EL BOTE VOLADOR
El garreo del Golden
afortunadamente queda en anécdota y decidimos dejar las vhf conectadas por si
tenemos algún problema.
Nos ponemos a comer y justo
cuando voy a dar el primer bocado oímos a Giamba por la radio diciendo que
nuestro bote esta volando, cuando salimos a cubierta el bote se ha girado y
esta boca abajo, después de forcejear con el viento y estar un rato jugando a
cara y cruz, logramos darle la vuelta, el fuera borda una vez mas esta
convertido en cantimplora. Volvemos a agradecer a Giamba su aviso y ya le
debemos dos, a este paso se quedara con nuestro Golden a modo de recompensa.
Una vez acabamos de comer me dedico
a vaciar de agua el motor. Después de unas horitas y tener que reparar el
tirador de arranque, el Suzuki submarino arranca, a este motorcito el día que
fallezca le haremos un ataúd con madera de teka y lo enterraremos frente al océano,
que barbaridad lo que esta llegando a soportar.
El estar fondeado en la cara
oeste hace que el alisio sea terral, este al atravesar la isla va perdiendo
humedad y subiendo su temperatura, a bordo el higrómetro marca 32% y el termómetro
30º, combinación perfecta para tener la garganta y la nariz tan secas como las
pezuñas de un camello sahariano.
MAS TURISMO DE A PIE
Con el nuevo día decidimos irnos
todos a Ribera Brava, población en el centro de la isla, nos juntamos las
tripulaciones de cuatro veleros, entre ellos Sofía y Francoise, pareja con tres
hijos, la menor Nora de 6 meses de edad, ¿si con esta edad ya cruza el Atlántico¿,
¿que contara cuando haga diez añitos¿. Nos subimos a un colectivo y emprendemos
el viaje, atravesamos media isla y después de casi dos horas de un entretenido
y curvado trayecto.
Llegamos a la ciudad. El conductor nos dice que si queremos
comer el conoce un restaurante de confianza y que además de la calidad de sus
platos es muy económico, quedamos a las 14h y cada uno recorre la ciudad a su
antojo.
PARA QUE LUEGO DIGAN QUE ME CUESTA HACER AMIGOS |
AQUI SOFIA Y SU HIJA NORA,!! LA FUTURA CAPITANA DEL ATLANTICO¡¡ |
Comprobamos como lo chinos y sus
comercios han llegado hasta aquí, no deja de asombrarnos que a este lugar
perdido y lejos de los circuitos turísticos, tantos comercios sean regentados
por ellos, pensamos que su visión de negocio o es extraordinaria o estan
invadiendo silenciosamente cada lugar del planeta.
En un bonito rincón coincidimos
con Giamba y Vale, hacemos honor a la vida que llevamos y lo celebramos por
todo lo alto con unas cervecitas, el bienestar es la tónica del día y aquí en
medio de un pueblito, en una isla en medio del Atlántico, un día cualquiera lo
convertimos en día mundial de la felicidad.
El pueblo muy limpio aun guarda
ese aire de colonia portuguesa, sus gentes sonrientes y amables esperan a la
sombra, que el día les traiga alguna novedad.
A la hora de la comida nos
reunimos todos, cuando entramos al
restaurante comprobamos la sencillez del mismo, nos acomodan y nos ponen un
plato típico caboverdiano, arroz, una cazuelita de frijoles muy consistente,
(similar a nuestro cocido), patata, calabaza, y un plato con carne de cerdo
exquisita.
Junto a la bebida pagamos 7 euros por cabeza, desde luego el
conductor tenia razón, salimos mas que satisfechos, dejamos pasar un tiempo
prudencial para el retorno, la cantidad de curvas asi lo recomienda y después
del pequeño descanso emprendemos el viaje de vuelta.
!!NUESTRO GRUMETE SIEMPRE ATENTO¡¡ |
LA DRAGONERA, PLANTA DISPUTADA POR SU ORIGEN ( ?CABOVERDIANA O CANARIA¿) |
Giamba y Vale nos invitan a ir
con ellos a la isla de Razos, islote sin habitar a unas 12 millas , la intención
hacer pesca submarina.
A las diez de la mañana el
Angelique II, deja la bahia de Tarrafal, el alisio esta en 16 nudos, el catamarán
solo con el gennaker va una velocidad de 8, 9 nudos , nos parece increíble el
promedio de esta nave, la comodidad es espectacular y parece que estemos en
tierra.
Al alcanzar la mitad del canal,
el viento comienza a arreciar y se pone en 25 nudos las olas se ponen bravas y
el genaker se hace demasiado grande, cambiamos el trapo y con el genova la
velocidad es de 12 nudos,
!el nerviosismo del capitan se ve a simple vista¡ |
la 2ª de abordo tambien mostraba sus nervios |
las olas apenas nos mueven, solo algún golpe fuerte
en el casco nos hacen notar que las condiciones están muy duras. En una hora y
media escasa llegamos al islote, la poca protección que ofrece para estas
condiciones nos obliga a anular nuestra idea de fondear, damos media vuelta y
ponemos rumbo a Tarrafal.
El viento aparente a bordo sube hasta los 35 nudos,
el rumbo a 50º sobre el viento, hace que casi choquemos con las grandes olas ya
formadas.
en este momento no llegaba a los 35 nudos¡¡¡¡¡¡ |
El confort sigue siendo excepcional, vamos sentados tranquilamente,
degustando una tortilla de patatas que mi amor había preparado el día anterior,
no dejamos de sorprendernos de la comodidad, en la mesa una botella de vino
como si en puerto estuviésemos hace honor a las palabras de Giamba sobre la
estabilidad de su catamarán.
