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28-2-2014 SINT MAARTEN, CUMPLEAÑOS, TURISMO Y BRINDIS

      28-2-2014   CUMPLEAÑOS, TURISMO Y BRINDIS

Llega el Cumpleaños de mi amor, en la agenda de promesas, recuerdo que tengo apuntada una comida en un restaurante, la cual pagare con los primeros dólares ganados aquí.
Con el primer pago, decido acabar con la promesa y nos vamos a celebrar el día, por su puerta hemos pasado muchas veces y el olorcito a barbacoa siempre nos invito a entrar, nuestros lastimeros bolsillos impedían tal derroche, quedando  en una emocion limitada al olfato.
Como dos forasteros que han de cumplir una venganza, entramos al salón, sentados a la orilla del lagoon, nos comemos sendos platos de pollo y costillitas de cerdo con sus papas fritas y sus salsitas, quedamos hechos unos campeones y salimos de allí como si hubiésemos ganado la eurovisión.
El lugar es el tipico bar americano, donde la calidad de la comida no supera las grasas que insumes, pero para nosotros estuvo mas que aceptable, en cierto sentido era una celebracion a nuestra nueva autonomia.
Por la tarde nos reunimos en Lagoonies, Gabi y Jose se ofrecen a darnos un tour turístico por los diferentes sitios donde el ron hace feliz a sus infinitos fieles.
Entramos en toda clase de bares a cada cual mas lleno de gente y con mas marcha, probamos suerte en uno de los muchos casinos que posee la islita y salimos con 40$, dos paquetes de tabaco y bailando por alegrías, el capitán Morgan no se separa de nosotros (marca caribeña de ron).

LAS APUESTAS A LA ESCALOFRIANTE SUMA DE 25 CENTIMOS DE DOLAR
Para redondear y acabar la noche acabamos entrando en un supermercado del cariño, allí las chicas bailan ligeritas de ropa alrededor de la barra vertical, como si la cosa no fuese con nosotros nos dedicamos a mantener una imposible charla, mi amor que no entiende muy bien la razón de estar allí, no cesa de vigilar mis miradas, a ver si me entretengo con lo que no debo.
Salimos de esta nueva y peculiar experiencia de la mano del “C. Morgan” aunque estamos en tierra firme, las piernas no dejan de trabajar para mantener el equilibrio, nuestra capacidad de beber y de fiesta esta mas que rebosando, consideramos que es hora de recogernos y después de despedirnos de nuestros amigos, nos retiramos a nuestros aposentos.
Gracias Jose y Gabi por esta entretenida velada, ojala algún día el tour lo podamos dar nosotros.
Llevamos casi dos meses y nuestras reservas de agua dulce están en mínimos, pues desde la isla de Guadalupe no hemos metido ni un litro. Enrique  nos dice que el ha llamado a una lancha que le llenara los depósitos de agua, que si le sobra y la queremos nos la regala, dicho y hecho, después de llenar sus depósitos el sobrante unos 300 litros van a caer en nuestro vacíos depósitos.
Parece que tengamos un hada madrina y necesidad que se nos presenta, necesidad que desaparece, estamos nunca mejor dicho, “encantados” con Sint Maarten, es como haber encontrado un tesoro de isla, todo gracias a Giamba que nos saco de nuestro primer plan de acabar en Venezuela y nos invito a seguir su destino.
Nos vamos de turismo en auto, quedamos con Jose en la playa de Mullet Bay, por primera vez desde que llegamos al Caribe estamos en una de sus exóticas playas, las aguas parecen una enorme piscina, sus transparencia y el color turquesa nos dejan pasmados y los baños son todo un placer. Después de comernos unas sabrosas hamburguesas a la brasa en el chiringuito de turno, nos vamos al encuentro de Julio. Quedamos en un bar próximo y el siguiente destino, la playa de Marigot en la zona francesa, el lugar cargado de glamour, un bar-restaurante de diseño, sobre la misma arena con vistas a la espectacular playa, donde actúan dos jóvenes guitarra en mano, el momento resulta de lo mas agradable y como no, agradecemos a los dioses y sobre todo a Jose y Julio su atención.

PLAYA DE MULLET BAY



Queda día y deciden llevarnos a Gran Case, pequeña población al norte de la isla, allí en un hotelito en primera línea de playa, degustamos una estupendas “Margaritas Frozzen”, las vistas con la isla de Anguila en el horizonte son para lo que hicimos, disfrutar como único. el momento

BRINDIS PARA TODOS LOS GUSTOS
Al sol le queda recorrido en nuestro cielo y ya embalados hacemos otra etapa, el rinconcito no tiene desperdicio, escondido en una profunda rada, se encuentra el refugio de huracanes de Ancel Marce, pequeño puerto deportivo al que ni intentamos preguntar los precios.

