con las gentes que moran estas islas, contraer esa
enfermedad caribeña sobre los relojes y
sus desusos. Es
otro tractivo que hemos descubierto y que no resulta fácil, a ojos de los
caribeños, todo el que llega en velero está forrado de dólares y muy lejos de
sus inquietudes, solo somos una pareja más de jubilados o rentistas. La fecha escogida para irnos esta como es natural, sin escoger, en el
aire, pero más allá del mes de agosto no deseamos que sea.
A partir de ahora el camino se llenara de mosquitos y sudores, cruzaremos campos y no llenos de flores, la batalla continua.
Nuestras armas para recorrerlo son la de los soñadores, en una mano el timón y en la otra el destino, parecen poca cosa para tan gran lucha, pero son más que suficientes, al fin y al cabo, la meta no es un fin de semana en algún parque temático, serán 4 meses navegando por este Caribe, que aún desconocemos.
A partir de ahora el camino se llenara de mosquitos y sudores, cruzaremos campos y no llenos de flores, la batalla continua.
Nuestras armas para recorrerlo son la de los soñadores, en una mano el timón y en la otra el destino, parecen poca cosa para tan gran lucha, pero son más que suficientes, al fin y al cabo, la meta no es un fin de semana en algún parque temático, serán 4 meses navegando por este Caribe, que aún desconocemos.
DE LA LUZ, EL CAMINO, DE LA OSCURIDAD, EL REPOSO |
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