3-8-2016 CONFIRMADO, ¡!ZARPAMOS!!.
Como siempre el ultimo día a última hora,
caigo en la cuenta que para nuestro nuevo fuera borda, no llevamos ni un triste
recambio, me niego a irme así y la compra de dos bujías y un impeler me cuestan
4 horas y los correspondientes dólares, además sin poder quejarme, pues por lo
menos encontré los recambios.
La previsión dice que
el alisio del este, con sus 15-20 nudos estará tres días, después cambia a SE, quedando
en unos míseros 5 nudos.
La idea del plan es ir
directos a Dominica, unas 180 millas al S-SE, hacer noche y saltar a Martinica.
!!A ESTE SUPERCATA DE REGATAS LE DEJAMOS PASAR!! |
Dejamos Saint Marteen,
la navegación es tranquila, las olas no llegan al metro y el Golden navega a
gusto con sus 5 nudos de velocidad.
La impresión es de
irnos de casa, esta pequeña isla ha creado un vínculo muy especial en nuestras
vidas y ocurra lo que ocurra, quedara para siempre en nuestra historia.
Por la noche con Sant
Kitts a estribor, un chubasco nos mete SE, las olas suben a dos metros y el
buen ángulo que traíamos se reduce muchos grados. Su costa la tenemos a cuatro
millas y abrirnos al viento no es la mejor opción, preferimos arrancar motor.
Sant Kitts parece
tener 800 kms de largo, o lo que es peor, avanza con nosotros, toda la noche
viendo sus luces y peleando con el SE., la previsión de E., vemos que no era
acertada.
Desde la primera vez
que llegamos a estas aguas, le tuvimos yuyu, a la isla de Monserrat, pero en
realidad, en San Kitts la primera ocasión se rompe el cadenote con dos
obenques, la segunda un chubasco de 40 nudos nos rompe la mayor, y esta no pasó
nada grave, pero el relax fue inexistente, anotamos el lugar como Triangulo non
grato.
Al amanecer cambiamos
de paisaje, Monserrat la tenemos por proa, nuestro rumbo es bueno y marco un
waypoint a 3 millas de su costa E., restan 9 millas para llegar a la isla y
comienzo a dudar si pasar por barlovento, cuando más dudas tengo, en el
horizonte aparece un chubasco, nos
arremete con 30 nudos largos y una espesa
cortina de lluvia, Monserrat desaparece de nuestra visión y con ella las dudas
de por dónde pasar, vamos a sotavento.
Suerte que la mayor lleva un rizo y la trinqueta aguanta lo que le echen,
porque esto parece la madre de todos los chubascos.
Han pasado más de
cuatro horas y nuestra visión se reduce
a pocos metros de la proa, lo que pensábamos que era un chubasco es una
verdadera tormenta.
Llevamos todos los
toldos abajo, y el confort es total, ni siquiera llevamos camisetas, únicamente
entra agua por las juntas de los toldos, y eso que esta viene a reacción, pues
el fuerte viento la convierte en balas.
La navegación,
aunque al Golden se le nota muy cómodo,
pues el timón va totalmente a la vía y mantiene el rumbo sobradamente, nos hace
tener todos los sentidos en alerta, a través de las ventanas, vemos como las
olas se estrellan contra la amura de babor y recorren la cubierta hasta
estrellarse contra el antirociones, nosotros cruzamos las miradas, guardamos el
temor y sonreímos.
Destacamos la labor de
la trinqueta, mantuvo el tipo y el rumbo como otro autopiloto, se ha ganado
nuestro respeto y amor.
Guadalupe sabemos que
la tenemos en la proa, pero no aparece, son las 16h, nos quedan menos de 7
millas y continuamos inmersos en el diluvio. Navegamos a más de 6 nudos y para nuestro gusto y
placer desearíamos ver algún rayito de sol, aunque nos costase algún nudito de
velocidad.
A las 17h estamos
intentando fondear en la bahía de Dhesaies, con 10 mts de profundidad, llevamos
unos cuantos intentos y el ancla lo
único que consigue es remover el fango. La noche está muy próxima y el viento y
la lluvia continúan, no queremos batallar con todo esto y además en la
oscuridad. A pocos metros vemos una boya y decidimos tomarla.
La preocupación por el
agarre del ancla, me hizo recordar que en esta bahía, ya lo pasamos mal, tanto
que después de varios intentos fallidos, acabamos desistiendo del fondeo, mis
brazos ya no daban para más y salimos de la bahía con más de 40 mts de cadena
colgando y a la deriva.
Algo tan simple como
apretar un botón y en minutos tienes todo el hierro a bordo, vaya lucha más fea
que hemos abandonado, ¡!ya era hora!
Con el Golden sujeto,
nos dedicamos a comentar la travesía, dura muy dura, ha sido un verdadero test
de las modificaciones en cubierta, pero estamos contentos, se acabaron las
empapadas y solaneras, vamos como los señores y para amenizar la conversación
el cielo acompaña con rayos y centellas, nosotros bien sujetos nos limitamos a ver y oír sus “quejios”.
5-8-2016 GUADALUPE-DOMINICA
A las 7am. las velas
están izadas, la navegación con sol y mar plano se pone de lujo, sacamos mayor,
genova y trinqueta, parece que estemos en el Mediterráneo, las 20 millas de
socaire son un puro placer, la guinda al pastel la pone un dorado de 3 o 4 kg.