REFUGIO DE HURACANES ANCEL MARCEL


Por momentos no sabemos si estamos en el Caribe o en Hollywood, los jardines y hoteles parecen avisar que allí todo lo que quieras abra que pagarlo y a muy buen precio, (lo de muy buen precio imaginaros). En la orilla una magnifica playa y como no un exótico chiringuito, para no deshonrar el momento decidimos brindarlo, las margaritas como culpables y nosotros inocentes, allí sentados sobre la misma arena y rodeados de vegetación, detuvimos el tiempo y nos dedicamos a contemplar las carrozas de felicidad que pasaban delante nuestro.
Que bien te sientes, cuando aparte de estar pasándolo genial, eres consciente del momento y además todo compartido con los amigos.



NUESTRO PANA JOSE, ACOMPAÑANDONOS EN EL SUFRIMIENTO
Para redondear tan magnifico día, a Julio se le ocurre invitarnos a cenar en Gran Case, el restaurante en primera línea de playa parece ideado para celebrar el amor, los veleros anclados con sus lucecitas de fondeo, poniendo otro universo a tan esplendida noche, la isla de Anguila con su costa iluminada hace que el horizonte alcance el nivel justo para que no falte detalle alguno en aquel paisaje de ensueño, si alguna vez nos hubiésemos puestos a pedir buenos momentos, nunca hubiésemos llegado a pensar en tantos y tan buenos.
A la cena se suman dos amigas de Julio. La exquisitez de los platos nos deja boquiabiertos, comemos un cordero al horno que parecía venir directo desde Castilla, Los platos muy elaborados nos hacen olvidar los restaurantes de la zona holandesa, muy encarados al publico americano, se nota que esta zona es Francia.
El lugar lo catalogamos de olimpico, pero tambien por sus precios, es para venir cada cuatro años.
Nos animamos mas de lo que ya veníamos y el sitio que esta pensado románticamente, casi lo convertimos en discoteca, una vez mas nuestra “latinez” salta al ruedo,, después de llamarnos la atención, bajamos el volumen de la risas y los señores americanos que debían estar de tercera luna de miel, retoman su paz, nosotros incapaces de mantener el absoluto silencio, no dejamos  de murmurar y celebrar La Vida.
La noche ya esta mas que puesta y nuestra excursión nos ha dejado aparte de complacidos, extenuados, nos despedimos y emprendemos viaje de vuelta al Golden, en nuestra mochila guardado como un tesoro, queda este maravilloso día.

BRINDIS A LA VIDA
Nuestras oraciones para encontrar un dinghi apropiado son una vez mas oídas por esa hada, y a través de Iñaki, nos dice que el tiene un bote rígido y que si le hacemos una pequeña reparación en la proa lo podemos usar. Después de repararlo y botarlo comprobamos que tampoco es el bote de nuestros sueños, pero ya solo nos mojamos cuando las olas pasan de 25 cms, todo un logro. Ahora las oraciones son dirigidas para encontrar un motorcito para nuestro bote, así Nuria podrá tocar tierra, mientras yo estoy trabajando, detalle más que importante y hasta ahora nunca planteado.
¡!Mas trabajo¡ esta vez de la mano de Iñaki, lo han nombrado capitán de un yate a motor de 30 mts de eslora, me dice que si quiero ir de tripulante, le contesto que si y al día siguiente ya estoy trabajando en el súper yate.
Dos días a todo trapo, el mayor trabajo a realizar por ahora es la limpieza y los trapitos son mis herramientas, me comenta la posibilidad de ir a la isla de Sant Barth, serán cinco días y representa un buen dinero para nuestras arcas, el precio…., mi amor quedara sola en el Golden, lo comentamos y los dos estamos de acuerdo, nos hace falta el dinero y no podemos renunciar a tal empleo.
Llega el día de partir y mi mente no ha dejado de darle vueltas al tema de ser tripulante de esta nave, ahora son cinco días y a esta islita que esta apenas a una media hora, pero en unas semanas el yate parte con rumbo a Miami, y ya no serán cinco días. A escasas 3 horas de zarpar retiro mi condición de tripulante, le comunico a Iñaki que no voy a estar tranquilo dejando a mi amor sola y que prefiero quedarme.
Agradezco de corazón tu confianza en mi persona, suerte en tu nuevo trabajo como capitán, capitán.
La verdad sea dicha era una bonita experiencia, pero el momento no era el mas adecuado para realizarla, me conformo con haber estado trabajando dos días a bordo y conocido estas lujosas y sofisticadas naves por dentro. 


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