En medio de aquel alborotado mar
distinguimos una vela que de vez en cuando aparecía por encima de las blancas
crestas, por su tamaño no la identificábamos como de un crucero normal, cuando
la distancia lo permitió, comprobamos que se trataba de una chalupa de pesca
con una eslora de 5 o 6 mts con vela latina y tres tripulantes. Junto a la
sorpresa el silencio se apodero del momento, vaya profesión que había en
aquellos hombres y no solo por ser pescadores, pues navegar aquellas aguas con
vientos de mas de 30 nudos en aquel bote requería mas que oficio, fue un
instante para quitarnos los sombreros y dedicarles un pequeño homenaje.
el triangulito que se ve al fondo es la "chalupita" |
En apenas 3 horas hemos recorrido
25 millas ,
llegamos a la pequeña bahía y antes que el ancla del Angelique II toque la
arena, ya estamos sentados a la mesa y degustando una deliciosa pasta con atún
que el chef Giamba venia preparando.
El tema de conversación en la
sobremesa no es otro que el confort y la comodidad de estos navíos de dos
patas. Jamás hubiese imaginado que aparte de correr lo que corren, el bienestar
llegase a tan alto nivel, por primera vez en mi corta existencia como marinero
me planteo el cambiar el Golden por una de estas naves, claro esta que nada
tiene que ver este robusto Outremer 52, con los construidos para primar la
comodidad y navegaciones en mares calmos y tranquilos.
El dia ha pasado y la experiencia
ha sido muy positiva, nunca esta de mas conocer y descubrir nuevas sensaciones,
esta de navegar en catamarán con unas condiciones tan extremas me ha borrado de
la cabeza que estos aparatos son frágiles y torpones en según que rumbos, “
como dice aquel, si los euros no estuviesen tan caros me compraría uno o dos”,
por lo pronto no nos quejaremos, no sea que el Golden se entere y se agarre algún
enojo.
El deporte de la pesca
Con la noche volvemos a probar la
pesca, esta vez siguiendo las indicaciones de Joao, el chiquilin que nos guarda
el bote, con un trozo de caballa y sin plomo dejándolo a la deriva, nos comento
que asi se capturaban las corvinas. Nosotros estamos dispuestos a probarlo
y allá que dejamos ir el trozo de
caballa, al rato voy a mirar la caña y esta doblada como si se tratara de un
arco olímpico, después de una pequeña lucha y linterna en mano vemos aparecer
la pieza, esta vez el tiburoncito mide mas de un metro y no me atrevo ni a
sacarle el anzuelo, después de varios intentos de subirlo es demasiado pesado y
el sedal se acaba rompiendo, aquí dejamos de pescar de nuevo, a la mañana siguiente le comento a Joao lo
ocurrido con la pesca y me dice que los tiburones y yo somos muy buenos amigos,
maldita la gracia del chaval, conclusión en el fondeo no volvemos a pescar.
despues de la pesca se acabaron estos baños tan alegres, jeje |
estos eran los pequeños que picaban por el dia |
Los días siguientes me marcho con
Giamba en su bote, mientras el hace pesca submarina yo estoy con la caña, al
estar en un barranco de mas de 30 mts de profundidad, las piezas que caen no me
son nada conocidas, en una hora saco para comer y cenar, según mi amigo son de
una calidad suprema y razón tenia pues a la plancha y guisadas estas chernias
estaban exquisitas.
Cada vez que fuimos a pescar
cayeron estos peces de fuertes colores anaranjados, amen de otros que por su
color y aspecto no me atreví ni a guardar, un buen lugar para esta afición muy poco
explotado.
Nuestro barrio
En el fondeo ya son varias las
embarcaciones que nos vamos viendo de isla en isla, al Angelique II, se suman
ahora el Bubbule, el Filao, y no me acuerdo del nombre del barco de Sofia y
Francoise.
Dominique y Edwan nos invitan a
tomar un vino por la noche y allá que asistimos todos, su catamarán en poco
tiempo esta convertido en bar musical, riendo y bebiendo, los vinos y otros
licores caen que parecen que estemos rotos. El idioma aunque los franceses son mayoría,
es el ingles, a mi me han de ir traduciendo y poco importa, cuando hay voluntad
de comprender parece que los idiomas son mas entendibles. Pasamos una velada
muy divertida y siempre pensando que no sentirse afortunado en estos momentos
seria de muy mal gusto, por que navegar de por si ya es un placer, poder
compartirlo convierte el mismo placer en el doble.
En Tarrafal este grupo de
tripulantes paso a la categoria de clan, y ya estamos quedando para cuando
lleguemos a Mindelo reencontrarnos en las noches caboverdianas.
El tiempo en San Nicolau se ha
agotado y preparamos el Golden para un nuevo destino, la isla de San Vicente. El
casco que continua sin antifouling presenta unas verdaderas barbas y después de
afeitarlo durante dos dias, estamos listos para partir.
El tramite con la policía naval
no tiene mas complicaciones que asistir y pagar, al contrario que en las islas
anteriores aquí en la oficina siempre hubo algún agente.
Después de mirar la previsión y
comprobar que es correcta, solo nos queda esperar que amanezca.
Nos vamos de esta isla tan
desconocida como espectacular, donde sus paisajes, sus gentes y sobre todo los
lazos de amistad conseguidos han logrado que la estancia en ella pase con
creces la nota de agradable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario