29-7-2014
RUMBO A MARTINICA
Salida : Bahía de Marigot Saint Marteen 018 03.9395 N
063 05.5999 W
Destino : Bahía Fort Du France
Martinica 014 36.0622 N 061 04.1676 W
Distancia : 250 millas aprox.
Rumbo : 155º
Duración estda. : 50
h
Duración real : 48 h
A las 15h iniciamos la huida de la bahía de Marigot. Al
subir la mayor que la tenemos con descosidos en la baluma, una de las gomas que
usamos para amarrarla a la botavara queda enganchada, en 2 segundos un desgarro
de 15cms, aun así la necesitamos y queda izada.
El viento a sotavento de la isla es una suerte de rebufos en
la que nosotros no tenemos opción, justo por la proa, nos obliga a poner motor.
Cuando dejamos Sint Marteen el viento sigue sin demostrar
cariño alguno por nosotros la previsión de E, pasa a ser de SE, nuestro rumbo ¡!claro
esta¡¡, con la mayor y un rizo no es suficiente para remontar el barlovento
necesario y el motor pone su antipática rumba a sonar.
La ultima visión de la isla es un bonito arco iris, detrás
un tremendo chubasco se dispone a dejar la isla mas que regada, nos libramos
por una milla escasa de ser pasto de sus goteras.
DETRAS DE LA PATA IZQUIERDA DEL ARCO, ESTA LA ISLA |
A media tarde aun tenemos cobertura y una llamada de Julio
nos dice que la tormenta parece que pierde intensidad, hacemos valer aquello de
la primera idea es la buena y continuamos con la escapada, hemos esperado tanto
que cualquier titubeo puede ser muy contraproducente.
Cuando llega la noche las condiciones continúan igual, la
duda de dejar las islas de San kitts&Nevis a sotavento desaparecen cuando
vemos que el viento lejos de cambiar de orientación, lo que hace es
desaparecer, a motor pasamos la noche enterita, hay momentos que estamos viendo
las luces de siete islas, la única alegría.
ALGUNOS CHUBASQUITOS, SIN IMPORTANCIA |
Amanece y parece que el viento se alía con nosotros, se pone
del E. con 20 nudos, el motor deja de atormentarnos y la navegación a vela es increíble.
Al cruzar la isla de Monserrat y estando a mas de dos millas percibimos el olor
a azufre, ahora ya sabemos el porque.
NUESTRO VOLCÁN PREFERIDO |
EL BARLOVENTO DEL ISLOTE REDONDA |
A falta de 5
millas para llegar a Guadalupe el viento gira y se pone
del SW, con apenas 10 nudos, esto nos huele mal, en los horizontes ni una nube,
en la previsión no constaba tal cambio, el rebufo de la isla no podía ser, pues
aun quedaba muy lejos, las moscas comienzan a revolotear tras la oreja.
Antes de entrar al sotavento de la isla, el SW desaparece y
quedamos pintados, ni mayor, ni genova, recogemos el flameante trapo y
resignados encendemos la maquina de los horrores, las casi 30 millas del sotavento serán
a motor.
GUADALUPE |
A unas 7
millas al sur de la isla, comienza a soplar viento del
E. sacamos genova y los 25 nudos de viento nos ponen a 7 nudos, la alegría de
apagar el motor nos dura hasta llegar a Dominica, el viento, esta vez si que es
el rebufo de la isla, se vuelve a poner de proa y dejamos de oír y sentir la
naturaleza.
Cuando salimos de la isla los 25 nudos nos están esperando,
damos por hecho que el E. esta establecido y cantamos por alegrías.
A las dos de la mañana vuelve el apagón, el motor canta por
fandangos y nosotros casi llorando de pena, el depósito del gasoil no deja de
bajar el nivel.
Cuando amanece vemos que la isla de Martinica no esta, en su
posición hay una inmensa nube, con el sol ya funcionando, el viento sopla del
E-NE, nos empuja a mas de siete nudos y parece que la llegada a Martinica será
triunfal.
Pero poco mas allá de ese pensamiento el viento vuelve a
abandonarnos, se quedan en 8 nudos escasos y sin recoger el genova, ponemos las
rumbas del gasoil, nos quedan menos de 5 millas para entrar al sotavento de la isla.
Aquella inmensa nube no tiene fin, sin dejar de mirarla vemos
que todos los horizontes ahora están más que negros.
