20-07-2014 TODO PASA, PERO TODO QUEDA

DOMINGO 20 DE JULIO DEL 2014

Esta vida me ha hecho enfrentarme a mil y un problema, me ha ido educando con los años a ver todo de forma positiva, nada es para siempre, ni lo malo y mucho menos lo bueno.

Esta enseñanza me ha hecho poner todas mis ganas en disfrutar de la vida, me hizo entender, que cuando un momento por pequeño e insignificante que sea, es bueno, también es irrepetible, y como tal hay que vivirlo y disfrutarlo.

Llevábamos ya mucho tiempo rebosando alegría y felicidad,  siendo poseedores de esa tan difícil paz interior, logrando que nuestros guerreros espíritus quedaran conformes con ver cada día la puesta de sol, con tener comida y bebida a bordo, con ponerle caras a la luna o disfrutando de respirar este aire limpio y marino.

En nuestra cotidiana y sencilla vida, hemos aprendido a saborear los mas insignificantes detalles, cada día amanece en domingo, y nunca lo fue en referencia a si trabajamos u ociamos, es domingo por ser dueños y amos de nuestro tiempo, de nuestra libertad, de nuestros sueños, de sentirte amado, de no pensar en el mañana, es domingo por que respiramos alegría y comemos felicidad, es domingo por que tenemos grandes amigos, por que nos sentimos queridos, es domingo por que estamos vivos y nuestros dolores no pasan de un esguince, es domingo por que ponemos todas las ganas para que así sea, por que estamos mas que conformes con nuestra existencia.

Esta semana, una vez mas la vida nos pone a examen, y nos lo pone con la asignatura mas difícil, la del dolor por la ausencia de un ser querido.

Desde que comenzamos esta aventura, hemos tenido que luchar en muchas circunstancias y situaciones adversas, de todas logramos salir con mayor o menor esfuerzo, hoy nos toca guardar las armas, dejar estas inmensas e inútiles ganas de luchar, hoy nos toca esperar, dejar que transcurra el tiempo y convierta esta tristeza en bonitos recuerdos, solo podemos asimilar y aprender, y sobre todo seguir comprendiendo, que a la vida la debemos, cuidar y amar.

De algún sabio, debió ser la frase “en esta vida, todo tiene solución menos la muerte”, tan fácil de entender y tan difícil de aplicar.

Es este un recuerdo a nuestro gran grumetillo Sky, con el no pudieron, los mareos en las movidas travesías, ni sus sustos con las grandes olas y largas noches atlánticas, ni los mosquitos africanos, ni la abejas caribeñas, ni los calores mas extremos, ni las cabras de Senegal, ni las terribles tormentas del Gambia, todo lo que tenia de enanito lo tenia de duro.

Aquí en esta maravillosa isla, el despiste de un conductor inexperto nos dejo sin su compañía, aquí donde el tiempo vuela, pero lento, sin prisas, donde día si y día también nos hemos sentido en el paraíso, aquí donde las hadas y los duendes nos hicieron creer que estábamos al margen de la pena y la tristeza, aquí donde nuestros egos quedaron satisfechos, nos vino a visitar el chico de la hoz.

No podemos despedirnos de el, sencillamente por que no se ha ido.  

Nuestro Golden ya tiene guardián eterno, ahora como nunca el Chiqui recorrerá su cubierta, intentando comprender que son esas luces que nos acompañan en las oscuras noches, vigilara que las maléficas boyas no se nos acerquen, estará siempre atento para  cuando lleguen los gamberros de los delfines, avisarnos que es momento de jubilo, también gruñirá a los dinghis que invadan nuestras aguas, y compartirá con nosotros esa miradita de cómplice, diciendo, no preocuparos que aquí estoy yo, vuestro guardián.

A bordo quedamos los tres, como siempre recogidos en la bañera, sintiendo el viento, viendo como el lejano limite del mar, nunca dejara de ser horizonte, con ganas de llegar pero también de estar,  navegando por esta vida, convertida en sueño.