Todo va perfecto hasta
4 millas de la punta sur de Guadalupe, aquí el viento rola al S con casi 30
nudos, las velas si las queremos usar nos envían a la Conchinchina, después de
varios bordos y comprobar que el avance es muy lento, arriamos las de proa y arrancamos motor, el
Golden se esfuerza pero nuestra velocidad es apenas de 3 nudos. Para quitarle
carga al motor y adquirir un poco de
velocidad, intentamos de nuevo algún bordo, pero lo ganado es tan mínimo que acabamos
poniendo rumbo directo. Esperábamos que al asomar la proa del cabo Vieux Fort,
el viento retomase su dirección, pero lejos de hacerlo, aun se pone más de S.,
el avance es muy lento y las 25 millas que restan a Dominica pueden durar todo
el día y parte de la noche.
A nuestro babor
aparecen Las Saintes, las miramos con mucho cariño, vemos Dominica muy lejos y
sin mediar discusión alguna, cambiamos plan y rumbo, nos dirigimos a la entrada
N. del pequeño archipiélago.
!!A VECES EL DESTINO ES LA PLANCHA!! |
!!POR POCO!! |
La anterior vez que
estuvimos, nos encantó y para estar batallando con ese mar de proa, preferimos
disfrutar de sus aguas y paisajes.
ENTRADA NO., DE LES SAINTS |
MI AMOR VIGILANDO EL ROCOTE |
Ponemos proa a la isla
del Cabrit, parque natural donde no está permitido fondear, las boyas cuestan
11 euros la noche, pero no nos sabe mal
pagarlas, cuando vienen a cobrarnos pagamos tres noches.
Es la hora de comer y
el dorado “mahi mahi” en lengua local, está preparado, mi amor se encarga de ponerlo a la plancha,
en la bañera protegidos del sol, disfrutamos de su sabor y como no, las
sonrisas se pasean en la sombra.
El viento del sur
continua, pero rechazamos la invitación a esa película y nos dedicamos a
recorrer la isla . Nada más desembarcar vemos que las gallinas y las cabras son los únicos
habitantes, comprobamos como las simpáticas y curiosas cabras, han devorado
todo el soto bosque, el agua de la lluvia se encuentra sin obstáculos y se
lleva toda la tierra que encuentra, por esos regueros asoman las raíces de los
árboles y creemos que es un deterioro inmenso el que sufrirá el islote.
MAHI MAHI, !!UMMMMM!! |
VISTAS DESDE EL CABRIT |
Este fuerte acabo
convertido en prisión hasta 1920,
nosotros por ahora somos sus reclusos y nos sentimos privilegiados por ello.
Navegar a vela es un
cumulo de emociones y sensaciones, desde el miedo al placer, todas pueden caber
en una singladura.
Pero lo más bonito de la vela es el tiempo, ese tiempo de reloj que por arte u obligación tienes que hacer desaparecer, nuestra suerte o mejor dicho nuestras ganas de vivir así, hacen que cuando el viento no es el propicio, podamos detenernos y disfrutar de la parada, olvidándonos de cualquier otra medición que no sea la de disfrutar la vida.
VENTANA A LA FELICIDAD |
AL OTRO LADO DE LA VENTANA |
Pero lo más bonito de la vela es el tiempo, ese tiempo de reloj que por arte u obligación tienes que hacer desaparecer, nuestra suerte o mejor dicho nuestras ganas de vivir así, hacen que cuando el viento no es el propicio, podamos detenernos y disfrutar de la parada, olvidándonos de cualquier otra medición que no sea la de disfrutar la vida.
Por la noche dejamos el resguardo del antirociones y nos sentamos en cubierta, el cielo nocturno se ha puesto de gala, la entrada es gratis y no es para perdérselo.
Cuando más embelesados
estamos viendo las estrellas, nos fijamos en un puntito que se mueve
rápidamente, después otro, y otro. Muchas veces jugamos a ver quien descubre
primero un satélite o ve un meteorito, en esta ocasión los puntitos al
contrario que los satélites, desaparecen en el cenit de la bóveda celeste, algo
no está cuadrando, no son satélites. Tras una pequeña discusión, creemos saber
de qué se trata, por fechas está claro, la tierra en su órbita de traslación
atraviesa un cinturón de asteroides provenientes de la constelación de Perseo,
de ahí su denominación Las Perseidas. Los católicos de la época aprovecharon el
fenómeno para recordar a Lorenzo quemado en la hoguera, y de ahí su otro
nombre, Lágrimas De San Lorenzo, por cierto muy bien elegido, pues
verdaderamente parece que al cielo se le escapa un llanto.
Sin esperarlo
asistimos a un verdadero espectáculo y además con la conciencia de la fortuna
que poseemos.
Después de releer esta parte, me doy cuenta, bueno más cuenta aun de la que ya me daba, que si no somos más felices es simplemente porque nos haría daño.
Después de releer esta parte, me doy cuenta, bueno más cuenta aun de la que ya me daba, que si no somos más felices es simplemente porque nos haría daño.
El viento del Sur ha
desaparecido y el Este toma el turno, llego la hora de irse, dejamos todo
preparado para mañana, que pondremos rumbo a la cercana Dominica.
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