Cuando nos fijamos al SE. un ejercito de crestas blancas con
caras de pocos amigos, se dirige hacia nosotros, nos da justo para agarrar la
maneta y comenzar a recoger el genova, sin haber disminuido apenas nada de
trapo, recibimos un galletazo de 40 nudos por la amura de babor, acompañado de
una espesa lluvia y unas olas considerables, el Golden se escora mas de lo
necesario y hemos de largar escota hasta que la operación de recogida es
posible, las rachas por encima de 30 nudos duran media hora, lo justo para
hacernos entrar al resguardo de la isla, el mar se aplana y la tranquilidad
sube a bordo.
DESPUÉS DEL ?CHUBASCO¿ |
El cielo parece querer romperse de un momento a otro,
aquello ya no me huele a chubasco y el pensamiento de que Bertitha ha llegado,
comienza a dar vueltas en mi cabeza.
La bahía de Fort de France esta totalmente escondida tras la
lluvia y la niebla, lo de jugar a entrar a ciegas no nos motiva demasiado,
dejamos el Golden prácticamente a la deriva para ordenar las ideas.
AHI DENTRO, ESTA LA BAHIA, !!ESTAMOS SEGURISIMOS¡¡ |
Hacemos un intento de aproximación a la costa, pues vemos mástiles.
Cuando llegamos es una pequeña ensenada y todos están con boyas, imposible no
cabemos, de vuelta para la bahía, el cielo da un respiro y veo mástiles, sin
dudarlo ponemos rumbo hacia ellos.
El fondeo esta más bien justito, pegado al muelle de los
ferrys no permite error, después de dar alguna vuelta de medición, decidimos
que allí cabemos.
BERTHITA NOS ESPERABA, CON LOS BRAZOS BIEN ABIERTOS |
Hemos tardado 48 horas en hacer las 250 millas , de las
cuales 14000 mil horas han sido a motor. Esta travesía es para agarrar el Golden
llevarlo a donde la profundidad pasa del kilómetro y medio y con mucho cuidado
de no fallar, hacerle varios agujeros y cariñosamente dejarlo reposar en el fondo.
Únicamente nos salva de estos endiablados pensamientos, el
hecho de haber salido huyendo, por la tormenta.
Dejamos el ancla con su labor y antes de encender el pitillo
de celebración, todo el viento que nos falto en la travesía, se pone a soplar,
un SW nos pone mirando al contrario de cómo habíamos fondeado.
El catamarán que tenemos a popa se ve demasiado cerca y su
propietario mirándonos desde la proa, así nos lo hace saber.
Observamos como aquellos nubarrones giran del oeste hacia el
NE, sin duda Bertitha se ha desviado y ha variado su curso, el temor en ese
momento es la cualidad más sobresaliente a bordo.
Pasamos sentados en la bañera más de una hora viendo como el
mar comienza a crecer, las olas y el viento con 30 y pico nudos, hacen estirar
la cadena y nuestros miedos.
Al final huyendo de la tormenta va resultar que vinimos a
Martinica para abrirle la puerta y recibir su llegada al Caribe.
Contemplando el velerito que tenemos a estribor aun se nos pone
un poco mas de acongojo, su proa es inundada cada vez mas seguido por las olas,
un catamarán de charter que estaba fondeado a pocos metros de la orilla, se
amarra a una boya y parece que aquello va muy en serio, nuestro Golden se
balancea como si estuviésemos navegando, todo el fondeo esta en alerta y cada
bañera tiene sus respectivos tripulantes en vigilancia.
Hacia mucho que no oíamos truenos y para que la función fuese
completa, solo faltaban ellos, mientras el eco de las montañas los amplificaba
y repetía una y otra vez, nosotros nos encogíamos mas y mas, todo parecía estar
dispuesto para la entrada triunfal de la tropical storm.
Llevábamos dos días de travesía y parecía que esa noche también
tocaría guardia, con aquellas condiciones no me atrevía ni pensar en dormir.
Cuando peor parecía estar la tarde, el viento comienza a
girar, nuestra popa ya no intimida al catamarán y una raya azul aparece en el
lado sur del horizonte, el mar queda movido pero la tormenta parece haber
pasado.
Con la tranquilidad de ver el cielo con manchas de color
azul, y sentir que el mar va calmándose, nos duchamos comemos y emprendemos
peregrinación a nuestra querida cama.
