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2-8-2014 NOS VAMOS A DOMINICA

2-8-2014

Dejamos Martinica

Salida                : bahía de Gran Anse    Martinica  014 30.3203 N  061 05.2374 W
Destino              : Roseau           Dominica               015 17.6212 N  061 23.0709 W
Distancia            : 55 millas aprox.
Rumbo               : 340º
Duración etmda  : 11 h          
Duración  real     : 10 h


A las siete de la mañana estamos rumbo a la bahía de Gran Anse, el viento entrando por la aleta de babor y el mar plano hace que recorramos las 8 millas en poco mas de una hora, cuando llegamos al fondeo vemos que todas las embarcaciones están en boya, nos huele a euros por día y por boya, nos falta un pelo para dar media vuelta.


CONDICIONES DE NAVEGACION EXTRAORDINARIAS
Con la duda, bajamos el dinghi y me voy a preguntar a un barco vecino, me dicen que las boyas son gratis, me quedo un rato pensando y al final les doy las gracias como si ellos fuesen los dueños de las boyas, mi perplejidad no me dio para mas, boyas gratis en una isla francesa, increíblemente increíble, pero cierto.


CARIBE, CARIBE, EN TODOS LOS SENTIDOS
Una vez amarrados contemplamos la bahía, desde luego los aduaneros tenían razón el lugar es un rincón para quedarse una larga temporada, las aguas cristalinas, el fondo de algas, las tortugas, los cocoteros, la playita y sus moradores, la paz que allí se respiraba era toda una recompensa a lo pasado estos cuatro últimos días, tanto es así que decidimos quedarnos un día mas.

LA ENTRADA TRASERA  A NUESTRO MUNDO
Por la mañana nos damos una vuelta por la playa y el pueblito, no vimos ni un súper ni un colmado, solo restaurantes y bares, todos a pie de playa y muy coquetos, pero sus precios están lejos de nuestras posibilidades, venimos de escapada y hacer el turista no esta a nuestro alcance.




ALLA DONDE MIRARAS, HABIA UN TESORO




A ALGUN LADO ME TENIA QUE AGARRAR, TANTA FELICIDAD ME EMBRIAGA


!!HASTA SIRENA TENIA EL RINCONCITO¡¡
A mediodía, toda aquella paz y tranquilidad se ve arrinconada por toda una fauna de lanchas, motos de agua, catamaranes de charter y gentes.
Una vez concluida la regata allí parecían regalar euros, aparecían a toda velocidad fondeaban a escasos metros de la orilla y con la música a todo volumen dejaron el día convertido en puro festival dominguero, nosotros alucinados con aquella avalancha, hacia muchísimo tiempo que no veíamos algo parecido.
En todo el día no dejaron de aparecer embarcaciones, la mayoría con potentes motores, al final comprendimos que el precioso rinconcito es lugar de peregrinación dominguera, todo residente con embarcación acaba aquí.
Para nosotros fue un día de teatro, sentados en tribuna, veíamos como los bañistas eran casi asesinados por los degenerados kamikazes de las motos de agua, las lanchas tuneadas hasta los retrovisores, llenas de amigos se abarloaban casi en la misma orilla, en grupos de hasta 6 embarcaciones, todo un espectáculo que gracias a los dioses solo fue por unas horas.
Con la caída del sol, el lugar fue retomando la calma que nos había encantado por la mañana.
Al día siguiente nos fuimos con el dinghi a las rocas de la orilla, con la intención de hacer snorkel, a pesar de estar todo el fondo trinchado, la variedad de peces y sus exóticos colores nos deleitaron mas de una hora, estuvimos alucinando, nunca mejor dicho “peces de colores”, hasta que el frío inundo mis huesos, mi amor con el neopreno ni se inmuto de las perdidas de calorías.
Pasamos dos días extraordinarios en esta bahía, sus coordenadas quedan guardadas, es un buen sitio para descansar y en caso de llegar de noche no tiene complicacion alguna.
La hora de emprender el regreso había llegado, mañana a las siete ponemos rumbo a Dominica.
Amanece un día esplendido, despejado como el espejo de un cuarto de baño con calefacción, por fin tendremos sol navegando.
Dejamos la pequeña bahía y con el mar plano y 15 nudos hacemos casi 7 de velocidad, nos miramos y los dos estamos de acuerdo, son condiciones para amar la navegación.
Unas millas antes de dejar el sotavento de la isla, unas nubes aparecen por el SE, en sus abstractas formas parece poner, preparada para descargar encima del Golden.


!!QUE LINDO DIA, SE HABIA AMANECIDO¡¡
El viento se enfría y sube a los 30 nudos, a los pocos segundos una cortina de agua barre el mar y todo lo que se pone delante, nosotros comprendimos, por que a la ropa de lluvia se le llama chubasqueros.



Los 15 nudos de SE, se disipan, el placer de la navegación a vela lo cambiamos por el horror del motor y un vapuleo interminable de olas, el amor por la navegación se deteriora a golpe de escoradas, aquello se convierte en una danza para descomponer el mejor de los estómagos.
Los horizontes continúan vestidos de gris y nosotros de amarillo, más que un chubasco aquello parece otra tormenta tropical.
En medio del canal nos agarra otro chubasco, se va a mas de 40 nudos, y visto lo visto, para 15 minutos ni hacemos intención de sacar trapo, durante todo el día esta fue la tónica, sin viento, con mucha lluvia y chubascos enemigos, atacándonos desde el SE. sin piedad alguna.


DOMINICA A LA VISTA
A las 17 h llegamos al fondeo de Roseau, capital de Dominica, el fondo a escasos metros de la orilla no baja de 20 mts, echar el ancla allí no esta en los planes, vemos un velerito amarrado a una boya y le preguntamos cuanto cuesta por una noche, nos dicen que 15$, a bordo no llevamos ni para comprar una piruleta.






ROSEAU, CAPITAL DE DOMINICA
SOLO ES UNA NUBE LENTICULAR, PERO ........
Dando vueltas sin saber que hacer, aparece un bote con un chico rasta, se presenta como Pancho, nos dice que la boya vale 10$, me quedo mirándolo y a traves de ese idioma que no se enseña en ninguna escuela, los dos estamos de acuerdo, hacemos un trueque, después de varias ofertas, al final logramos un acuerdo, un trozo del genova que destrozamos en el Atlántico y unos metros de amarra por una noche de boya.
A este tonto pero importantisimo detalle, no le llamo tener suerte, ni mi nulo nivel de ingles, ni el no tener un triste centavo en el bolsillo, ni estar cansado, nada evito que nos entendieramos, al final todos estamos para lo mismo, este hombre, Pancho, se fue con su trozo de toldo y la amarra, mas feliz que un ocho, y nosotros quedamos amarrados a la boya tan feliz como el.

OTRO DIA MAS
Aquel rincón era para haber bajado a tierra, pero hacer la entrada al país para dos días, no lo veíamos nada claro, así que a la mañana partíamos rumbo al N de la isla.
 

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