A todos los que habéis tenido una mascota, os será fácil entender esta entrada del blog, a los que aun no habéis pasado por ahí, os puede parecer exagerado tanta demostración de duelo, pero cuando un animal pasa a tu lado unos cuantos años y compruebas que hasta compartes un peculiar lenguaje, deja de ser tan animal y pasa a convertirse en tu confesor, tu psicólogo, tu amigo, tu historia, en trozo de uno mismo.

Nunca me gusto compartir mis penas, ni mis tristezas, ni siquiera mis malos momentos, siempre preferí quedarme escondido, usar mi madriguera del dolor, curar las heridas y presentarme al mundo como si nada hubiese ocurrido.

Hoy entiendo que la pena, no deja de ser una gran parte y además muy culpable de la alegría, por eso necesito compartir estas letras que son todo, menos alegres.

CARTA PARA SKY

Querido Bebe,

Desde que te tuve en mis brazos la primera vez, con escasos dos meses y medio, me prometí cuidarte, quererte y protegerte siempre. No separarme de tí nunca, a menos que fuera estrictamente necesario, como cuando tenía que ir a trabajar, aunque muchas veces te lleve conmigo a la oficina.
Pocas veces te deje varios días, pero siempre asegurándome que te dejaba en las mejores manos.
Venías conmigo a comprar, a los bares, a los restaurantes, si íbamos a un hotel, solo a los que aceptaban mascotas, incluso de fiesta has venido mas de una noche.
Mi vida giraba entorno a tus necesidades, pues estábamos solitos y se que dependías de mí.
Fuimos juntos al monte, a las nieve, a navegar. Montaste en bici, en moto, en coche, en dingui, en barco... siempre a mi lado.
Eras mi guardián, recuerdo cuando paseábamos por el puerto y no dejabas que nadie se acercara a mi. Siempre protegiéndome y cuidándome.
Llegar de trabajar agobiada o triste y entrar en casa y ver tu carita y como girabas sobre ti mismo de contento... me hacía olvidar todo, me llenabas de felicidad. Siempre conmigo, siempre acurrucado en mis brazos.
Supiste adaptarte a todas las situaciones. Cuando me enamoré del ¨tato¨ sabías que el nos cuidaría a los dos y pudiste relajarte un poco. En seguida os hicisteis amigos, y él te enseño a ser mas tranquilo y sociable.
Te adaptaste a la vida en el barco como si hubieras nacido en él. Recorriste el mundo navegando con nosotros, enamorado del mar, de los pececitos y de las estrellas.
Nos regalaste momentos entrañables. Nos hiciste disfrutar con tus carreras por las playas, revolcándote en la arena, bañándote en la orilla hasta que alguna ola te revolcaba y salias corriendo.
También te gastamos alguna broma, como cuando colgamos tu osito de un cabo y cuando lo ibas a coger tirábamos de el y te quedabas con cara de asombro, o cuando te pusimos la funda del generador y no podías andar. Nos reímos mucho contigo y disfrutamos los tres juntos.
Te ganaste mi corazón y también el del ¨tato¨. Todas las mañanas lo perseguías por el barco mientras se afeitaba y se vestía, pues sabías que os ibais los dos juntos a vuestro paseo matutino. A la hora de comer también te pegabas a él, mirándole con esos ojitos y re lamiéndote a su lado, sabías que no se resistiría a darte un pedacito.
Han sido casi 10 años de compartir felicidad, risas, buenos momentos y alguna que otra manía tuya. Llegamos a llamarte SIR SKY, y a decir que necesitabas un mayordomo, pues dependías de nosotros para todo. 
Ya no estas aquí, pero te veo en cada rincón del barco, asomado por la borda cuando nos bañamos.
Has dejado un gran hueco en mi vida, pero el corazon lleno de amor y cariño.
Nunca te olvidaré porque formas parte de mi.

Hasta siempre enano, te quiero mucho

Nuria