Amanece y con el cuerpo y la mente descansados, miramos fríamente
el fondeo, es como estar fondeado en la marina de cualquier ciudad europea,
rodeados de edificios, los ferrys que no paran de entrar y salir, si no salimos
corriendo es por que no sabemos hacia donde.
Al estar tan metidos en la ciudad nos ponemos a rastrear
señales wifi, cuando la pantalla de la antena se abre, allí hay ciento y la
madre, pero todas capadas.
No podemos estar sin información y nos bajamos a la ciudad
en busca de un ciber, al ser sábado aquello parece una ciudad abandonada, todo
cerrado, después de algunas vueltas acabamos en un centro comercial, allí algún
día hubo un ciber pero estaba cerrado.
FORT DU FRANCE |
!TORMENTA¡ ? QUE TORMENTA¿ |
Justo cuando bajamos por las escaleras mecánicas, el móvil
pita, hay señal, pero solo en la escalera, mientras yo espero sentado en un
banco, mi amor sube hasta tres veces, con los mensajes escritos cuando le da la
cobertura los envía, me fijo y veo que unos chicos todos con móviles en mano, están
en la puerta de los baños públicos.
Contactamos con Julio a través de Internet, y nos dice que
la tormenta ha pasado sin provocar daños, quedamos para hablar por la B.L .U., después de varios
intentos la comunicación no pasa de un “huoooolaaaaa miieee
reciebbbbeeeeebbeeebbeee”, mi fe en este artilugio cada día esta mas
deteriorada.
En Saint Marteen, compramos una tarjeta para el móvil, el
servicio tiene cobertura en varias islas, pero en las francesas, nada de nada,
suponemos que las grandes multinacionales de la comunicación (orange) no dejan
que estos pequeños operadores trabajen y les puedan hacer la competencia.
En este aspecto el Caribe deja mucho que desear, ya esta
bien que haya islotes, por que son verdaderos peñascos, que te hagan pagar por
entrar y salir de ellos, pero que tengas que ir pagando tarjetas con distancias
tan cortas, nos parece de lo mas ilógico.
Aprovechando que estamos en el centro comercial, entramos en
el súper, miramos precios y comprobamos que la vida aquí también esta fuera de
nuestra cobertura, los alimentos muy caros, y los caprichos aun mas, una lata
de cerveza no baja de 1.5 €, el precio del tabaco, el mas barato 5.4€, desde
luego los franceses han de cobrar un dineral al mes, pero es que lo necesitan
si o si.
Quedamos un poco en blanco, aquel sitio es para pasarlo de
largo, nuestro presupuesto esta en el fondo del deposito del gasoil y consideramos
que es mejor descansar unos días para poner rumbo de vuelta.
EL PASEO MARITIMO, TIENE SU ENCANTO |
Sentados en el salón vemos como la neumática de aduanas se
nos acerca, golpean el casco y después del cordial saludo nos piden subir a bordo
y comprobar la documentación.
Nuestra sorpresa viene cuando el agente que habla español
nos comenta que hemos de acompañarles hasta la patrullera, que un barco similar
al nuestro esta denunciado por robo y que el Golden reúne todas las características,
hasta el nombre.
Nos miran el motor, comprueban la numeración, y nos llevan a
la patrullera, a vista de los presentes y de nosotros mismos, aquello parecía
una verdadera detención.
Aprovechando la estancia en la patrullera les pregunto sobre
el parte de la meteo y nos dicen que el canal entre Dominica y Martinica esta
muy alterado, con olas de mas de 3 mts y vientos de 25-30 nudos, que la
situación se normaliza para el miércoles.
Mientras aclaran la situación les digo que salgo a fumar un
cigarro, ahí le comentan a mi amor que para mañana no podemos estar fondeados,
se organiza una regata y molestamos, nos aconsejan dos lugares uno al S y otro
al N., le muestran la carta de la zona y le dicen que el del sur es uno de los
mejores lugares de Martinica.
Después de casi una hora, nos dicen que todo esta correcto,
que nuestro Golden no es el velero denunciado, le contestamos que nosotros sin
su tecnología, ya lo sabíamos y todos ríen.
Nos despedimos cordialmente de la aduana y decidimos que a
primera hora partimos hacia la bahía de Gran Ansel.
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